Guardaparque: La minería en el Madidi ya está fuera de control y rebasó todo sistema de vigilancia y sanción

“Ya estas operaciones mineras están ubicadas desde las nacientes del río Tuichi, que es altamente importante por las funciones que cumple como cuerpo fundamental de agua y que atraviesa todo el parque Madidi. Esto ya está fuera de control y las autoridades prácticamente evitan hacer algo”, establece Marcos Uzquiano, jefe de Protección de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica del Beni.

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Imágenes de actividades mineras dentro del Madidi. Foto. RRSS

Fuente: ANF

Durante las últimas semanas se incrementaron las denuncias de intervenciones mineras irregulares dentro de áreas protegidas en Bolivia como el Madidi. Testimonios e imágenes dan cuenta de una amenaza latente de estas operaciones auríferas. Para el guardarque, Marcos Uzquiano, la explotación minera en esta región biodiversa está fuera de control.



“Desde hace años hemos venido denunciando el incremento de concesiones mineras en el Madidi. Y no nos hemos equivocado, porque a estas alturas ya las actividades mineras están fuera de control y han rebasado todo sistema de vigilancia y sanción. Porque además hay una arremetida con maquinaria pesada que ingresa desde Mapiri y a esto se suma las alianzas de estas empresas mineras con las comunidades”, detalla a ANF Uzquiano, quien actualmente ejerce el cargo de jefe de Protección de la Reserva de la Biósfera Estación Biológica del Beni.

A todas las denuncias de intervenciones ilegales mineras dentro de áreas protegidas, se suman la  del pasado 6 de febrero, cuando activistas y guardaparques informaron que un grupo de 90 personas, entre trabajadores mineros y algunos comunarios de la localidad de Azariama se asentaron en el sector Resina a orillas del río Tuichi en el municipio de Apolo, que está dentro del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi.

“Han establecido un campamento, una tranca de control donde revisan documentos y no están dejando ingresar a personas de otros lugares. A los propios comunarios les están revisando sus pertenencias y les quitan sus celulares para que no graben ninguna actividad minera”, contó un guardaparque a ANF.

Uzquiano detalla que son constantes las actividades y movimiento que se registran en las zonas y comunidades del Madidi para el desarrollo de estas operaciones auríferas. Relata que el combustible para que opere la maquinaria pesada es transportado en grandes cisternas y las retroexcavadoras no paran de trabajar.

“Ya estas operaciones mineras están ubicadas desde las nacientes del río Tuichi, que es altamente importante por las funciones que cumple como cuerpo fundamental de agua y que atraviesa todo el parque Madidi. Esto ya está fuera de control y las autoridades prácticamente evitan hacer algo”, establece el guardaprque, que durante muchos años viene denunciando estas actividades ilegales y recibió incluso amenazas por esas denuncias.

Instituciones, colectivos, investigadores y pueblos indígenas denunciaron que estas actividades mineras se van incrementando a medida que pasan los años y esta intervención pone en un riesgo alto a la biodiversidad y pueblos ancestrales que habitan el Madidi.

El Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib) apuntó que el 8% de la extensión que comprende en Madidi ya ha sido comprometido para la actividad minera aurífera.

En ese sentido, Uzquiano afirma que el escenario es crítico, ya que muchas comunidades indígenas como los Tacana, Uchupiamona y Leco que habitan en esta área corren un gran riesgo por la contaminación e impactos sociales que conlleva esta actividad de explotación aluvial.

El Madidi es considerado como una de las áreas protegidas más biodiversas del mundo, ya que cuenta con una gran diversidad de ecosistemas y variado gradiente altitudinal, lo cual ha permitido el desarrollo de gran variedad de especies de plantas y animales silvestres. Y es hábitat  de pueblos indígenas en riesgo y no contactados.

Y este panorama de actividades mineras irregulares, sin licencia ambiental ni autorizaciones estatales se replica en otros parques y áreas protegidas de Bolivia.

“Venimos expresando hace varios años sobre esta amenaza de destrucción en nuestros territorios. Y es que la totalidad de las 22 áreas protegidas están tristemente expeditas para el ingreso de actividades extractivas, como la minería e hidrocarburos, pero también la construcción de grandes proyectos de impacto como carreteras e hidroeléctricas”, explicó Alex Villca, líder indígena y representante de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (Contiocap).