El Serecí dice que no se puede hacer una homologación porque en Bolivia no hay norma que permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. Indica que sí pueden recibir solicitudes de uniones libres.
Fuente: paginasiete.bo
Verónica Zapana S. / La Paz
“Estamos casadas desde el 2020 y para nosotras es muy importante que nuestro matrimonio se homologue en Bolivia, así ambas podremos gozar de todos los derechos como pareja”, dijo Celina y contó que hace casi cinco meses la pareja inició su trámite ante el Servicio de Registro Civil (Serecí), pero hasta la fecha no tiene una respuesta favorable.
En similar situación están otras dos parejas de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales (LGBTI) que buscan legalizar su unión libre en La Paz, dijo la secretaria técnica de la Comunidad de Derechos Humanos, Mónica Bayá. Aseguró que las tres parejas peregrinan por esa validación. “Casi dos veces a la semana y durante un año se acude al Serecí en busca de respuesta”, explicó.
Las parejas heterosexuales realizan el trámite durante 25 minutos, pero las LGBTI no pueden acceder a ese reconocimiento, dijo Bayá. Esta situación ocurre pese a que desde 2020 se viabilizó en el país la primera unión libre gracias a que la Sala Constitucional Segunda del Tribunal de Justicia de La Paz otorgó un plazo al Serecí para que aplique normas internacionales.
El 11 de diciembre de 2020, el Registro Civil emitió una resolución que permitió que se reconozca la unión civil de dos personas del mismo sexo, Guido Montaño y David Aruquipa. Para acceder a esta resolución, la pareja pasó por un calvario de dos años de trámites.
El director del Serecí, Javier Hinojosa, indicó que pese a que se viabilizó esa resolución, se envió una consulta al Tribunal Constitucional Plurinacional para saber cómo actuar en adelante, por lo que aún se espera su respuesta. Aseguró que sí pueden recibir solicitudes, pero “están condicionadas a la respuesta del TCP”.
Sin embargo, Bayá afirmó que no entiende por qué las tres parejas a las que patrocina no pueden avanzar en su trámite pese a que recurrieron a la misma normativa que permitió la unión civil de Guido y David.
Bayá denunció que en el Serecí “todavía persiste una actitud discriminatoria a las parejas LGBTI” porque les están dando un tratamiento distinto en comparación con la atención que brindan a las heterosexuales.
¿Por qué es importante esta legalización? Bayá indicó que la unión legal implica un conjunto de derechos y obligaciones para las parejas, además impone otros beneficios, por ejemplo: para solicitar un crédito en una entidad bancaria, es mejor acreditar ingresos en pareja; en caso de procesos judiciales en materia penal, demostrar el arraigo familiar es un elemento importante. Sirve también para fines hereditarios y hasta para acceder a un seguro de salud.
Eso bien lo saben Celina Grisi-Huber y Weronnique Amaral, al igual que Leonor y Viviana, dos parejas que contaron sus historias a Página Siete.
“Queremos una familia”
Hace unos meses, Celina y Weronnique decidieron formar una familia. “Ahora estamos haciendo el proceso de fertilización in vitro y yo seré la que gestará al bebé”, dijo Celina.
La pareja está ilusionada con cargar y tener a su bebé en brazos, pero aseguró que el bebé nacerá en Brasil, de donde es Weronnique, ya que en Bolivia, de donde es Celina, aún no se homologa su matrimonio.
Contaron que se casaron en 2020 en Salta, Argentina. Quisieron hacerlo en Bolivia, pero las leyes no permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo. “Cargamos en nuestro auto algunas cosas y nos fuimos manejando hasta allá”, dijo Weronnique. Su boda civil fue muy pública, pues era la primera de ese tipo que se realizaba en esa ciudad.
Al volver a La Paz comenzaron a tener esos “sinsabores” porque trataron de que las instituciones aceptaran su matrimonio. Uno de los primeros sitios que no aceptaron su certificación fue un club al que asiste Celina. Ahí no se reconoció su casamiento y se indicó que en Bolivia no es legal. “Es decir que ninguna institución aceptará nuestra boda”, dijo.
Por eso, la pareja buscó a Bayá y le pidió ayuda para homologar su matrimonio, así como lo hizo con Guido y David. “Como vimos que ellos lograron el reconocimiento de su unión, nosotras queríamos pasar por el mismo camino, pero lastimosamente ya van seis meses desde que iniciamos el trámite y hasta la fecha no hay respuesta”, insistió. Explicó que con este trámite buscan que sus hijos sean reconocidos como parte de una familia constituida por dos madres.
Ambas coincidieron que en Bolivia aún enfrentarán un proceso largo para ser aceptadas no sólo en la legislación, pero indicaron que es importante comenzar para ser reconocidas. “En Bolivia nos están castrando nuestros derechos y de alguna manera nos están expulsando porque no hay una legislación que nos dé derechos de vivir como pareja”, dijo Weronnique.
Bayá resaltó que en este caso, el Serecí respondió a la pareja. Indicó que la legislación no contempla el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Respecto al caso, Hinojosa dijo que su matrimonio no se puede reconocer porque la Constitución no admite matrimonios de personas del mismo sexo.
“Formamos un patrimonio”
Leonor y Viviana se conocieron hace seis años y en 2017 decidieron vivir juntas. “Desde entonces vivimos como familia y adquirimos un inmueble”, contó Leonor.
La pareja decidió legalizar su unión libre. “Cuando acudimos al Serecí, justo otra pareja heterosexual realizaba el mismo trámite y vimos que a ellos les costó 25 minutos contar con el documento; en cambio, a nosotros nos indicaron que no sabían cómo proceder”, dijo Viviana. Indicó que pese a ello recibieron sus documentos y a la fecha no tienen respuesta. “Pasó casi un año y seguimos esperando”, agregó.
Buscan esta legalización porque una de ellas quiere asegurar a su pareja, además quieren gozar de todos los derechos como el resto de las parejas heterosexuales.
Bayá dijo que hay otra pareja que es extranjera y está en la misma situación. Hinojosa indicó que en este caso se espera una respuesta para los siguientes días.
Fuente: paginasiete.bo