Expertos: Sin canales flujo baja 11%, con restauración de bofedales 33%

El abogado de la defensa chilena Sam Wordsworth trató de desvirtuar los estudios de Bolivia con un mapa que data de 1904 y, además, el jurista tergiversó los datos de los especialistas del equipo nacional.

 



Fuente: paginasiete.bo

Juan Pérez Munguía / La Paz

El experto en recursos hídricos que asesoró a la defensa boliviana, Roar Jensen, manifestó que en caso de que los canales artificiales sean eliminados el flujo del agua tendrá una disminución de 11% y si los bofedales son restaurados, tras la desmantelación de las construcciones, la potencia reducirá hasta un 33%.

Ayer fue el sexto día de los alegatos orales del caso Silala, en su fase de interrogatorio a los expertos. En ese contexto, les tocó a los especialistas que asesoran a Bolivia someterse a la interpelación de la defensa chilena.

Al final de la audiencia, la presidenta de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Joan E. Donoghue, consultó a los expertos de Bolivia cuánto sería la disminución de la potencia del agua si los canales son eliminados o si los bofedales son restaurados.

Ante esto, Jensen aseveró: “¿Qué pasa si eliminamos las canalizaciones, sencillamente las cubrimos con tierra? Ese sería un escenario y quedaría el 11% (de menos del flujo). Pero si también se restauran los humedales a sus condiciones llega un porcentaje muy superior. (…) El 11% es una eliminación de las canalizaciones, es lo que llamamos el escenario de no canales. Entonces, con las condiciones de restauración, tendríamos unas cifras superiores, del 33%”.

Jensen, durante su intervención, también señaló que los 160 litros por segundo que van hacia el vecino país, como producto de las canalizaciones, es un dato ínfimo. Esto debido a que a lo largo de los años, que se drenaron las aguas, posiblemente su potencial llegó  aproximadamente a 200 litros por segundo.

“El 160 era una media a lo largo de varios años de las aguas en Bolivia, en las mismas ubicaciones y se tomaron con distintos métodos de medición (…). Toda la medición (que tomamos sobre la potencia del agua) eran superiores, pero lo tomamos como una estimación conservadora, inferior (…). La mayoría de los valores estaba entre 160 a 200 litros por segundo”, aseveró el especialista.

Una anterior sesión de la etapa de alegatos en La Haya. Foto: CIJ

Chile, datos incorrectos

El abogado de la defensa chilena Sam Wordsworth, quien estuvo a cargo de interpelar a los expertos, basó sus argumentos para desacreditar los estudios de Bolivia en un mapa de 1904, con el que intentó hacer creer a los jueces que los canales artificiales tienen una incidencia mínima en el flujo del agua.

Además, afirmó que en la frontera con Chile hay una pendiente de seis metros que influye “positivamente” en la potencia del agua de manera natural. Para arribar a esa conclusión,  hizo la suma de dos estudios topográficos distintos.

El ingeniero Torsten Jacobsen explicó que dos estudios distintos no son comparables. “Son dos aproximaciones topográficas distintas y no pueden compararse al 100%”, añadió.

Wordsworth, además, en su intención insistente por minimizar el análisis realizado por la parte boliviana  mostró un cuadro en el cual distorsionaron los datos de los expertos que asesoraron a la parte demandada.

Ante ello, Torsten respondió: “El perfil que se ha tomado antes daba una diferencia máxima de seis metros, tomando el punto más bajo del barranco, que es lo que se debe hacer de principio, que es lo que no se ha hecho con este gráfico. No se cómo se ha sacado este gráfico, pero en todo caso no reconozco mis datos”.

A su vez, sostuvo  que la potencia del agua, cuando pasa a territorio chileno, es prácticamente cero. Lo cual desvirtúa la hipótesis de que ese factor se incrementa cuando los drenajes están en tierras del vecino país.

Los expertos dejaron en claro  varios aspectos, como que ellos sí hicieron trabajo de campo en el lado boliviano del Silala,  algo que no realizaron los especialistas de Chile. También subrayaron que los estudios que presentaron en la documentación chilena no detallan los efectos de la canalización.

Además, indicaron que los datos presentados por los expertos de Chile mezclan el agua que surge de los bofedales con el agua subterránea. También sostuvieron que los estudios realizados por la parte demandante especifican incluso un flujo de agua superior a los análisis realizados por Bolivia.

La próxima semana se desarrollará la segunda ronda de alegatos ante La Haya.

Fuente: paginasiete.bo