El exministro de Gobierno Hugo Moldiz afirmó que la corrupción está “muy internalizada” en la Policía Boliviana, luego que se detectó una serie de irregularidades denunciadas por un medio de comunicación chileno, referidas a la vinculación de jefes policiales con la tenencia de vehículos robados en Chile.

“Están coludidos con el delito, es una práctica nociva que va corroyendo la imagen institucional de la Policía (…). Esa práctica de corrupción está muy internalizada y tiene que ver con el modelo que ha regido en el país durante 20 años”, afirmó, durante una entrevista en el programa Piedra, papel y tinta, de La Razón.

Moldiz reconoció que hay buenos policías, pero que dentro la institución hay elementos que no responden a las exigencias de los desafíos actuales.

Agregó que la agenda pendiente de la “revolución boliviana” es la transformación del aparato del Estado: Policía, Fuerzas Armadas y la Justicia.

El exministro de Estado se refirió a la situación de la Policía luego en los últimos meses, se denunció una serie de irregularidades en la institución.

A inicios de abril, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, instruyó la aplicación del polígrafo a uniformados de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), luego que el expresidente y dirigente cocalero Evo Morales denunció un encubrimiento al narcotráfico.

El hecho derivó en la posesión de nuevas autoridades en esa repartición policial y una restructuración integral de esa unidad, donde se detectaron a policías con antecedentes penales y uniformados que desarrollaron actividades en esa repartición durante 10 o 12 años.

Asimismo, en las últimas horas, un medio chileno denunció que policías bolivianos estaban en poder de motorizados sustraídos en Chile. Esto derivó en la destitución de jefes policiales de la Diprove en Santa Cruz.

Para Moldiz, esos hechos dan cuenta que “no hay mecanismos de control interno”, pues existe cuoteo dentro las filas de los uniformados.

Relató que cuando era ministro iba a presentar toda la ruta de transformación estructural de la Policía, que demandaría un periodo de cuatro o cinco años, no obstante hubo oposición por parte de la propia Policía. “Se asustaron principalmente policías”, aunque no fueron los únicos, añadió.

Asimismo, el exministro acusó a la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) de cooptar a los policías, en el pasado, con viajes y cursos, situación que fue verificada por un equipo de investigadores que estuvo a su mando.

“Detrás de eso descubrimos muchos cursos organizados por la DEA o la CIA (…).  Ahí hay una responsabilidad. Hemos construido un policía muy eficiente para controlar al enemigo interno, reprimirlo, perseguirlo, pero bastante desprolija para atender su obligación con la sociedad”, cuestionó Moldiz.