Los atigrados tienen la ventaja de la igualdad 0-0 que lograron en la ida en Quito. A pesar de eso, los técnicos coincidieron en que la llave está abierta. Los católicos cerraron prácticas en Tembladerani, ayer.
Fuente: paginasiete.bo
Juan C. Toro / La Paz
“El partido del año”, así calificaron los jugadores de The Strongest al duelo de esta noche ante la Universidad Católica, de Ecuador, en el estadio Hernando Siles (20:30), en el que los de Achumani buscarán el premio de tres millones de dólares por ingresar en la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Para lograr el objetivo los atigrados necesitan la victoria, no importa el marcador, luego de que en el compromiso de ida, jugado la semana pasada en Quito, lograron un empate 0-0.
Las mismas chances tienen los ecuatorianos, quienes están obligados a conseguir un triunfo, ya que un empate obligará a que la llave se defina por la vía de los tiros penales.
Los tigres de Achumani aseguraron que están enfocados en el duelo a pesar de la derrota por el torneo local ante Bolívar, su tradicional rival, y sólo piensan en conseguir los tres puntos.
El técnico Cristian Díaz no podrá contar con dos jugadores importantes como Cristian Esparza y Martín Prost, ambos por expulsión. Sus reemplazantes serían Henry Vaca y Jaime Arrascaita. Además, por lo visto en el cierre de entrenamientos, pondría a Diego Wayar como lateral por la derecha, como pasó en la revancha de la anterior fase ante Plaza Colonia.
“La llave está abierta… Sabemos de sus fortalezas y de sus debilidades, por ello trataremos de hacer un gran partido en busca de la clasificación. Nos enfrentamos con un gran equipo, no tenemos que equivocar el mensaje y nuestra preparación emocional”, señaló ayer el entrenador argentino en una conferencia de prensa.
Apuntó que su conjunto tiene que tener los pies sobre la tierra. “Estamos ante una oportunidad muy buena y muy bonita para el club en el tema institucional y económico”, remarcó.
Los paceños están concentrados en su complejo de la zona Sur de La Paz y en la víspera cerraron sus aprestos.
El conjunto católico llegó al país el lunes por la noche y en la víspera tuvo la oportunidad de trabajar en la cancha del club Bolívar, en Tembladerani.
“Falta definir un par de jugadores… Hemos visto el clásico y los encuentros que disputó ante Plaza Colonia. Sabemos que será un partido difícil ante un equipo de calidad”, aseveró el entrenador Miguel Rondelli.
Considera que a pesar de las bajas que los atigrados sufrieron el equipo local cuenta con un conjunto para respetar.
“Haremos nuestro partido, la llave está abierta. No creo que ataquen desde el inicio porque saben que somos peligrosos de contragolpe”, apuntó el entrenador rioplatense.
Las bajas ecuatorianas son Darwin Cuero y José Carabalí, ambos terminaron con lesiones, después del duelo en el estadio Atahualpa, pero el golero llegó a Bolivia.
