Empresarios peruanos dicen que la urea boliviana fue una ‘tomada de pelo’

Los empresarios peruanos dicen que el abastecimiento de fertilizantes sintéticos no está garantizado para el presente año, como consecuencia de la crisis de los contenedores que elevó los precios de los commodities y porque la Federación Rusa anunció la suspensión de sus exportaciones mientras dure el conflicto armado con Ucrania. Perú importa al año un promedio de dos millones de toneladas de fertilizantes sintéticos, alrededor del 50% de los mismos vienen (o venían) desde Rusia.

Una nota reproducida en agroperu.pe, da cuenta de que el actual Gobierno de Perú propuso comprar fertilizantes a Bolivia y Venezuela, para enfrentar la crisis. Se cree que se gestiona a futuro la compra mensual de 25.000 toneladas de Bolivia y 700 toneladas de Venezuela.

Según el medio, el 19 de enero del presente año, Omar Alarcón, entonces ejecutivo de la estatal petrolera YPFB, declaró que la planta de amoníaco y urea, situada en el trópico de Cochabamba, producirá 590.000 toneladas/año, para consumo local, y exportar a Argentina, Brasil, Paraguay y Perú, en ese orden.



Confirmó que la paralización total de dicha planta, que utiliza gas natural, ocurrió en 2020 y se debió a las exigencias del mantenimiento. Además, en los últimos años Bolivia ha mostrado un consumo creciente de fertilizantes. Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), los requerimientos de ese país ascienden a 178.000 toneladas durante 2021, el 60% de los insumos fueron importados.

Hacen notar que, según la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), el complejo petroquímico de Bulo Bulo garantiza que ese país cuente con un abastecimiento de urea y nitrógeno. Un año antes de su inauguración, el gobierno boliviano anunciaba que la planta tendría una producción de 756.000 toneladas anuales de urea.

Sin embargo, el presidente de YPFB, Armin Dorgathem, manifestó que el funcionamiento de la planta ha sido intermitente, con paradas programadas entre noviembre de 2019 y agosto de 2021. Para julio del presente año se espera una nueva pausa con el fin de realizar trabajos de mantenimiento.

Para la presidenta de la Cámara Peruana de Productores y Comercializadores de Fertilizantes Orgánicos (Capefo), Rosa Urbina Novoa, “es poco probable que ese país (Bolivia) pueda atender las necesidades del mercado peruano”.

“Según parece el gobierno está haciendo negociaciones, pero al final no creo que puedan abastecer a los productores nacionales, pues somos un país que consume un 95% de fertilizantes sintéticos y Bolivia tiene que abastecerse a sí misma y a sus principales mercados de exportación como Brasil, Argentina, Paraguay y Chile. En el caso de Venezuela estamos ante un país que recién está reanudando su producción luego que su planta estuviera cerrada por cuatro años”, anota Urbina.

Agrega que Capefo envió una carta al actual ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Óscar Zea, para coordinar cómo los sectores puedan conseguir el apoyo necesario y encontrar una solución a la crisis. Según la líder sectorial, Perú puede experimentar desabastecimiento alimentario en los próximos meses si no se toman medidas rápidamente.

“La única opción que veo para no caer en el hambre es usar fertilizantes orgánicos, diría que actualmente no hay otra solución. Sin embargo, esto seguramente significa reducir los rendimientos”, aseveró Urbina.

Sady García Bendezú, profesor principal de la Universidad Nacional Agraria La Molina (Unalm), considera que la propuesta del gobierno de importar 25.000 toneladas mensuales de Bolivia (unas 300.000 toneladas anuales) equivale a la quinta parte del consumo nacional. Y en el caso de Venezuela, con 700 toneladas mensuales (8.400 toneladas anuales) significa el 5% del consumo anual. El académico considera que ambos casos son paliativos que no satisfacen la demanda nacional.

“Desde que comenzó a funcionar el complejo petroquímico de Bulo Bulo en Cochabamba, satisface las necesidades de Bolivia, pero queda muy poco para exportar al Perú, si nos vendieran 25.000 toneladas mensuales se quedarían sin fertilizantes”, refiere García.

Agrega que en la última década países como Rusia, Ucrania, China, Estados Unidos y Canadá, han sido los principales proveedores de fertilizantes. Según explica, Perú es un país casi 100% importador debido a que, desde la década de los noventas con el incremento de los costos de energía, era más barato traer urea desde Venezuela o Rusia que fabricarla en el país.

¡Busquen nuevos proveedores!

Según explica García, lo que le queda a Perú, al menos en materia de fertilizantes sintéticos, es buscar nuevos proveedores en el corto plazo. Esa es la razón por la cual el gobierno ha pensado en Bolivia y Venezuela, sin embargo, el académico asegura que también se podría tocar las puertas de los países árabes, pues ellos pueden ser proveedores de fertilizantes, aunque aseguró que muy probablemente será a precios más altos.

“Pero, a corto y mediano plazo, lo que se tiene que hacer es retomar el proyecto de fabricar fertilizantes a nivel nacional mediante la inversión de asociaciones público privadas para asegurar al menos una fábrica de fertilizantes”.