Infraestructura Cochabamba sufre por falta de estadios con proyección en diseño

En Cochabamba, cada uno de los municipios del eje metropolitano —Vinto, Quillacollo, Colcapirhua, Tiquipaya, Cercado y Sacaba— cuenta con al menos un estadio, pero de todos estos sólo uno, el Félix Capriles, reúne “todas” las condiciones necesarias para recibir partidos de la División Profesional y es el único que puede ser sede de un encuentro internacional.

Los estadios Samancha Urabi, de Colcapirhua, y Capitán Angulo, de Sacaba, si bien fueron habilitados por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) ante la urgencia de no poder jugarse en el Capriles (por mantenimiento), ninguno cumple al 100 por ciento con las exigencias para recibir un partido de categoría profesional.



Mientras que los otros tres estadios —Hipólito Lazarte, de Vinto; Municipal, de Quillacollo, y Sebastián Ramírez, de Tiquipaya—, si bien ya recibieron partidos de la Copa Simón Bolívar, no reúnen las condiciones de aforo, seguro y otras instalaciones para recibir un partido profesional.

Con cuatro equipos vallunos en la División Profesional, se hace imperiosa la necesidad de contar con más estadios habilitados, pero la falta de proyección al momento del diseño y construcción de los escenarios imposibilita ampliar o adecuar los estadios para cumplir la normativa.

En el fútbol nacional, de acuerdo al Reglamento General del Campeonato, se solicita que los campos deportivos cumplan con los requisitos de la FIFA, Conmebol y de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).

Entre los requisitos para que un recinto sea homologado la FBF se solicita una capacidad mínima de 6 mil espectadores, salvo algunas excepciones.

Para cumplir con este requisito, algunos escenarios como el de Tiquipaya (capacidad de 5 mil personas) y Vinto (2.500) tendrían que ampliarse, pero, por el espacio que queda en el terreno donde se construyeron, es virtualmente imposible que sea así. En el caso de Tiquipaya, ya no existe más terreno para construir las curvas.

Respecto al estadio de Quillacollo, que tiene una capacidad de 10 mil personas, se proyecta la construcción de las curvas, y aunque sí existe el espacio para la tribuna sur, para la norte el terreno es muy estrecho y ahora se buscan soluciones.

En Quillacollo también se realiza actualmente el cambio del césped, que podría estar listo en unos cuatro meses más. Además se adecuará el escenario para cumplir con la normativa de seguridad en las tribunas e ingresos.

En el tema de seguridad, se pide que los equipos, árbitros y público tengan ingresos y salidas independientes. Ésta fue una de las mayores observaciones que se tuvo en el estadio de Quillacollo, en el que todos los actores del fútbol debían usar las mismas puertas. El mismo problema tiene el estadio de Tiquipaya y Vinto.

Asimismo, los escenarios deben tener un dispositivo de seguridad para evitar la invasión del público al campo de juego. En la mayoría de los estadios, la soluciones fueron mallas perimetrales.

También se requieren salidas de emergencia para las ambulancias y para el público en el caso que sea necesaria una evacuación del mismo.

Los estadios deben contar con diferentes ambientes, como los camarines (mínimo cuatro), fuera de los vestuarios para los árbitros, la sala doping, sala médica, boleterías, servicios sanitarios, cabinas para la prensa y, desde el segundo semestre de esta temporada, los estadios tendrán que contar con una sala VOR para la implementación del Video Arbitraje (VAR).

La mayoría de los recintos tienen como mínimo dos camerinos para los equipos y otro para los árbitros, pero no cuentan con el resto de los ambientes, como en el caso de Sacaba y Colcapirhua, donde se improvisaron salas para los réferis y los controles doping.

Fuera del Capriles, Sacaba y Tiquipaya tienen algunas cabinas para radio, el resto no planificó su construcción.

EL TRÓPICO TIENE CINCO ESTADIOS

El trópico cochabambino tiene la mayor cantidad de estadios con posibilidad de ser homologados por la FBF, pero no tiene ningún equipo en la División Profesional.

El principal escenario que incluso está en condiciones de recibir un partido internacional es el Bicentenario de Villa Tunari, con capacidad para 25 mil personas. Este estadio es el único que cuenta con butacas en Cochabamba.

Después están los estadios Hugo Chávez, de Chimoré, para 15 mil personas; el de Shinahota, para 10.600; Carlos Villegas, de Entre Ríos, para 17 mil espectadores, y el Evo Morales, de Ivirgazama, para 25 mil hinchas.

Esta temporada, el Bicentenario ya recibió un partido del Torneo Apertura entre Wilstermann e Independiente, y buscan ser sede de otros cotejos más. Este escenario es sede de las concentraciones de las selecciones nacionales,con usos ocasionales, pero durante todo el año uno de los mejores escenarios del país sirve los fines de semana para torneos sindicales o de choferes.

El estadio Carlos Villegas recibió la temporada pasada los partidos de la Copa Simón Bolívar.

MARACANÁ, UN ELEFANTE BLANCO OLVIDADO EN CLIZA

REDACCIóN CENTRAL

Bajo la promesa de que Cliza tendría el estadio más grande de Cochabamba, un escenario para 35 mil personas, se invirtieron 14.212.211 de bolivianos en su construcción, que nunca se finalizó.

La infraestructura inconclusa, que se encuentra en la Villa Olímpica El Carmen, ahora pasa por un período de deterioro, con aguas estancadas bajo los cimientos de la tribuna de preferencia, una cancha llena de maleza y tribunas que sólo sirven para que algunos jóvenes vayan a beber.

La promesa de la Alcaldía de Cliza es habilitar la cancha para que empiece a ser usada.

Fuera de este escenario, el valle alto tiene otros estadios como el de Arbieto (7 mil personas), Cliza (1 mil), Punata (15 mil) y Tarata (500), que no están en condiciones para ser homologados.

Fuente: lostiempos.com