Estados Unidos acusa a los militares birmanos de genocidio contra la minoría rohinyá


El jefe de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken, hará oficial la denuncia durante una visita este lunes al Museo del Holocausto de Washington, donde actualmente hay una exposición sobre esta violencia titulada “El camino de Birmania hacia el genocidio”. Cientos de miles de musulmanes rohinyás huyeron de Birmania desde 2017.

Hay más de un millón de refugiados en Tailandia, Malasia et India, pero sobre todo en Bangladesh. En torno a 850.000 personas de la minoría rohinyá huyeron al país vecino donde fueron enviados a campamentos, unos 600.000 están viviendo en el estado birmano de Rakhine, en el suroeste. “Se trata de la comunidad más grande apátrida en el mundo”, denuncia la ONU.



Desde el 25 de agosto de 2017, fecha en la que un grupo insurgente rohinyá lanzó una serie de ataques contra puestos de policías, las fuerzas armadas de Birmania y milicias budistas nacionalistas llevan a cabo una campaña miliar perpetrando masacres contra esta comunidad, de confesión musulmana. Según Naciones Unidas hay miles de muertos, algunas ONGs hablan de 25.000 asesinatos.

“El ejército birmano lanzó una campaña sangrienta con bombardeos et incendios criminales que se parecen a una limpieza étnica”, ha denunciado por su parte la organización de DDHH Human Rights Watch.

Una niña rohinya camina por una colina en el campamento de refugiados de Kutupalong, en Ukhia, Bangladés, el 13 de septiembre de 2019.
Una niña rohinya camina por una colina en el campamento de refugiados de Kutupalong, en Ukhia, Bangladés, el 13 de septiembre de 2019. AFP

¿Un genocidio?

Estados Unidos ya había aplicado amplias sanciones contra el gobierno de Birmania desde que comenzó la represión contra esta minoría musulmana. En diciembre pasado, durante una visita a Malasia, Blinken ya anunció que estaban analizando si el trato a los rohinyás podía “constituir un genocidio”.

El reconocimiento del genocidio no supone la aplicación de nuevas medidas pero sí tal vez mayor presión internacional en el proceso en La Haya.

La Corte Internacional de Justicia abrió una investigación en el año 2019, pero el caso se complicó por el golpe militar de febrero del año pasado, un golpe que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, lo que provocó una ola de protestas y una represión sangrienta. La exmandataria ha sido condenada a seis años de cárcel y aún tiene pendientes una decena de procesos judiciales.

(con AFP)

Radio Francia Internacional