El exdirector del Fondo Indígena falleció la madrugada del martes tras siete años de prisión pese a haber denunciado los hechos de corrupción en esa entidad.
Fuente: Página Siete
Durante el último adiós al exdirector del Fondo Indígena Marco Antonio Aramayo, su hermano señaló que le habrían ofrecido varias alternativas para que se inculpe por los delitos de los que se lo acusaba, pero que su integridad moral hizo que no se doblegara.
“Creo que la sociedad tiene un deber moral, que es lo que él se lleva, la integridad moral y la convicción; él no se doblegó y murió, a él le ofrecieron muchas, muchas alternativas de poder autoinculparse, reconocer, lo chantajearon de mil formas, pero él se mantuvo y es un deber de la sociedad esclarecer todos estos problemas”, expresó su hermano en un reporte de Radio Actualidad.
El familiar recordó a Marco con cariño y lo describió como una persona que desde su niñez fue audaz y apreciaba los instantes de felicidad que tenía.
“Desde niño él fue intrépido, fue el hermano audaz, fue el hermano que llevaba la delantera siempre, a partir de eso su temperamento era abierto, vivía la felicidad momentánea, como es la disfrutaba, en esos momentos en que la felicidad está con nosotros”, dijo.
Marco Aramayo falleció la madrugada del martes debido a un coma diabético y tras siete años de prisión. Era una de las pocas personas que fue procesada en el caso de corrupción en el Fondo Indígena.
El jueves fue internado de emergencia con un diagnóstico preliminar de arritmia cardiaca luego de presentar malestares desde que fue trasladado a Santa Cruz por una audiencia.
Su abogado, Héctor Castellón, denunció que pese a que se certificó que Aramayo padecía un cuadro de hipertensión arterial se lo trasladaba sin ningún cuidado médico a diferentes regiones del país, de tierras altas a bajas y viceversa.
Durante los siete años de su reclusión estuvo en más de 50 cárceles y carceletas del país, su familia lamentó que no se le haya permitido ni siquiera asistir al velorio de su padre.