Familias de FFAA piden al Gobierno no cambiar la verdad de los hechos en casos «golpe I y II»

Exigen un juicio imparcial a los fiscales y jueces que llevan adelante el proceso por los hechos ocurridos en la crisis política de noviembre de 2019 en Bolivia

 

  • Conferencia de prensa del Alto Mando, en noviembre de 2019. | Agencias

Fuente: ANF / Los Tiempos

Las familias de las Fuerzas Armadas (FFAA) demandaron al Gobierno no tergiversar los hechos ocurrido en noviembre de 2019 mediante los casos «golpe de Estado I y II» y exigieron un juicio imparcial a los fiscales y jueces que llevan adelante el proceso.



Las familias expresaron su indignación debido a que a un año de investigación del supuesto «golpe de Estado», lo único que evidencian es el afán del Gobierno, mediante las autoridades judiciales, de cambiar la historia y responsabilizar a los Generales y Almirantes del Alto Mando Militar de la gestión 2019, de los supuestos delitos de terrorismo, sedición, conspiración, resoluciones contrarias a la Constitución e incumplimiento de deberes.

“Las familias de las Fuerzas Armadas indignadas, solicitan al presidente Luis Arce Catacora, al Ministro de Justicia, al Ministerio Público, evitar cambiar la verdad histórica de los hechos en los casos golpe de Estado I y II, que se investigue a fondo, con justicia e imparcialidad y se encuentren a los verdaderos responsables políticos de cualquier color y dejen de mellar la dignidad de las Fuerzas Armadas, acusando falsamente a sus Generales y Almirantes, pretendiendo encubrir errores políticos”, se lee en el comunicado de los familiares de los militares detenidos.

Los familiares también expresaron su indignación porque los fiscales y jueces demuestran parcialidad, queriendo cambiar la data de la investigación, desconociendo que los miembros del Alto Mando Militar “acataron disciplinadamente las disposiciones del gobierno legalmente constituido” y como muestra de su lealtad, pusieron sus cargos a disposición del nuevo gobierno el 12 de noviembre a las 23:00, cuando conocieron por primera vez a la nueva Presidente, Jeanine Añez.

Consideran una “una vergüenza inmensa y error político” que el exministro de Defensa, Javier Zavaleta, haya sido cabeza de sector de las Fuerzas Armadas, quien en vez de cumplir sus funciones como miembro del Alto Mando Militar en ausencia del capitán general de las Fuerzas Armadas, se haya limitado a indicarles “que no salgan a las calles porque los movimientos sociales se encargarían de restablecer el orden público”.

“Recordemos a Zabaleta diciéndole al Comandante en Jefe: ‘Usted nomás dé las instrucciones, yo le respaldo’, actos que deben ser valorados con claridad meridiana por los fiscales y jueces, porque existió incumplimiento de deberes tanto por acción como por omisión”, se lee en otra parte de la carta.

Señalan que Zavaleta pretende eludir su responsabilidad y desvirtuar la verdad histórica de los hechos, al haberse quedado a cargo del Alto Mando Militar por treinta horas más, después de la renuncia de Evo Morales, “mientras en la población se saqueó y se atacó la planta avícola Sofía, industria El Ceibo, ocho Estaciones Policiales (EPIS), la Felcv, Felcc y Comando Policial de la ciudad de El Alto, quema de los buses Puma Katari y otros hechos relevantes”.

Asimismo, agrega, se retiró la Medalla Presidencial del Banco Central de Bolivia sin tener conocimiento al respecto; también se debe identificar a quienes no permitieron el ingreso de los asambleístas oficialistas a la Asamblea Legislativa Plurinacional donde no existen militares, porque no es responsabilidad del alto mando militar.

El 4 de noviembre de 2019 se realizó la última Agenda Presidencial en instalaciones del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas (ubicado en la calle 9 de Obrajes), donde el expresidente Evo Morales ordenó que los militares se queden acuartelados en sus Unidades cuidando su armamento.

Y en la media noche del 8 al 9 de noviembre de 2019, luego del amotinamiento de Unidades policiales en varios departamentos, señalan los familiares, Morales citó a reunión de emergencia al Alto Mando Militar a la Residencia Presidencial (Casa Militar ubicada en el barrio de San Jorge) donde instruyó que los militares se queden en sus cuarteles cuidando su armamento, debido a que “grupos sociales afines al MAS controlarían a los bloqueadores en ausencia de la Policía”.

El 10 de noviembre, aproximadamente a 08:00, el exministro Eduardo Javier Zavaleta López, junto al general Kaliman, comandante de las FFAA, “tomaron el parte a los diez Comandos Estratégicos Operacionales (CEOS), en el Puesto Comando Sala de Videoconferencias del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, posteriormente Zavaleta se retira al Hangar Presidencial de la ciudad del Alto”.

En la tarde, aproximadamente a 14:30, señala el comunicado, los Generales y Almirantes son requeridos a la Oficina del general Kaliman “y sorprendentemente se enteran de que se iba a emitir un comunicado de prensa cuyo contenido desconocían, Conferencia que se realiza a horas 15:36 como es de conocimiento público”.

Finalizada la conferencia, “llega el ministro Eduardo Zavaleta a la Oficina del Gral. Kaliman y junto al Alto Mando Militar observa por televisión las renuncias de Evo Morales y de Álvaro García Linera, quedando a cargo del Alto Mando Militar hasta las últimas horas del 11 de noviembre y primeros minutos del 12 de noviembre, es decir aproximadamente 30 horas después de la renuncia de Evo Morales”, por lo que lo hacen responsable por incumplimiento de deberes.