“Que se los lleve la quebrada”, el miedo de los niños de Itika Guasu

Organizaciones que trabajan con niños advierten que los menores de las comunidades guaraníes del departamento de Tarija, quedaron “asustados y expuestos”, por lo que recomiendan una atención psicológica que les ayude a superar sus traumas.

“Que se los lleve la quebrada”, el miedo de los niños de Itika Guasu
Se estima que entre los damnificados por la riada en Entre Ríos hay 500 menores de edad

Fuente: El País

La noche del 20 de febrero la historia de 10 comunidades indígenas del municipio de Entre Ríos, en la provincia O´Connor, cambió. Aquel fatídico domingo, producto de las intensas lluvias, un aluvión arrasó con todo lo que encontró en su camino, animales de granja, cultivos agrícolas, casas, vidas humanas. Más de 500 familias guaraníes de la zona de Itika Guasu se vieron afectadas.



Actualmente las autoridades del Gobierno nacional, departamental y municipal están trabajando en atender las necesidades básicas de los damnificados. Pero hay un grupo que preocupa, que, quizás, está siendo invisibilizado: los niños. Organizaciones que trabajan con niños advierten que los menores de las comunidades guaraníes quedaron “asustados y expuestos”, por lo que recomiendan una atención que vaya más allá de lo básico, como ropa, vivienda y comida. Recomiendan un apoyo psicológico.

Y es que el mayor número de víctimas mortales del aluvión fueron niños. Cabe recordar que se reportaron 10 personas desaparecidas, de cuales han sido encontradas siete, cinco menores de entre 3 a 13 años y dos personas adultas. Aún falta hallar a tres personas, de cuales dos son menores y una es una mujer adulta.

“Lo que nosotros necesitamos es ayuda con los niños, ellos están muy asustados, cuando escuchan truenos o ven que comienza a llover, se asustan y lloran, tienen miedo de que se los lleve la quebrada”, reconoce Justo Flores, capitán grande de la comunidad Filadelfia, quien pidió apoyo psicológico para los menores de las comunidades.

Y es que no es para menos, pues estos menores perdieron sus casas, juguetes y hasta sus amigos. Y de un momento a otro se vieron obligados a dejar su hábitat porque se sentían amenazados por los desastres naturales.

La Fundación de Ayuda a Víctimas del Delito llegó hasta la provincia O´Connor para apoyar en ese aspecto. Claudia Baldiviezo, directora de esa organización, comentó que ingresó con dos psicólogas, una de ellas especialista en psicología infantil.

“Se está dando unas charlas para que ellos puedan superar este trauma de lo que ha ocurrido. En los niños con los que hemos podido interactuar hemos visto ese temor de que en cualquier momento puede volver a ocurrir (el aluvión). Tienen miedo de repetir esa experiencia que ellos han vivido”, comentó Baldiviezo, a tiempo de advertir que algunos adultos también muestran estrés post traumático, un aspecto que si no se trata puede desatar otro tipo de problemas.

Centro infantil temporal

Aldeas Infantiles SOS de Tarija también llegó hasta algunas comunidades afectadas. Marcelo Vargas, gerente de programa, informó que en Moko Mokal se instaló un centro de atención para niños de 0 a 6 años, para atender sus necesidades en el tema nutricional, de educación y emocional.

“Cuando ocurre una situación de desastre, la población más vulnerable son los niños, porque dependen de los adultos, porque son más propensos a enfermedades, y algunas veces es lo último que se mira”, lamentó.

Los centros de atención son carpas que han sido traídas desde la ciudad de La Paz y que cumplen estándares para garantizar la atención a los niños en caso de que no haya una infraestructura adecuada.

“Los equiparemos con todos los insumos necesarios, como menaje de cocina, porque aquí también se va a cocinar con los niños, como también la atención en la parte pedagógica, para que los niños puedan jugar e interactuar”, comentó Vargas. Los centros estarán ubicados en Moko Mokal, Tomatirenda, Ñaurenda y Saladito de Ñaurenda, comunidades que han sufrido mayor impacto por el aluvión y donde hay mayor cantidad de niños.

Se estima que unos 100 niños se beneficiarán con la atención de estos centros temporales de Aldeas Infantiles SOS.

Riesgos que acecha a los niños en una emergencia

 Según un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, en situaciones de emergencia, las niñas y niños quedan expuestos a varios riesgos. Como la exposición a enfermedades por la falta de acceso a hospitales, las circunstancias climáticas, las condiciones de higiene en la zona de desastre puede hacer que los niños y niñas sean más vulnerables a contraer enfermedades crónicas que afectan su crecimiento, así como a brotes epidémicos e infecciones, como incluso mayor riesgo de contraer Covid-19.

Además, la interrupción a la tranquilidad de los niños y niñas, en consecuencia, de la emergencia, genera traumas y secuelas que alteran su desarrollo emocional, sus capacidades cognitivas y su inclusión en la sociedad.

Otro riesgo es la separación de las familias de los niños ante posibles muertes de sus padres o apoderados, o el desplazamiento de las poblaciones que provoca que los menores pierdan el cuidado de sus familias. A ello se suma el estrés y la pobreza, que puede generar a futuro la posible desintegración familiar.

Un riesgo latente es la violencia. El ambiente de caos en que conviven los niños y niñas después del desastre, los dejan expuestos a explotación, abuso sexual y violencia física o psicológica, pues la precariedad de la economía y otras causas sociales que se agudizan posterior al desastre, imposibilita que los padres tengan tiempo y voluntad para proteger a sus hijos.

Y no hay que olvidar la interrupción de la educación. Producto del impacto del desastre sobre infraestructuras escolares o el uso de escuelas como albergues, suele relegarse el derecho de los niños y niñas a la educación, así como a generar ausencia a clases o a teleeducación debido a la ausencia de tiempo, espacio e incluso comunicación.