El alza del precio del gas pone en peligro la producción de fertilizantes en Europa

Yara es el mayor fabricante mundial de fertilizantes cristalinos y está sufriendo los efectos de una nueva subida del precio del gas, esta vez por el conflicto en Ucrania. La empresa noruega ha decidido reducir su producción en Europa.

Por Altin Lazaj




 

Yara está dando pocos detalles pero la empresa internacional noruega acaba de anunciar que reducirá temporalmente la actividad de su fábrica de Le Havre, en Francia, y en la de Ferrara, en Italia, a causa del alza del precio del gas. El combustible representa el 90% del costo de producción de los abonos minerales y por la misma razón (el aumento del precio del gas), la empresa noruega había reducido ya en septiembre su producción temporalmente.

La última decisión de Yara de recortar sus dos centros en Europa no hace más que acentuar los temores de escasez de fertilizantes, cuyo precio se ha disparado de nuevo con la guerra de Ucrania. La comunidad agrícola también está preocupada por el impacto del conflicto en Ucrania. Rusia es uno de los principales proveedores de fertilizantes nitrogenados de la Unión Europea, con un 30% de sus necesidades. Además, Rusia es un actor clave: su producción representa una cuarta parte del comercio mundial. Una reducción, o incluso una ruptura de los suministros rusos, es muy posible.

Hace una semana, el Ministerio de Industria ruso recomendó a sus productores de fertilizantes que suspendieran temporalmente sus exportaciones alegando «sabotajes» de empresas extranjeras que obstaculizan el transporte de este producto. Se trata de una verdadera pesadilla para el mundo agrícola, que ya se enfrenta a un aumento generalizado de los costes de producción.

En Francia, si bien las reservas de abono para este año ya están aseguradas, son las compras para la campaña de 2023 las que preocupan a los agricultores. Esta situación podría llevarles a utilizar menos fertilizantes el año que viene, con el riesgo de que el rendimiento de los campos disminuya. Por su parte, la empresa Yara lleva varios meses advirtiendo de los riesgos de esta subida de precios, que en última instancia podría amenazar la seguridad alimentaria mundial.

Radio Francia Internacional