Brasil pavimentará un corredor de integración con Bolivia que unirá a Mato Grosso con San Ignacio de Velasco

La construcción de la vía de 140 kilómetros de longitud está aprobada por autoridades brasileñas y traerá múltiples beneficios a las regiones chiquitanas
Carlos Quinquiví

El empresario brasileño, Pedro Lacerda, presidente del Comité Pro Asfaltado de Integración Brasil – Bolivia, afirmó que la construcción de la vía de 140 kilómetros de longitud está aprobada por autoridades de su país y traerá múltiples beneficios a la región de Chiquitos en Bolivia y al estado de Mato Grosso en Brasil.

“Brasil está interesado en comprar sal y la urea que produce Bolivia con su planta industrializadora instalada en el departamento de Cochabamba, porque el estado de Mato Grosso es un gran consumidor de estos productos para la agricultura y ganadería”, dijo el empresario en un contacto telefónico con EL DEBER.

Por diferentes motivos, la reunión binacional entre autoridades brasileñas y representantes del Estado Plurinacional de Bolivia, programada para el 29 de abril, fue suspendida para el 29 de mayo, indicó Lacerda.

La reunión se llevará a cabo en la ciudad de Cuiabá en Brasil, a la que está invitado el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, ministros; parlamentarios, entre ellos el presidente del Senado nacional, Andrónico Rodríguez; el presidente de la Asociación de Municipios de Santa Cruz (Amdecruz), Hediberto Cuéllar; Ruddy Dorado, alcalde de San Ignacio de Velasco; industriales y empresarios ganaderos de ambos países, que tomarán acuerdos para la ejecución de la obra que será financiada por Brasil.

La conexión vial entre Vila Bela y San Ignacio de Velasco es de gran importancia para ambos países, por el desarrollo económico de los pueblos de frontera, la promoción del turismo, compra de madera de Bolivia y otros aspectos comerciales, dijo Pedro Lacerda.

Se trata de un proyecto que durante décadas han impulsado los hermanos Marcio y Pedro Lacerda, que ha generado expectativas en ambos países y que comienza a hacerse realidad, pues ya está el estudio aprobado para darle forma a la ruta a asfaltarse Vila Bela – San Ignacio de Velasco.

El proyecto contempla, 140 kilómetros de longitud. En la primera etapa será asfaltado el tramo de 80 kilómetros, entre Vila Bela y Palmarito que es el límite fronterizo de ambos países y el segundo tramo es hasta San Ignacio de Velasco que se prevé en línea recta sean algo de 70 kilómetros.

El Gobierno del estado de Mato Grosso decidió construir el asfaltado de integración Brasil – Bolivia porque traerá múltiples beneficios, potenciando la integración física nacional, regional e internacional, brindando mejores condiciones de transitabilidad de seguridad vial y menores costos de operación, incrementando el transporte de pasajeros y cargas, para facilitar la accesibilidad de productos y servicios a los mercados internos y externos de ambos países, dijo Lacerda

“Comprar sal, urea y madera a Bolivia es un gran negocio porque nos ahorra largas distancias y costos para que estos productos que son adquiridos en otros lados, lleguen a Mato Groso”, dijo el empresario.

Desde el Gobierno municipal de San Ignacio manifestaron que este proyecto también repercutirá en la calidad de vida de los habitantes de comunidades rurales bolivianas y poblaciones misionales de la Chiquitania con mucha historia y atractivos que ofrecer al turismo de Brasil, pueblos que han sido declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.