Bolivia pasó de la abstención al apoyo frontal internacional a Rusia, que invadió Ucrania en febrero, y votó en contra de la resolución de expulsión de los rusos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Fuente: paginasiete.bo
Jorge Quispe / La Paz
En una histórica votación que mostró quién defiende la justicia y quién no, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) expulsó el miércoles a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, una sesión en la que Bolivia votó en contra de esta sanción, algo que para dos analistas internacionales sólo “aísla” al país y deja “mal parada” la diplomacia nacional.
En cuatro anteriores ocasiones, el país se abstuvo de firmar resoluciones que condenaban el accionar de Rusia en Ucrania, tres de ellas en la ONU y una en la Organización de Estados Americanos (OEA). Con la última acción, Bolivia se alineó a regímenes dictatoriales.
El analista Andrés Guzmán sostuvo que la postura nacional “es negativa, porque va en contra de la doctrina internacional de Bolivia que siempre condenó este tipo de acciones militares, invasiones y otros vengan de quien vengan”.
Añadió que primero fue la abstención en las resoluciones de la ONU y la OEA y lo último “marca un alejamiento”, de la comunidad internacional “en temas vitales como el mar”.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias hacia Bolivia? consultó Página Siete a Guzmán, y el experto apuntó: “Podría afectar en otros temas donde Bolivia necesite el apoyo de otros países cuando se negocie algún tema en otro ámbito, porque esta posición sólo nos aísla”.
Por su lado, Roxana Forteza, otra analista internacional, considera que lo que sucedió el miércoles en la ONU fue “una vergüenza, que frente a masacres y violaciones a mujeres, niños que comete Rusia, Bolivia no apoye la solicitud del retiro de los rusos del Consejo, me deja sin palabras y deja mal parada a la diplomacia de Bolivia que se jactaba de estar en pro de la paz y que somos un país pacifista”.
De acuerdo con Forteza, de nada sirve que el país haya firmado tratados en contra de acciones militares. “A nivel internacional se da mucha importancia a los países y la imagen que proyectan. En este momento estamos en un juicio (por las aguas del Silala contra Chile) donde creemos en un organismo internacional (Tribunal de La Haya) y por ello debemos hacer buena letra, porque la mala voluntad que nos tienen se ve reflejada también en organismos internacionales y en su accionar contra Bolivia”, opinó.
Apoyo a regímenes
El apoyo de Bolivia a regímenes dictatoriales y autoritarios fue criticado en redes sociales por políticos y personalidades.
“Bolivia, Nicaragua, Cuba, Siria y otros apoyaron a Rusia para que no la expulsen del Consejo de DDHH de la ONU. Fueron derrotados, pero este voto ignominioso hace un gran daño a Bolivia, que pasó de la ‘abstención pasiva’ al apoyo frontal a crímenes de Putin”, tuiteó el expresidente Jorge Quiroga.
Mientras que el investigador principal de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, César Muñoz, lamentó que Bolivia, al igual que Cuba y Nicaragua, haya votado contra la suspensión.
Rusia es acusada de crímenes de guerra y de atrocidades contra civiles en las zonas ucranianas ocupadas, como la región de Bucha donde murieron civiles, y ha sido miembro intermitente del Consejo desde 2006, ahora ha sido expulsada del Consejo de Derechos Humanos.
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