El Legislativo dejó sin efecto el contrato con Gate Gourmet Catering a petición de la proveedora. La empresa ya obtuvo otros 4 contratos por Bs 78 millones con el Estado boliviano. Del Castillo denunció irregularidades.
Leny Chuquimia / La Paz
La empresa Gate Gourmet Catering Bolivia S.A. contratada —y luego rescindida— para prestar el servicio de cafetería al Senado ya fue observada por mal servicio en dos contrataciones de la Unidad Ejecutora de Lucha Integral Contra el Narcotráfico (Uelicn) en 2020. Estas adjudicaciones forman parte del paquete de presuntas compras irregulares realizadas durante el gobierno de transición.
La denuncia formal por esas compras fue presentada en 2021 por el Ministerio de Gobierno. El titular de esa cartera, Eduardo del Castillo, reveló al menos 30 contratos anómalos hechos por su predecesor Arturo Murillo.
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El pasado miércoles, Página Siete publicó un reportaje sobre las contrataciones para la atención de las actuales cámaras de Senadores y Diputados. Con datos del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), se evidenció que el servicio de cafetería de la gestión 2022 para 36 senadores fue adjudicado por 304 mil bolivianos, monto apenas menor a los 340 mil bolivianos con los que se contrató el servicio de comedor para los 130 diputados.
Según los contratos, los mismos alimentos cotizados para la Cámara Alta costaban hasta más del doble que en la Baja. Por ejemplo: para los diputados una salteña costaba cinco bolivianos, mientras que para los senadores 12. Un pan por el que diputados y la población pagan 0,50 bolivianos, para los senadores costaba 0,80.
Tras la publicación, un comunicado del Legislativo indicó que el contrato fue rescindido el pasado 25 de febrero, a pedido de la proveedora. El argumento de la empresa fue motivos de fuerza mayor por un brote de covid en su personal.
La proveedora
En 2020, un reporte de la Fuerza de Tarea Conjunta de los Yungas afirmaba que 63 de sus 90 efectivos estaban enfermos. Por el trabajo que los uniformados realizan en una zona selvática se sospechó de dengue o hantavirus; pero esta vez era salmonelosis.
Las investigaciones internas dieron con la causa: la falta de higiene en la preparación de los alimentos, tarea que en ese momento estaba a cargo de la empresa Gate Gourmet Catering Bolivia S.A. No era la primera vez que la proveedora tenía problemas en ese destino de servicio.
Gate Gourmet es una proveedora recurrente del Estado. Desde hace años da servicio a Boliviana de Aviación, a Transporte Aéreo Militar, a la Dirección General de Aeronáutica Civil y a la Uelicn, dependiente del Ministerio de Gobierno.
El 20 de febrero de 2020, durante la gestión de Arturo Murillo como ministro de Gobierno, la empresa se adjudicó dos contratos de la Uelicn para preparar los alimentos de las FTC en el trópico y los Yungas. En el primer caso el monto adjudicado fue de 25,9 millones de bolivianos, mientras que en el del segundo fue de 18,9 millones de bolivianos.
Hasta 2019, ese servicio para el personal que se dedica a la erradicación de coca ilegal era adjudicado a tres empresas distintas. En 2020 recayó en una sola.
“Las raciones están incompletas, falta higiene, los alimentos están en mal estado (…) no debería hacerse el pago a la empresa porque se convertiría en un daño al Estado”, señala un fax enviado por el comandante del campamento Teniente Gironda de los Yungas, el 28 de febrero de 2020. La queja llegaba apenas a una semana de la prestación del servicio.
De acuerdo a los informes de los procesos, en ambos casos se solicitó un certificado del Senasag que, según las normas de contratación, no es un requisito. De todas las proponentes, solo Gate Gourmet contaba con dicho documento, lo que dejó fuera a las otras empresas.
La adjudicada no comprobó la experiencia del personal que atendería estos contratos en el rubro y tampoco en la atención de más de 700 comensales.
Las quejas por falta de insumos, de equipos de cocina o de inocuidad fueron recurrentes, pero en el Sicoes no hay registro de alguna sanción o advertencia para resolver el contrato.
En 2021, tras una revisión de las adjudicaciones, Del Castillo afirmó que en ambos casos hubo un direccionamiento de la contratación. Página Siete consultó a la Procuraduría sobre el estado de los dos casos y se espera una respuesta de la entidad.
También se trató de contactar a Gate Gourmet por medio de los teléfonos registrados en el Sicoes y la guía de proveedores del Estado, pero ninguno de los proporcionados está funcionamiento.
En 2020, luego que se conocieran las fallas en el servicio brindado a los efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en el trópico, la Alcaldía de Shinahota realizó una inspección a los predios donde la proveedora elaboraba los alimentos. El operativo realizado en marzo de ese año observó una serie de falencias, referidas al manipuleo y preparación de los alimentos.
“La empresa no cumple ciertos requisitos indispensables para su funcionamiento, a pesar de que es una empresa reconocida a nivel nacional”, explicó el entonces responsable de la Intendencia Municipal, Beltrán Dueña.
Entre las vulneraciones advertidas estaban: mala manipulación de los alimentos, falta de higiene en los utensilios y la infraestructura, falta de protocolos para la conservación de los productos, además de alimentos en mal estado.
Dueña afirmó que se procedería a la sanción correspondiente a la proveedora, pero ya no se emitió más información al respecto.
Un informe del servicio en La Paz tenía las mismas observaciones de los predios donde se preparaba la comida para las FTC de los Yungas.
Aunque el servicio prestado a las FTC en el trópico y los Yungas causaron polémica, Gate Gourmet Catering Bolivia S.A. se adjudicó dos contratos para atender los vuelos de la estatal BOA. Uno de ellos se amplió a 2022.
Ambos procesos se hicieron por contratación directa. El primer contrato registrado en el Sicoes data de marzo de 2020.
La adjudicación fue por 3,2 millones de bolivianos. De acuerdo a la documentación del proceso, en una primera instancia la prestación del servicio debía realizarse del 5 de febrero hasta la primera semana de marzo. Pero se hizo una ampliación, sin modificación del monto, hasta finales de abril.
Cumplido el contrato se firmó uno nuevo. Esta vez por 29,7 millones de bolivianos. El servicio debía ser brindado durante lo que restaba de 2020 y 2021.
Debido a la restricción de vuelos por la pandemia y, una vez reactivados, a los protocolos de prevención de contagios que impiden servir alimentos en la nave, el contrato no se ejecutó. Por ello el 31 de diciembre de 2021 BOA y la proveedora firmaron un contrato modificatorio que amplió este servicio hasta 2022.
Antes de la contratación de Gate Gourmet, la proveedora recurrente de BOA, desde 2009, era la empresa Service Group SRL, también representada por Werner Guth Borda. En 2014, esta empresa compró la extinta Air Caterig, observada por obtener un contrato directo con BOA mientras tenía como accionista a la cuñada de Álvaro García Linera.