Gualberti: La tarea de los cristianos es luchar contra las injusticias bajo riesgo de difamación y persecución

El arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, dijo este domingo que la tarea de todos los cristianos es luchar contra las injusticias, aunque alertó que la persecución es el precio que se paga por la lucha a favor de la justica, la imparcialidad y la equidad.

Sostuvo que el objetivo es instaurar el reinado de vida, de justicia y paz de Dios, donde tendrá que desaparecer el hambre, como fruto del compartido en justicia y solidaridad los bienes que Dios ha puesto a disposición de todos.



Durante su homilía dominical, indicó que la consecuencia del empobrecimiento de las personas, son las lágrimas, símbolo del dolor y la marginación, pero también de la impotencia ante una realidad cada vez más cruel, inhumana y sorda al clamor de los pobres.

Sin embargo, manifestó que Jesús señaló que los esfuerzos y el empeño para lograr la implementación del reino de Dios, no se darán de manera pacífica por las incomprensiones, las situaciones violentas y persecuciones de parte de los que se oponen a compartir los bienes materiales e inmateriales y que sostienen un orden injusto con la fuerza, la difamación, el encarcelamiento y la violencia.

Dijo que esa persecución es el precio que se paga por la lucha a favor de la justicia, la imparcialidad y la equidad. «Solo quienes experimentan esos sufrimientos pueden entender la dicha de estar en sintonía con el plan de Dios», acotó en su mensaje.

Recuerda que los bienes materiales no son para guardarlos egoístamente para sí mismos, sino un don de Dios para sustentar la vida y los medios a compartir en fraternidad y equidad con los demás.

Criticó las sonrisas altaneras y alardeos de logros de riquezas que al final terminan aislando a algunas personas de los demás, de las amistades y los afectos familiares y atraen solo a aduladores y aprovechadores.

Recuerda que Jesús condena la actitud mezquina de quienes se aprovechan del poder y acaparan los bienes de la creación, condena el orden injusto de nuestro mundo y la actitud mezquina de quienes se aprovechan del poder generando el empobrecimiento de las grandes mayorías, migraciones masivas, hambre, dolor, lágrimas y muertes.

Fuente: lostiempos.com