Informe del ITEI denuncia que Aramayo sufrió tortura sistemática a través de diferentes formas de maltrato

Este trabajo recogió todo el testimonio de Aramayo por ser un caso emblemático sobre las secuelas de la tortura y la violencia estatal.

aram

Fuente: ANF



El Instituto de Terapia e Investigación (ITEI) elaboró un informe bastante minucioso sobre los tipos de maltrato que Marco Antonio Aramayo Caballero recibió de forma sistemática hasta que se convirtieron en tortura durante los siete años de privación de su libertad.

“(Aramayo) ha tenido que sufrir los cuatro tipos de tortura que son física, psicológica, biológica y sexual (…). La lista (de maltratos) es bastante larga”, afirmó Andrés Gautier, responsable del área socio-terapéutica del ITEI, a la ANF.

El pesar de los 256 procesos judiciales que le abrieron a Aramayo, eventual exdirector del Fondo Indígena y denunciante de la corrupción que había sucedido en esa institución entre el 2009 y el 2013, hizo que fuera víctima de una serie de maltratos mientras intentaba defender su inocencia ante los tribunales. En la madrugada de ayer falleció por un mal tratamiento de hipertensión y cetoacidosis que desembocó en un paro cardiorrespiratorio.

Según el informe del ITEI, sufrió maltrato físico en varias oportunidades de parte de efectivos policiales y de personas que fueron enviadas para que lo golpeen, pero el constante ultraje a su integridad física se dio cuando tuvo que sufrir una posición forzada, con las manos en la espalda y enmanilladas, en su trasladado por largas distancias para que pueda responder en tribunales de distintos departamentos del país.

Se pudo establecer que sufrió tortura biológica porque no se le permitía ir al baño durante estos extensos traslados, tampoco se garantizaba el suministro mínimo de comida o bebida y no se le permitía tener una postura de descanso para dormir. Todas estas situaciones hicieron que tuviera que comparecer frente a los estrados en condiciones de desgaste físico y mental.

Estos viajes se tenían que hacer de manera repetitiva a Santa Cruz, Tarija, Pando, Oruro, Cochabamba, Trinidad y de vuelta a La Paz, por lo menos, de dos a cuatro veces por mes.

“No les importaba su estado físico, tenía que estar en audiencia. En muchos casos (cuando llegaba o se suspendía la audiencia) estaba en calabozos, durante otras noches estaba en centros de aislamientos, en celdas (de 56 cárceles y carceletas del país), donde no se consideraba la condición mental y física del acusado”, resaltó el responsable del área socio-terapéutica del ITEI.

En una oportunidad, cuando fue trasladado a Pando para una audiencia y permanecía en la cárcel de Villa Bush, se desató un motín de los presos. La policía reprimió a todos los reclusos; los hicieron desvestir y los sometieron desnudos exponiéndolos frente al sol. Aramayo sufrió vejación de su cuerpo, lo que se constituye en parte de la tortura sexual, según el ITEI.

Sobre la tortura psicológica, en el documento se reseña que Aramayo tuvo que callarse ante las humillaciones de sus agresores, lo que es difícil para una persona que tiene un mínimo de dignidad. Además, siempre vivía una situación de alerta por su integridad, recibía amenazas y el temor a que le ocurra algo era permanente. Evitaba mezclarse con la población carcelería y prefería estar en su celda la mayor parte del tiempo.

Los reclamos al Régimen Penitenciario por su maltrato no eran posibles, la represión por haberse quejado estaba a la orden.

“Había un gobernador que se había declarado su enemigo en la cárcel de San Pedro. Hasta donde habíamos trabajado este informe con Aramayo, habíamos quedado que no se mencione nombres del personal de la cárcel; porque si menciona, las medidas de represalias estaban como gran amenaza. Así que los factores de humillación que venían de la gobernación se las tuvo que guardar y no permitirse de hacerlo público”, detalló Gautier.

Se espera que el informe del ITEI sea público en un par de semanas. Este trabajo recogió todo el testimonio de Aramayo por ser un caso emblemático sobre las secuelas de la tortura y la violencia estatal dentro del sistema punitivo carcelario del país.

“Se ha hecho una sistematización bastante minuciosa, con fechas y todo, de la manera de cómo se lo trataba al señor Aramayo cuando estaba privado de libertad y cuando se lo trasladaba también. El informe consigna todo estos tipos de tortura y malos tratos”, informó Emma Bolshia Bravo Cladera, directora del ITEI, en exclusiva a la ANF.

Este informe pretende ser un instrumento para que la opinión pública denuncie las violaciones a los derechos humanos que pasan a ser crímenes de lesa humanidad.

“En la medida de que informemos a la opinión pública, en la medida de que le digamos de que esto no sólo ocurría en la época de la dictadura, ocurre hoy en día y ha ocurrido siempre en todos los gobiernos, y ocurre de esta manera. Así se trata a las personas, esto es lo que se hace hoy en día. La erradicación de la tortura va ser producto de una protesta masiva de la sociedad boliviana”, sentenció la directora del ITEI.