Contra Arce, Evo reedita la estrategia que aplicó a «neoliberales» siendo diputado

 

Ven que el exmandatario, cuando era legislador, solía acusar a gobernantes y a policías de estar involucrados con el narcotráfico y, además, apelaba a la victimización de su persona y de la región del Chapare.

Juan Pérez Munguía / La Paz



El líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, reedita contra el gobierno del presidente Luis Arce,  la estrategia que usó siendo diputado para hacer oposición a los denominados gobiernos “neoliberales”. Según una revisión hemerográfica y consultas a expertos, esa estrategia se basa en la victimización de su persona y del trópico de Cochabamba, la descalificación de autoridades y policías, y la supuesta presunción de que lo quieren incriminar en el narcotráfico.

Tras la detención de Maximiliano Dávila, en enero pasado, Morales llegó a decir que teme que le siembren pruebas. El 4 de abril, denunció que coroneles encubrían narcotráfico en el trópico de Cochabamba; posteriormente señaló que quieren estigmatizar a esa región y apuntó al Ministerio de Gobierno, presidido por Eduardo del Castillo.

Morales asumió como diputado en 1997. Mientras se desempeñaba como legislador también fungía como máximo dirigente de los cocaleros del Chapare. Los puntos más críticos entre cocaleros y efectivos, con enfrentamientos entre productores y policías o militares, ocurrieron entre  2000 y 2001.

En julio 1999, el congresista y dirigente cocalero acusó al gobierno de Hugo Banzer de proteger al narcotráfico. “En democracia, continúan los familiares del general Banzer implicados en el tema del narcotráfico”, aseveró, según  una revisión de la prensa de la época.

En 2000, el gobierno de Banzer, con la política de coca cero, anunció el cierre del mercado de Sacaba, además de un plan de compensación y estabilización para los productos del desarrollo alternativo.

Morales denunció que esas políticas dañaban a los productos del Chapare. También presumió varias veces que el ministro de Gobierno de entonces, Guillermo Fortún, lo iba a tratar de “involucrar con el narcotráfico”. A su vez, acusó a policías de traficar drogas.

“Cómo es posible que el Gobierno, con semejante aparato de inteligencia, permita que se concentre droga entre los mismos efectivos policiales encargados de la erradicación de cocales”, dijo en febrero.

El momento de mayor tensión se dio en septiembre, cuando el Chapare fue militarizado, Morales adelantó que 5.000 cocaleros iban a bloquear la ruta occidente-oriente.

En octubre, durante los enfrentamientos, ocurrió la muerte del teniente David Andrade y su esposa. Morales fue acusado de ser quien supuestamente ordenó la ejecución.

El entonces parlamentario culpó al Gobierno de aquella época de inventar pruebas para implicarlo. La Policía lo denunció y en noviembre se inició el trámite para su desafuero de Diputados.

En enero de 2001, Morales reiteró sus advertencias de convulsionar al país. “Bien se podría hablar de una acumulación de fuerzas que podrían echar a los neoliberales de Palacio de Gobierno”, declaró.

Ese año también hubo enfrentamientos en el Chapare con las fuerzas del orden. El líder de los productores de coca en noviembre habló de un ejército de cocaleros, y en diciembre que existía una “sed de venganza” por la muerte de siete de sus afiliados. “Vamos a ser muy radicales, porque todos están decididos a vengarse”, enfatizó.

Polarización

El exministro Guido Añez afirmó que Morales siempre apeló a la estrategia de victimización, tanto de  él como de los chapareños. Esto para descalificar a las autoridades, ya sean gubernamentales o policiales, que denunciaban hechos de narcotráfico en el Chapare.

“En el Chapare nada se mueve sin el consentimiento de las Seis Federaciones. Esa dictadura sindical fue trasladada a las estructuras del Gobierno el 2006, y también se ha incrustado el narcotráfico. Ha habido una politización de coca y la lucha antidroga. Evo, ahora, repite su estrategia de victimizarse para esconder sus delitos; pero eso le dio resultado en los 2000, porque los hacía ver como pobres a los chapareños, ahora todos saben que ellos tienen poder”, indicó.

Erika Brockmann, exdiputada, indicó que en el futuro no sería extraño que Morales inicie movilizaciones contra el gobierno de su propio partido, puesto que ve como su enemigo a todo aquel que no está de su lado.

“No existe presencia del Estado en el Chapare, es una especie de agujero negro (…). No hay que descartar ningún escenario de conflictividad. Es el modus operandi de Morales, es su forma de ser, está en su ADN. Morales conflictúa con el poder para asegurarse más poder. Ahora se convierte en un factor tóxico del gobierno de Arce”, dijo.

El diputado Héctor Arce, del MAS, señaló que Morales, cuando era legislador, denunciaba narcotráfico para transparentar este tema, así como lo hizo recientemente. Asimismo, negó que sus acciones respondan a afanes electorales.

“Felicito la valentía del hermano Evo de haber hecho esa denuncia. Tememos que nuestro gobierno pueda ser perforado con el narcotráfico. Jaime Paz Zamora, su gobierno involucrado con el narcotráfico, lo mismo el MNR y la ADN. Denunciar estos hechos es darle mayor salud y vida a nuestro instrumento, no es dañar la imagen del presidente Arce”, complementó.