La directora de los servicios secretos españoles, Paz Esteban, cuestionada tras conocerse el espionaje a los teléfonos del presidente del gobierno Pedro Sánchez y numerosos independentistas catalanes, fue destituida este martes, anunció el Ejecutivo.
Con Luis Méndez, corresponsal de RFI en Madrid
El Gobierno socialista decidió finalmente mover ficha tras el escándalo del espionaje telefónico y destituir a Paz Esteban, la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) por su responsabilidad el espionaje de los servicios secretos españoles a varios políticos independentistas, incluido el presidente del gobierno catalán Pere Aragonés.
La salida de la primera mujer en dirigir el CNI se produce también tras las escuchas ilegales al presidente Pedro Sánchez y la ministra de Defensa, en las que estaría involucrado un gobierno extranjero que todavía no ha sido identificado.
El espionaje a los independentistas catalanes ha tensado la cuerda entre Madrid y Barcelona hasta el punto de que los políticos separatistas decidieron congelar las negociaciones que mantenían con el gobierno central para buscar una solución al conflicto territorial.
Los políticos catalanes advirtieron que el diálogo no se recuperaría mientras el gobierno español no llevara a cabo una investigación a fondo de los hechos.
El «caso Pegasus» — por el que el independentismo catalán, clave para la estabilidad parlamentaria del gobierno del socialista Pedro Sánchez, había exigido cabezas — se cobra así la primera gran víctima.
La destitución de la directora del CNI sigue siendo insuficiente para los independentistas catalanes, que en cualquier caso quieren garantías de que no volverá a suceder un episodio como este.
La secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, sustituirá a Esteban al frente del CNI.
