Tres son compañía y nadie es ninguno ¡Pobre Bolivia!

Egoísmo y cobardía, podríamos llamar a los masistas encasillados detrás de la fortaleza narco de Evo Morales en el Chapare. Las voces discordantes al interior del partido de gobierno, cada día que pasa, demuestra que los “millonarios evistas forjados en 14 años de gobierno” no tienen más cabida ni aceptación en la mayoría de los departamentos del país, y que solamente la región cocalera, sería el aglomerado de traficantes simpatizantes del presidente de las 6 federaciones de productores de coca para la cocaína en Bolivia.

Nunca antes, en el MAS se había visto, tanta discrepancia interna de manera pública: Masistas contestatarios expulsados, desconocimiento público a la dirección nacional del partido por haber sobrepasado el tiempo de mandato, el presidente y el vicepresidente con acciones y actitudes direccionadas a una falta de respeto hacia la presidencia del partido, un ministro de Gobierno atacando de frente a los narcos diputados del MAS, un exministro de Gobierno queriendo salvar su futuro apostando al perdedor, etc.



Todos revueltos contra sus dirigentes políticos por causa del poder debilitado a consecuencias de crisis de difícil manejo y contención al interior del poder ejecutivo, un poder legislativo completamente desorientado respecto al futuro interno del partido que representan y un huEVOn Morales cobarde y egoísta que no claudicará fácilmente, por miedo a un futuro comprometedor ante la justicia internacional por su vinculación con la protección al narcotráfico en Bolivia.

¿Nada debe hacerse, o debe dejar de hacerse? ¿Qué no se tome en consideración la participación del jefe del partido en el negocio de protección al narcotráfico? Los chantajes narcos que seguramente se ciernen sobre las cabezas de Arce y Choquehuanca, es lo que viene incomodando al gobierno. Ahora, cada uno por su lado, queriendo demostrar un liderazgo inexistente, pregonan “UNIDAD” y la pregunta es: ¿Alrededor de quién?… El MAS es un hervidero de corruptos, apostando al futuro incierto.

No parece que la evolución de la preocupación por la corrupción vaya estrictamente en paralelo con la evaluación negativa de la situación económica o el desgaste del presidente Arce Catacora como aquel renombrado ministro de Economía que tenía al país con las mayores Reservas Internacionales nunca vistas. Más bien da la impresión de que la acumulación de noticias sobre escándalos de corrupción en un contexto de “tiempos difíciles” va empujando cada vez a más gente a ver la corrupción como uno de los problemas más graves que afronta la sociedad

En un país como el nuestro, en el que la gran mayoría de los ciudadanos no solo percibe una gran impunidad para quienes se implican en actividades corruptas, sino que también denuncian que las instituciones públicas no funcionan con suficiente imparcialidad, los objetivos de la lucha contra la corrupción deberían ser evidentes, este concepto para nada es compartido por el ministro de Justicia Lima, que más bien quiere piedra libre para los delincuentes.

Todos, o la mayoría de ciudadanos, quieren reforzar la imparcialidad con la que funcionan las instituciones públicas con la intención de dificultar o impedir la tentación de patrimonialización de las mismas para su uso clientelar, como lo hacen las autoridades masistas.

En segundo lugar, es una demanda compartida, la de reforzar la confianza social en las instituciones públicas como primer paso para incrementar la confianza mutua entre los ciudadanos. Y Para este fin, es imprescindible que tales instituciones sean fiables y predecibles y, por tanto, no tomen sus decisiones al peligro en exclusiva de las conveniencias cortoplacistas de quienes las dirigen.

Por último, todos coinciden, en que no se debería perder de vista un asunto del que solemos olvidarnos cuando hablamos de la lucha contra la corrupción. Se trata de la desigualdad. Seguramente no es por casualidad que las sociedades que tienen los menores niveles de corrupción son también las que presentan mayores cuotas de igualdad social. Una sociedad que no comparte el objetivo de luchar contra la desigualdad, no estará en las mejores condiciones para fomentar el sentido comunitario, el espíritu público y la responsabilidad individual que hacen falta para contener la corrupción. Si no hay plata la justicia o cualquier trámite público, no funciona hoy en día en Bolivia.

Arce Catacora desacreditado y escondido, agachando la cabeza a la espera de algún milagro, y lo que es peor, alejado de los sectores productivos y muy cercano a los sectores demandantes de mayores oportunidades… Muy contradictorio para un país que busca salir de una crisis social, financiera y sanitaria.

Evo Morales, “pringado hasta el coto” de polvo blanco, perseguido por algunas entidades e investigado por la DEA, con muy pocas probabilidades de que salga limpio y puro de sus mentiras acostumbradas.

Y Choquehuanca con sus teorías ancestrales que no son coherentes para un estadista indígena, pero si, para un demente desquiciado por ritos y costumbres desconocidos.  Son los tres ejemplares que buscan una unidad partidaria alrededor de ellos, tres que tienen en común la hipocresía y la mentira, que buscan a través de sus encantos discursivos atraer al incauto e ignorante masista.

Al otro lado de la moneda, la cosa no está mejor, les llegó la era perruna, o sea, rascar para adentro pensando que son los que tienen mejores uñas para dirigir y manejar el erario público a su antojo: Manfred Reyes Villa, trabajando bien como él solo sabe hacerlo, en una Alcaldía que ya conoce, pero sobre todo quedando bien con Dios y con el diablo. Gran amigo, por ahora, del gobernador masista y muy distante de los demás alcaldes y gobernadores del país que pudieran hacerle sombra, en su pretendida y nunca olvidada aspiración presidencial.

Luis Fernando Camacho, un héroe venido a menos. Que intenta alejarse de la participación en la asunción presidencial de Jeanine Añez a como dé lugar, olvidándose que tuvo 5 carteras ministeriales desde el inicio y dos empresas estratégicas estatales a cargo de sus fraternos logieros, que lo único que hicieron fue robar en arcas abiertas.

Hoy en día, demostró que las clases virtuales del dictador Morales, fueron muy bien atendidas y puestas en práctica en la gobernación de Santa Cruz, a través de un decreto que fue publicado en la gaceta departamental y luego borrado. Y como buen aprendiz de tirano, hizo que mandos menores paguen errores de terceros. Lo más inaudito, que, a través de las declaraciones de su gente de confianza, se pida investigar otros actos corruptivos de la misma manera que lo hacen al interior de la gobernación. O sea, aceptan este acto corrupto y piden que los traten de igual manera.

Jhonny Fernández, el hombre que sabe hacer campaña, que fue campeón para convencer y reinventarse en política… Lo único que no supo hacer en su vida política fue perder las viejas mañas, el viejo estilo de intentar enriquecerse con las licitaciones dirigidas, el generar las condiciones estratégicas para que una empresa se adjudique el contrato millonario de la basura. Tenía la oportunidad de generar credibilidad a través de su exitoso retorno a la alcaldía cruceña y poder propagarse a nivel nacional, lo único que logró hasta la fecha de manera apresurada, es que la ciudadanía pida su revocatorio por corrupto e ineficiente, que triste final.

Eva Copa, la mujer que sobresale por su temple, por su liderazgo en un territorio machista y porque sabe hacer política. Sus deficiencias están cargadas de sentimentalismos que afectan su accionar político a nivel nacional, pero sobre todo a nivel interno de la Alcaldía que ella dirige… ¿Puede pasarle factura? Más que seguro, ya le pasó cuando lloró frente al presidente y desilusionó a muchos en Santa Cruz que veían en ella una probable líder que podía llevar adelante la Complementariedad de Opuestos, idea del líder histórico fundador del MAS Filemón Escobar. El otro factor importante, que involucra un sentimentalismo más arraigado, es la presencia del príncipe consorte, muy cercano a las altas directivas ejecutivas del municipio alteño, tal como sucedió en Santa Cruz, con la exalcaldesa tildada de corrupta y su esposo prófugo de la justicia actualmente. Estos vínculos joden la vida política de cualquier líder.

Y si hablamos de aquellos que asoman ciertos liderazgos por sus demostraciones valientes de una oposición abierta y de frente al gobierno, podemos citar a dos personajes que les falta afianzarse con el ciudadano nacional, podíamos citar a:

Rodrigo Paz, hijo del expresidente Jaime Paz y exalcalde de Tarija. Y como todo político que ejerció un cargo público, tiene sobre su espalda un sinfín de acusaciones que tendrá que ir aclarando de a poco. Pero que tiene pasta para ser líder es indudable, buena oratoria y sobre todo sabe de política.

Pero también surge la figura de un abogado constitucionalista, William Bascope, quien demostró enorme sapiencia de leyes como también de la lengua aimara, para explicarnos al detalle las leyes que Arce Catacora nos quería imponer y limitar nuestras libertades. Fue una sorpresa nueva en el ámbito político, que seguramente se irá mostrando más adelante.

En el MAS cuando tres marchan juntos, tiene que haber uno que mande y esto está difícil. Los que están en la otra vereda, tienen que aprender que, para ir delante de los otros, se necesita ver más que ellos. Lo único cierto, por ahora, es que los hombres capaces de alzar y llevar una bandera son muy pocos.

¡Dios Salve Bolivia!

 

 

Alberto De Oliva Maya