Adiós «al Konana Farías» y a un ciclo de seis años en el fútbol boliviano

Fuente: paginasiete.bo

Página Siete / La Paz

Con la disputa de la última doble fecha de la Eliminatoria rumbo a Catar, César Alejandro Farías Acosta se despedirá del fútbol boliviano, al que llegó hace seis años. Oficialmente dejará la dirección técnica de la Selección nacional con más sombras que luces.

“Lo bueno es que es un técnico que no traiciona sus convicciones y aunque parezca contradictorio, lo malo es que es un konana (que insiste machaconamente en un mismo tema). No cambia por nada  y a veces eso da resultado, pero esta vez no”, identificó Sergio Apaza, técnico y catedrático de la universidad del fútbol.

Farías llegó al balompié nacional en 2016, cuando tomó el timón de The Strongest. Desde 2018, primero de forma interina, y después,  oficialmente, se hizo cargo de la Verde. “De cualquier técnico lo positivo siempre será el hecho debutar a muchos jugadores jóvenes. En ese aspecto creo que Farías mostró muchos futbolistas con talento y posibilidades de jugar en la Selección, además de hacerlo muy bien. También el sistema que mostró a la hora de ir a jugar como visitante, ir por los partidos”, destacó Luis Cristaldo, exseleccionado.

Segú el exfutbolista, “lastimosamente Farías no se fijó que psicológica  y físicamente no estamos para ir a jugar de igual a igual afuera, ahí se equivocó. El trabajo psicológico y físico no es responsabilidad de él, en entrenador tiene que echar mano de lo que hay como hace cualquier otro seleccionador y ponerlos a competir. El futbolista tiene que estar bien y si llega a la Selección tiene que estar en condiciones físicas. Farías no se dio cuenta de eso”.

Enemigo de Farías, la gente

Para el director técnico y analista Rubén Deleva, “creo que Farías  termina apostando y ofreciendo una clasificación al Mundial. A partir de ahí la gente lo toma y creo que el mayor enemigo que tuvo César es la gente, porque esas promesas son relativas en el futbol. A veces encuentras un equipo y otras tardas seis o siete jornadas, esa es la parte negativa, se expuso ante la gente”.

Entre lo positivo, Deleva destacó que “dio posibilidad a mucha gente, incorporó a jugadores que fueron saliendo producto que hubo Sub-23 y una buena tarea. Es un técnico que trabaja bien, los jugadores lo respetan y varios van creciendo de la mano de él. Se ganó la confianza de ellos, ganaron experiencia y evolucionaron, habrá de donde sacar para mejores presentaciones”.

No formó, pero potenció

“Potenció a varios jugadores de una franja de 23 años para abajo y la muestra es que muchos salieron al exterior. Él no los hizo debutar en el torneo local ni los formó, pero la virtud de Farías es que les dio muchas chances en la Sub-23 y muchos terminaron jugando en la selección mayor”, apuntó Apaza, quien insistió en que “el venezolano no formó a ningún jugador, simplemente les dio el último toque y los potenció. Su capricho le llevó a hacer cosas que los partidos no exigían”.

Al hablar de las sombras de Farías, el entrenador paceño  identificó que el venezolano no tuvo una lectura correcta de los  encuentros claves.

“Por ejemplo, cuando ganamos un partido en La Paz o sacamos un buen resultado contra Chile y Paraguay, acto seguido vamos a Ecuador o Venezuela y ahí está el error. No se hicieron las cosas que pide el partido, sino se actuó con capricho para darle la contra  a la prensa”, explicó.

Farías terminará su contrato con la Federación Boliviana de Fútbol el 29 de este mes. Quedará en el recuerdo su imagen polémica como la de darle un puñetazo a un dirigente de Oriente Petrolero. Después, propinarle una patada a una persona cercana a los futbolistas.

“El próximo técnico tiene que conocer el fútbol boliviano de punta a punta y los entrenadores que lleguen de afuera no conocerán ello”, advirtió Cristaldo.