Arias: «El MAS trabaja para debilitarnos, pero nosotros somos como el pan de batalla»

 

Arias asegura que en su primer año de gestión en la Alcaldía paceña entregó más de 400 obras. Dice que los nuevos PumaKatari saldrán a las calles en junio y que este mayo vuelven las Cebras.

 



Anahí Cazas / La Paz

En su primer año de gestión como alcalde de La Paz, Iván Arias asegura que ha tenido que enfrentar  22 procesos, que continúan, además de ataques judiciales y políticos del MAS. Todos los días, cuenta, debe dividir su tiempo entre las reuniones de planificación, las entregas de obras, las visitas a los barrios y la asistencia a las oficinas de la Fiscalía.

Este 3 de mayo cumple un año de su  gestión. Desde la autocrítica, ¿para usted qué fue lo bueno y qué fue lo malo?

Lo bueno de nuestra gestión es que estamos cumpliendo un año habiendo corregido los problemas de la economía y seguimos (con esta tarea). De un gobierno municipal anterior de bonanza, hemos entrado a un periodo -todos, no sólo nosotros- de vacas flacas. Hemos mejorado nuestras  finanzas, no pensamos llegar siquiera a octubre, la situación era muy difícil, pagamos en diciembre medio salario, lo completamos en enero. Era una situación difícil. Bajamos la burocracia, pagábamos normalmente 50 millones de bolivianos al mes en burocracia, hemos bajado a 40 y seguimos bajando todavía más.

Lo otro es el haber cumplido las obras que nos habíamos propuesto. Prometimos entregar -desde un principio- una obra por día, hemos terminado entregando hasta fin de año 847 obras.

En total hicimos 128 obras en Cotahuma, 204 en Max Paredes, 189 en Periférica, 111 en San Antonio, 22 en Zongo, 125 en la Sur, 21 en Mallasa, 24 en  el Centro y 23 en Hampaturi. Son 847 obras. El lema que pusimos a la Alcaldía es “La Paz en movimiento”. Hemos puesto todo, trato de dar el ejemplo trabajando desde  muy temprano y terminando la jornada muy tarde. No puedes decir “la ciudad está en movimiento y tú estar sentado”.

¿Qué ha sido lo negativo?

Todavía arrastramos un lastre de una forma muy tradicional de entender la gestión pública, es decir, entrar a esa zona de confort. Aquí, por ejemplo, tengo más de 1.500 personas que son Ley General de Trabajo.

Esa gente está ahí, que no la puedes retirar y sí la retiras tienes que pagar todas sus indemnizaciones. Pero qué ocurre con muchos de estos compañeros y con muchos otros que entran, rápidamente se burocratizan. Vienen jóvenes y dicen: Alcalde, tengo ideas brutales, malditangas; les das la pega, al mes están sentados. Les pregunto: “¿Dónde están las cosas nuevas que me han prometido?” y dicen: “Es que no se puede, es bien difícil”. Eso es lo que más me duele.

Lo segundo es precisamente tener las redes de corrupción,  nosotros estamos combatiendo las redes de corrupción, hemos (destituido a) más de 12 personas que hemos identificado  (…). Constantemente estamos haciendo seguimiento.

Tenemos un sistema para identificar dónde está la corrupción  porque eso nos quita la credibilidad de la ciudad. Nos va bien en nuestra lucha contra la corrupción, pero por supuesto es una inversión de tiempo.

¿Cuál considera que es otra de las debilidades de la comuna?

Nuestra área de catastro es muy débil, la estamos potenciando y hacemos cambios para evitar un manejo discrecional, de manera que intervenga menos la mano de la persona. Buscamos que todo se haga más rápido.

El año pasado usted decía que encontró una alcaldía con grandes huecos. ¿Cómo evalúa este momento y qué proyecciones tiene?

Ya el haber estabilizado, el haber reducido nuestros gastos de funcionamiento, el haber hecho ajustes, por ejemplo, en el uso de mobiliario,  antes aquí  tenían movilidad hasta los directores, eso es gasto de gasolina (…). Lo fuerte es bajar costos y eficientizar, no para cada función un funcionario, sino un funcionario hace varias funciones.

(…) Hemos encontrado un hueco muy profundo en nuestra deuda con empresas. Nuestra deuda con empresas pequeñas, medianas y grandes que han hecho obras para la Alcaldía pasa los 400 millones. Estamos pagando deudas desde el año 2018, 2019. Se las contrataba y no se les pagaba, por eso hemos visto marchas.  Unos nos decían: me debes 20.000 bolivianos, otras indicaban seis, siete o 10 millones.  Esas deudas son muy fuertes. Es gente microempresaria que ha invertido y ha creído en el sector público, entonces no les podemos fallar. Entonces, ese hueco estamos pagando. Hasta ahora,  hemos pagado -haciendo esfuerzos y entendiendo-  más de 90 millones de bolivianos. Para este año hemos planificado pagar otros 100 millones de bolivianos. Seguiremos pagando a todos, porque las deudas no son de las personas, sino del gobierno municipal.

Después, encontramos obras  -por ejemplo: San Martín- con los pilotes que se han hecho con una inversión grande y que ya estaban cediendo y se estaban abriendo (…) Tuvimos que hacer un nuevo proyecto y estamos haciendo ahora 57 pilotes  (…) Hemos tenido que estabilizar.

Arias muestra el diseño de uno de los proyectos. Foto: Víctor Gutiérrez / Página Siete

 

Sobre el PumaKatari, yo siempre he dicho que es un patrimonio, que no lo anularemos y que más bien lo vamos a fortalecer, pero tenía exceso de personal. Tenía cuatro direcciones. Es un servicio que necesita no más de 800 personas, pero tenía más de 1.500. Hemos ido bajando.

El servicio público siempre es  subvencionado, no se puede lucrar. La salud es subvención, la educación es subvención y el transporte público es subvención. El problema es el nivel de subvención, no puedes subvencionar un servicio con el 95%.

Sí  un  40% o un 50% que es lo que se logra en otras partes; por ejemplo en Colombia, el servicio del transporte público tiene una subvención del 28% o 30%,  siempre van a subvencionar. El problema es bajar los costos, es eficientizar.

Este manejo bueno de la economía que hemos hecho no ha permitido acceder al crédito. Hemos mandado al Gobierno nacional una solicitud de un certificado que indique que tenemos capacidad de endeudamiento. Y el Gobierno nos ha dado esa certificación. Con eso, hemos ido a las entidades financieras. Los bancos ven la calificación de riesgo que tiene la Alcaldía y nosotros logramos -a pesar de estos problemas- mantener la calificación alta (…) Los bancos ven que manejamos bien la economía.  Hemos puesto tranquilidad a la economía y cuando hemos buscado  crédito, se han presentado varios bancos y  hemos logrado encontrar el crédito más barato de 5,45% y 175 millones (de bolivianos) que van a ir sólo a obras.

Nos podemos endeudar hasta el 20% de todos nuestros ingresos, ahora estamos en un 9%. Tenemos entonces un margen.

Somos el único municipio que publica sus estados financieros porque cotizamos en la bolsa (…). Manejamos la economía con responsabilidad, no prometo lo que no voy a cumplir.  Prefiero un no sincero, un no justificado que es un sí falso y mentiroso.

¿Los 66 nuevos buses PumaKatari exigen más presupuesto, van a tener recursos para operar?

Lo que pasa es que nosotros ya hemos hecho eficiente al Puma. Hemos incrementado la frecuencia y la cantidad de pasajeros. Antes nuestra capacidad de transporte era de un 10%, era cuando salíamos recién de la pandemia y ahora estamos con 40%. Están entrando recursos. Por supuesto,  tenemos presupuestado, vamos a hacer los ajustes a los recursos y haremos más eficientes los buses. (Hay un incremento de) un 27% de los gastos y un 45% de los ingresos. Vamos a defender y potenciar el Puma.

Respecto a los Pumas y las nuevas rutas, ¿la Alcaldía tuvo un acercamiento con los choferes?

Les he demostrado que el Puma no es un problema. Les he demostrado que de las más de dos millones de personas que se mueven en la ciudad, el Puma sólo transporta al 0,69% y con los nuevos buses llegaremos al 1%. El problema del transporte público  en La Paz es que hay 263 líneas peleándose y  comiéndose en el centro,  no respetan sus áreas de trabajo y se entran otros. Ése es el problema, no están organizados, no respetan, tramean, se dan la vuelta.

El problema del transporte no es el Puma, el Puma es complementario. No me quiero pelear y les he propuesto hacer cosas buenas: ustedes alimenten al Puma y viceversa, podemos compartir rutas.

¿Los choferes van a aceptar las nuevas rutas del Puma?

Vamos a concertar,  a compartir rutas.

¿Cuándo se van  a relanzar las rutas?

Estamos analizando y revisando cada uno de los buses nuevos.  Eso nos va tomar un tiempo. Más o menos en junio ya van a comenzar a circular los nuevos buses.

¿Las Cebras están en peligro de desaparecer? Hay críticas por la situación del programa.

Primero han dicho que voy a destruir el Puma, que el Alcalde va matar el Puma. Estoy revitalizando (este servicio).  Han dicho que los Pumas ya no van a salir el fin de semana porque el Alcalde les va cambiar el color de mi partido. Ahora dicen que las Cebras van a desaparecer. Las Cebritas van a volver a funcionar en mayo, las estamos remozando, capacitando y formando para que  no sólo sean ayudantes viales, sino  se puedan incorporar en los colegios.

¿Cuántas habrá?

En esta primera etapa habrá  50, en la segunda reformulada otras 50 y así vamos seguir hasta tener unas 100 o 120.

No es suficiente, pero no tenemos presupuesto (…).

La expresidenta Jeanine Añez ya está más de un año en la cárcel. ¿Qué señal da la situación actual de la exmandataria?

Se ha descubierto y se ha encontrado en el redactor de la Cámara de Diputados:  dos veces la señora Añez ejerció la presidencia del Senado por ausencia de las señoras (Adriana Salvatierra). Entonces, ella ejerció. Al fugar estos señores, Añez ocupó ese lugar, que ya había ocupado antes.  Pero básicamente yo creo que lo que han querido es montar una idea de golpe de Estado y  su trofeo de ese supuesto golpe de Estado es la señora Jeanine Añez; todos sabemos que lo que hubo fue una huida, una dejada del país del señor Evo Morales. Es más, cuentan los militares que  están siendo enjuiciados que le dicen ¿por qué nos dejas? El señor Kaliman le habría dicho ¿por qué te vas? Y él le dijo habla con Cocarico, él sabe manejar estas cosas, para qué están los militares. Pero lo que hicieron los militares, lo que hicieron los que se quedaron, es simplemente evitar que el país sangre, que el país se enfrente.

Según muchos ciudadanos, Marco Antonio Aramayo, el exdirector del Fondo Indígena, es una muestra de lo que está pasando en la justicia. ¿Usted comparte esa opinión?

Yo creo que lo de Marco es una muestra. Ya le pasó a (José María) Bakovic, le pasó más antes al señor Guillermo Fortún, le pasó más antes al exministro de Defensa del general Banzer (Fernando Kieffer)  y así vamos. La justicia debería cargarse cada muerto que tiene por falta de premura y por falta de transparencia del proceso. Yo creo que estamos pagando las consecuencias de la justicia podrida, de una justicia que no es ciega, sino que tiene los ojos abiertos hacia el poder.

Tiene más de 20 procesos, ¿se considera víctima de esta justicia, se siente perseguido?

A lo largo de este tiempo hemos recibido más de 22 procesos (…) En todo caso nos estamos presentando, hay semanas que estamos yendo a declarar dos (a la Fiscalía).  Hay todo un acoso tanto judicial como político. Tenemos todo el rato al MAS  trabajando para debilitarnos, para hacer paralelismo en las juntas vecinales y escolares, para hacernos todo lo que consideran  ellos debilitar, debilitar.

Pero aquí estamos firmes. Yo siempre he dicho: somos como el pan de batalla, somos como la marraqueta de batalla.

Qué dice sobre lo que pasa con el MAS: ¿el presidente  Arce se ha alejado de Evo Morales?

Yo creo que lo que está pasando en el MAS es la expulsión entre la vieja guardia y  una nueva corriente. La vieja  guardia que quiere mantenerse donde está a como dé lugar, que se siente insustituible. Y los otros que dicen: bueno, ya tuviste tu ciclo, ahora nos toca a nosotros, vos siempre serás un hombre reconocido, pero deja que emerja una nueva corriente. Yo creo que eso es: el MAS de antaño con el MAS nuevo. Básicamente no difiere de su ideología, sino de estilos de gobernar. Creo que es una lucha por espacios de poder y por jubilar a los que ya cumplieron su rol en la historia.

HOJA DE VIDA
  • Cargos Antes de ser Alcalde de La Paz fue ministro de Obras Públicas del gobierno de Jeanine Añez. Por ese motivo, el MAS le inició varios procesos penales.
  • Carrera El alcalde Iván Arias es sociólogo y comunicador social, pero se autodefine como municipalista.