Bolivia ya aparece en registros de países en los que se realizan trasplantes de médula ósea

Con la visibilización del país en este ámbito se favorecen los intercambios que permiten la formación de profesionales de la salud en el extranjero. Una publicación científica da cuenta de la participación del país en este tipo de procedimientos médicos.

Fuente: El Deber

Bolivia ya aparece en los registros de países en los que se realizan trasplantes de médula ósea, manifiesta el especialista en Oncohematología y Personaje del Año EL DEBER (2017), Ariel Amaru, que destaca que ello ayudará a que puedan hacerse intercambios para la formación de personal de laboratorio y enfermería, por ejemplo, en la universidad de Chicago, en Estados Unidos.



Otra ventaja es que pueden investigarse ciertas características de esta intervención, por ejemplo, el hecho de que se realice en altura, por la forma en la que el organismo se comporta en esas condiciones ambientales.

La aparición de Bolivia en los registros de países en los que se efectúan trasplantes de médula ósea se realizó en una revista científica de la European Society for Blood and Marrow Transplantation  (Sociedad Europea para el Trasplante de Médula), en un artículo que se refiere a Latinoamérica y la situación del acceso a este procedimiento. Amaru señala que la actualización de datos de este tipo se realiza aproximadamente cada cinco años por lo que, hasta 2015, no había registros de estos trasplantes en el país.

 

 

Los primeros trasplantes de médula ósea en Bolivia fueron realizados en 2017. En estos cinco años el equipo de la clínica Oncoclinic (La Paz) realizó nueve trasplantes, con siete pacientes exitosos, que llevan vidas normales después del procedimiento.

Amaru explica que el paciente debe ser sometido a varias quimioterapias y cuando está listo para el trasplante, a través de un equipo-que se conecta a una vena- se recogen sus células madre, las que son congeladas. Posteriormente se realiza una nueva quimioterapia, más fuerte, que destroza la médula ósea -que es la fábrica de la sangre, señala el médico- hasta que no queda ninguna célula, ni buena ni mala. Entonces, cuando está vacía, se descongelan las células madre y se las vuelve a introducir en el paciente para que éste produzca su propia sangre. Esto suele tomar alrededor de 20 días, en los que el paciente está propenso a infectarse, por lo que es esencial contar con ambientes inocuos.

Los pacientes que sufren linfoma (cáncer en la sangre que afecta a los ganglios) y mieloma (cáncer en la sangre que afecta a los huesos) son los que pueden requerir un trasplante de médula. El que se realiza en Bolivia es el llamado autólogo, puesto que son las mismas células del paciente las que se le inyectan. El medico señala que, después del trasplante, los pacientes con linfoma no necesitan consumir medicamentos, mientras que los que padecen de mieloma sí. Amaru indica que el mieloma no se cura, pero se mantiene ‘dormido’ por entre tres y cinco años, por lo que hay pacientes que vuelven a realizarse un trasplante o dos.

Una intervención como esta, en países vecinos puede costar entre $us 60.000 y 70.000, de acuerdo con el especialista, que manifiesta que en Bolivia cuesta entre $us 35.000 y 40.000, debido a los medicamentos, que deben traerse del exterior.

En diciembre de 2021, se realizó un trasplante de médula ósea en un hospital público boliviano, a un paciente de ocho años, cuyo resultado fue positivo. En febrero de este año, el Ministerio de Salud anunció que esos procedimientos están disponibles para la población boliviana.

 Por todos estos últimos logros es que ahora nuestro país ya figura en el mapa mundial de lugares donde se hacen trasplantes.