En una evaluación de los alegatos orales por el Silala en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que tuvieron lugar entre el 1 y 14 de abril, el embajador de Bolivia en Venezuela, Sebastián Michel, afirmó categórico que fue la ciencia la que terminó de acercar a Bolivia y Chile.

“Se han quedado, las posiciones extremas (en ambos países), un poco descubiertas por la ciencia, y la ciencia ha terminado acercando las posiciones oficiales de los Estados”, destacó Michel en entrevista con La Razón Radio, programa por streaming de La Razón y en señal abierta por radio Monumental.

Se dejó sin piso la posición extrema de Chile que “sostenía que el Silala era un río normal, de deshielo y de lluvias cordilleranas, que estaba sujeto en su integridad al derecho internacional consuetudinario”, destacó el embajador; esto lo ratificó la propia agente de Chile, Ximena Fuentes, dijo, que reconoció que el Silala son aguas fósiles de un bofedal en el desierto, que se han hecho canalizaciones artificiales para mejorar el curso natural que ya existía, y que hubo muchos intentos de Chile de dialogar, hasta llegar a una compensación.

“Con esto, Chile ha acercado bastante su posición y el caso se ha reducido”, dijo.

En el lado boliviano pasó lo mismo, destacó Michel. “Hay sectores que sostienen que en un sector como ese bofedal tan maravilloso, que genera casi 200 litros de aguas por segundo, esa agua o se evaporaba o se subsumía otra vez en el manantial y no bajaba ni una gota de forma natural”.

Con los estudios científicos se llegó a una posición “mucho más razonable, mucho más intermedia y fundada en la ciencia”, destacó.

En lo fundamental, desde la perspectiva de Michel, que “había un curso de agua natural, sujeta al derecho internacional consuetudinario, y lo que se disputa es esa agua excedentaria producto de las canalizaciones no es parte de ese régimen de derecho internacional, sino de un régimen legal diferente, más parecido al petróleo”.

“Es un recurso natural que tú lo puedes entregar a otro país en virtud de un tratado y que nos genera compensación para el daño a los manantiales”, complementó.

Hay que recordar que en efecto fue el propio agente de Bolivia ante la Corte, Roberto Calzadillas, que en las conclusiones finales de Bolivia reconoció que fueron los estudios científicos los que llegaron al punto de vista común de que el Silala era un curso de agua internacional, no solo de aguas superficiales sino también de las aguas subterráneas.

También hay el acuerdo de que las canalizaciones hechas en el lugar aumentaron el caudal que va hacia Chile; el desacuerdo es la magnitud en que lo hace.

Pese al acercamiento evidenciado ante la Corte, también es cierto que en cuanto a su demanda, Chile en la finalización de sus alegatos reiteró los mismos términos de lo que pidió en su Solicitud de Procedimiento, el documento primero para instalar el juicio: que la Corte declare que el Silala es río internacional y que Chile tiene derecho al uso actual, entre otros pedidos.

Como se pudo conocer, la posición boliviana es que en el marco del derecho internacional se reconozca al Silala como curso de agua internacional de aguas mejoradas por canalizaciones artificiales.