La familia Calderón avanza en proyectos del sector energético y otros, en esa región y en otros países.
La empresa H2 Bolivia, liderada por un ingeniero chuquisaqueño, tiene participación en una millonaria inversión cuyo objetivo es construir una planta de producción de hidrógeno y posterior transformación a amoniaco en el departamento de Oruro.
Se trata de un proyecto de gran envergadura, pensado a largo plazo, para sustituir los combustibles fósiles –que generan una importante contaminación del planeta– por energías renovables y amigables con el medioambiente denominadas “verdes”.
Para el efecto, la Gobernación de Oruro organizó el “Primer Foro Internacional de Hidrógeno y Amoniaco Verde”, en el que participaron representantes de Goldman Sachs, uno de los más grandes bancos de inversión y de valores en el mundo, tanto presencialmente como vía Zoom desde Estados Unidos.
EL PROYECTO
El foro se desarrolló el jueves en La Paz, en la Asamblea Legislativa Plurinacional, y allí el ingeniero chuquisaqueño Juan Pablo Calderón, en su calidad de gerente de la empresa H2 Bolivia, expuso el proyecto “Pacha K’anchay”, del que dijo que solo la fase inicial demandará una inversión de 2.000 millones de dólares.
“La primera fase que prevemos en este proyecto, cuando ya apuntamos a por lo menos unas cinco más, requiere inversiones de unos 2.000 millones de dólares”, afirmó a CORREO DEL SUR, antes de agregar: “…Si tenemos todas las piezas encajadas dentro del marco legal, ingeniería y financiamiento, entre otros, además del comercial, podríamos estar pensando en empezar a producir esto en el (año) 2025”.
Luego, explicó que las inversiones en este tipo de proyectos se concretan bajo la estructura “proyect finals”, para poder financiarlos con la producción y comercialización del producto, “y, tal como los hemos escuchado ayer (por el jueves) en su presencia (de Goldman Sachs) en La Paz, además de una participación en EEUU vía Zoom, pues, es totalmente posible”.
Aclaró que, al margen de la banca extranjera, también participará “la banca privada y pública boliviana” y, como contraparte, “capital privado boliviano e internacional, y lo que prevemos es que en todo momento estemos incluyendo la participación del Estado, al principio, con unos servicios o incluso también con participación”.
¿POR QUÉ EN ORURO?
Este periódico le consultó a Calderón por qué habían elegido Oruro para esta millonaria inversión. Respondió lo siguiente: “En Bolivia, la irradiación solar que tenemos en el altiplano es fácilmente 40% más de lo que existe en Australia (junto a Chile, en su criterio, uno de los dos países aventajados en la producción de hidrógeno y, luego, transformación en amoniaco) y en cualquier otro lugar del mundo. Entonces, estamos intentando aprovechar esto”, manifestó.
Y agregó: “Hemos estado haciendo estudios de ingeniería en estos últimos meses, y estamos empezando con una nueva etapa de ingeniería en detalle, para producir una planta y, el resultado es que podemos producir esto a unos índices de eficiencia que son los más elevados del mundo. Así que por eso, básicamente, se va a hacer en esta región del mundo más que en esta región de Bolivia”.
La justificación del proyectista se basa principalmente en el aprovechamiento de las ventajas naturales de los países: en el caso de Australia y del altiplano boliviano, del sol, mientras que en el de Chile, de los vientos en el sur de ese país.
GAS & ELECTRICIDAD (G&E)
Este proyecto fue adelantado antes a este diario por el presidente ejecutivo de Gas & Electricidad (G&E), Jorge Calderón Zuleta, quien fue gerente de Emdigas en Sucre.
A principio de año, Calderón Zuleta –también chuquisaqueño– anunció su portafolio de proyectos, que incluye operaciones en Perú, Chile, México y Paraguay, no solo en el sector energético, también en el alimenticio.
En cuanto a Bolivia, y concretamente a la producción de hidrógeno y amoniaco verde, dijo en su momento que “es una inversión enorme, de por lo menos 3.000 a 4.000 millones de dólares, y nosotros lo que queremos es tener un porcentaje chico en la generación de energía solar, porque el hidrógeno tiene que ser verde y para ello tiene que usarse energía renovable”.