La autoridad cree que algunos productores están en contra del modelo económico y apuestan por el neoliberal.
Fuente: El Deber
El supuesto desabastecimiento de maíz en Bolivia es parte de una estrategia impulsada por sectores que quieren la importación de maíz transgénico, una acción que beneficiaría a algunos empresarios y que pondría en riesgo la salud de la población, afirmó en el canal estatal, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva.
Silva sostuvo que es un pequeño sector de productores avícolas el que pretende presionar al Gobierno para importar maíz transgénico generando unas sensación de que no hay este alimento. Silva ignoró así los reclamos del sector productivo que desde febrero advierten sobre la escasez del insumo debido a la sequía y el contrabando.
La autoridad remarcó que la importación de maíz, menos el transgénico, está garantizada siempre que el producto reúna los requisitos fitosanitarios establecidos por las normas vigentes.
El viceministro enfatizó que importar maíz transgénico significa destrozar el medioambiente y principalmente atenta contra la salud de los consumidores, y que existen estudios de otros países sobre los efectos de consumir alimentos transgénicos, en especial como el maíz, que establecen el riesgo de sufrir desde reacciones alérgicas hasta cáncer.
“No podemos a título de privilegiar la billetera del productor, poner en riego el medioambiente y a los consumidores”, dijo Silva, a tiempo de subrayar que, al interés económico de algunos empresarios, se suma que este sector está “alineado con el modelo neoliberal”.
“Hemos sentido ataques del sector empresarial que está alineado a la derecha boliviana y que nunca han estado de acuerdo con el actual modelo económico. Ellos apuestan al modelo neoliberal que hace desparecer al Estado de la economía y son ellos; los empresarios, los que dominan y controlan la economía del país”, observó la autoridad.