El asalto en la casa de una mujer fue planeado por sus cuñados, ambos exreclusos. Un policía dio el permiso ilegal y hasta custodió el asalto.
Fuente: Página Siete Digital
Gustavo Vargas, quien cumple sentencia por narcotráfico en el Centro de Readaptación Productiva de Montero (Ceprom), en Santa Cruz, recibió un permiso ilegal para ausentarse por horas del penal y, junto a otras tres personas, cometer el robo de una caja fuerte en la que se guardaba 500.000 bolivianos en un domicilio particular.
Luego de cometer el delito, Vargas fue trasladado otra vez al recinto penitenciario donde cumple sentencia. El robo fue presenciado por un policía que era su escolta y que estaba presente cuando se cometió el asalto.
“Uno de ellos (Gustavo Vargas) habría obtenido un beneficio para salir de este centro penitenciario por un par de horas. Lamentablemente, este sujeto habría utilizado este tiempo para la comisión de este delito”, señaló el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
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También indicó que el uniformado que estaba a cargo de la custodia ya era investigado por la vía administrativa y penalmente.
El hecho sucedió el 1 de marzo pasado, en un domicilio ubicado en el barrio Julio Leigue, zona norte de Santa Cruz. Los delincuentes violentaron las puertas y robaron medio millón de bolivianos, mientras los propietarios no estaban en casa.
El crimen fue planificado por los cuñados de la víctima, una mujer que guardaba ese dinero en su inmueble. Ambos estaban encerrados en la carceleta de Okinawa, en Santa Cruz, detalló Del Castillo.
La Policía informó que Cristian Flores, cuñado de la víctima, dejó la puerta del domicilio sin seguro y dio la información necesaria para el robo.
Mientras la familia salió de viaje. También se aprehendió a Daniela Vega, por complicidad, se los imputó por el delito de robo agravado y ahora se pide su detención preventiva en la cárcel de Palmasola. Por el hecho, tres personas se dieron a la fuga.