Denuncian a excura de buscar apropiarse del Templo católico Misional de San José de Chiquitos

Se aprobó una demanda de desalojo.

Fuente: El Día



El Monseñor Robert Flock, Obispo de la Diócesis de San Ignacio de Velasco, denunció a un ex cura de pretender
apropiarse del templo católico de San José de Chiquitos y no aceptar las normas eclesiásticas, atrincherado en el
Templo, apoyado por un grupo de ciudadanos ajenos al equipo parroquial.

Un proceso legal ante el Juzgado de San José de Chiquitos determinó probada la demanda para el desalojo de este grupo, proceso en el que la Procuraduría General del Estado se apersonó como aliado de las 7 personas que pretenden apropiarse del Templo, habiendo encontrado en el ex cura a su Judas para traicionar a Jesucristo, señaló
Flock.

El Complejo Misional, junto a otras cinco Misiones Jesuíticas de la Chiquitania, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1990 y posteriormente a nivel Nacional y Departamental, ayudando a
movilizar recursos para su restauración liderada inicialmente por la Iglesia Católica y luego Plan Misiones, alianza de la Iglesia Católica, los Gobiernos Autónomos Municipales y el Departamental.

Se explicó que la Diócesis de San Ignacio cuenta con la posesión y el derecho propietario del complejo como bien
eclesiástico Sede Parroquial y lugar de Culto católico activo desde su fundación, y debe ser administrado por el párroco nombrado por la autoridad competente.

El pronunciamiento del monseñor, aclara que el gobierno nacional jamás ha puesto un centavo para conservar este patrimonio. “Vemos que cuando hay beneficios, dicen que es del pueblo; cuando necesita inversiones, es de la Iglesia, cuando hay resentimiento, es del ex cura. El pueblo está cansado; no le importa quién es dueño. Quiere convivir en paz con la bendición de Dios, celebrando su fe católica con las tradiciones solemnes que heredaron de la época misional, inseparables de este templo”, afirmó Flock.

Recordó al fin de cuentas, es el pueblo que determinará, qué es y qué será el Complejo Misional de San José con su icónica fachada de piedra: una cueva de ladrones, un mero atractivo turístico, o un lugar de culto en espíritu y en verdad.