La justicia en Bolivia es cuestionada por la liberación irregular de sentenciados

María, Claudia, Carmen, Iris, son nombres que nunca serán olvidados pues quedaron en la retina, mente y sobre todo en el corazón de familiares y amigos que mantienen latente el pedido de justicia. Ellas son algunas de las muchas mujeres bolivianas que dejaron de existir en manos de hombres violentos.

En Cochabamba, la joven de 16 años María del Carmen Carballo fue agredida sexualmente por un grupo de pandilleros y asesinada por su enamorado Omar Alejandro Ordoñez. El hecho ocurrió en 2016.



En 2004, en Santa Cruz, 2004, Carmen Peña, murió descuartizada por Rubén Centellas; Iris Villca, de 15 años, es una de las victimas del psicópata sexual de La Paz, Richard Choque; mientras que Claudia Berdecio, fue asfixiada después de ser agredida sexualmente por Félix Ferreira, quien enterró los restos de la menor en el patio su domicilio.

En esto casos hay algo en común: los agresores fueron sentenciados a 30 años sin derecho a indulto, pero irregularmente fueron liberados por jueces antes de cumplir su condena.
En la mayoría de estos casos el feminicida fue recapturado después de varios años, pero en otros como el de la adolescente María del Carmen, asesinada en Cliza, Cochabamba, el agresor está suelto y fugó después de ser liberado, pese a tener sentencia.

Abogados y familiares no conciben la idea de que pese a tener sentencia estos hombres violentos estén o haya estado libres después de ser juzgados y recibido condena.

Fuente: Unitel