La Asamblea con tres actores divididos tiene dificultad para elegir autoridades

Fuente: El Deber
 

La elección fallida de Defensor del Pueblo desnudó, según analistas, a una Asamblea Legislativa Plurinacional con falta de talante para generar consensos, que tiene divisiones internas en sus tres frentes: el MAS, Comunidad Ciudadana y Creemos. Y, en esas condiciones, deberá conseguir entre este año y en 2023 los dos tercios para hacer viable las planchas de candidatos para las elecciones judiciales, también para la selección del contralor y del fiscal general del Estado, entre las responsabilidades más urgentes. Eso conforma un panorama de confrontación intensa.

La agenda que se viene es complicada. Está en marcha el proceso de selección del contralor general del Estado y el próximo año termina la gestión de Juan Lanchipa en la Fiscalía General del Estado.

En criterio del analista Paul Antonio Coca, en el MAS se hace necesario entender que debe negociar, hacer alianzas y consensos. “Se requieren los dos tercios para muchas cosas y el oficialismo no los tiene”. Para él, la más importante “es la elección de los magistrados. Esto puede quedar estancado si es que no se llegan a los acuerdos necesarios a corto, mediano y largo plazo”.

Por su parte, el politólogo Marcelo Arequipa es menos optimista. Dice que “la elección de defensor terminó siendo un simulacro democrático, nada más. “Se vienen elecciones importantes y con este antecedente, para mí, esta señal me hace sospechar que no habrá negociación política y seguiremos con interinatos. Probablemente se hagan leyes cortas de interpretación para alargar más los mandatos o poner otras personas”.

En ese marco, Arequipa señala que el próximo año se llegará en las mismas condiciones a la elección de magistrados “porque tampoco avizoro que se logren los dos tercios y que el MAS esté dispuesto a negociar en otros términos a los que está acostumbrado”.

Eso implicaría que las planchas de candidatos se realicen por meritocracia, antes que por política. “No veo un momento en el que se puedan tener señales que se transforman el desempeño y funcionamiento de las instituciones en el país. Estamos lejos”, dijo.

Las divisiones

El problema del MAS radica, según Paúl Antonio Coca, en que el Órgano Legislativo no tiene en su líder, el vicepresidente David Choquehuanca, ni en los presidentes de las cámaras de Diputados y del Senado, Freddy Mamani y Andrónico Rodríguez, respectivamente, operadores como fueron en su momento Álvaro García Linera, José Alberto Gonzales o Gabriela Montaño.

El analista Coca recordó que el MAS enfrenta algo que nunca tuvo que hacer en 14 años de gobierno: negociar. “Tenían los dos tercios y el liderazgo de Evo Morales hacía que todos estén alineados en una sola dirección. Hoy la situación es diferente. No los tiene y en el caso de la elección del defensor, la oposición ha hecho un buen trabajo en bloquear a los candidatos supuestamente alineados al oficialismo”, aseveró.

El que no se hubiera designado, para Coca, no es una victoria de la oposición, “porque el oficialismo tiene estrategias, ellos no”.

Sobre Choquehuanca, dijo que no tiene la capacidad de operador y articulador político con la que cuenta García Linera. Además, no hace su trabajo. Estaba en Tinguipaya, Potosí, donde hubo dos muertos y enfrentamientos el domingo de la semana pasada, un día antes de la tercera votación para elegir defensor, cuando debía estar en La Paz, “buscando consensos, precisamente”.

A eso se suma el hecho de que la división al interior del partido, que carga dos fallecidos tras los hechos de Potosí, también está asentada en la Asamblea donde las dos corrientes del MAS, una que apoya al presidente Luis Arce y Choquehuanca y otra a Evo Morales, también se enfrentan.

Arequipa considera que efectivamente el vicepresidente y los dos líderes de las cámaras no se parecen a sus antecesores, pero opina que esos no son los perfiles que van a predominar.

A decir de Arequipa, el MAS tuvo la iniciativa de buscar autoridades titulares en instituciones políticas, pero esa acción se cruzó con la necesidad más importante: “de generar cohesión y disciplina interna dentro del partido. Si nos fijamos la primera y segunda votación para defensor, los oficialistas apoyaban a más de un candidato. Se unificaron en la tercera y la cuarta ronda”.

Para Arequipa, este cambio obedeció a una decisión que tomó el Ejecutivo: colocar a Gustavo Torrico como viceministro de Coordinación Gubernamental con la Asamblea. “A mi juicio, la misión de esta nueva autoridad es precisamente esa, el generar cohesión y disciplina interna”.

El partido oficialista apela a la disciplina, pero para ello, además de Torrico, ha puesto como portavoces de este tema a dos voceros principales, el diputado Héctor Arce y el senador Leonardo Loza, “que pertenecen a un ala dura liderada por Evo Morales. Esas son las dos figuras políticas que adquieren más fuerza”, expresó.

De hecho, otras fuentes del partido coinciden con que el MAS ha decidido disciplinarse, “pero con una línea más de izquierda (Morales) que por el centro (Arce)”.

Problemas de la oposición

Los analistas coinciden en que las bancadas opositoras, Comunidad Ciudadana y Creemos, deben lidiar con sus conflictos internos.

Comunidad Ciudadana tiene una agenda más uniforme. La posición en la selección del defensor consistió en que no elegirán a alguien que tenga sospecha de ser afín al MAS. Sin embargo, fuentes de la agrupación admitieron que por dentro también hay divisiones. Un sector más radical no quiere saber de negociar nada con los oficialistas, entre ellos se encuentran los diputados Miguel Roca y Luisa Nayar como los más radicales. Mientras que otro sí estaba abierto, en el caso de defensor, a un candidato que no sea ninguno de los que trabajaron en cargos públicos. Sin embargo, los estrategas convencieron a Carlos Mesa de que no era buena idea abrir una solución al caso del defensor, primero porque eso identificaba a Creemos como la única fuerza de oposición real, y porque estas dos tendencias pueden generar una división dentro de CC.

La alianza Creemos tiene 20 asambleístas. Hubo 16 votos, entre blancos y nulos, en la última ronda de votación para Defensor del Pueblo, así como ellos lo habían anunciado previamente.

Hay justo cuatro asambleístas disidentes en esta tienda política: Omar Rueda, Tito Caero, Runny Callaú (quien tiene baja médica) y Sandra Paz, todos miembros de UCS. Pero, los descontentos en esta tienda política van más allá.

La bancada tiene, según fuentes internas, dos corrientes. Una de ellas apoya al líder, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho. Los otros se alejaron por causa de la supuesta inclusión, en el equipo de asesores de la autoridad cruceña, de Walter Chávez, quien fue estratega de campaña y en el gobierno de Morales.

Arequipa consideró que Creemos está inmerso “en una agenda ‘rupturista’. No va por el camino de la construcción de la institucionalidad en el país. Por ello, tenemos ahora un partido de gobierno que está enfocado en la disciplina y las otras dos agrupaciones que manejan sus propias agendas”.

El diputado Erwin Bazán (Creemos) ve que “el MAS está apurado” en el tema de contralor porque la comisión ya emitió un informe. “Esta vez de inicio, las dos bancadas de oposición, la rechazamos; una vez más está en juego la meritocracia. El manoseo político del MAS incidió en que la calificación de méritos sea muy vaga”.

Considera que el MAS está más urgido por un contralor, antes que un defensor. “El rol de esta autoridad en casos Zapata, Fondo Indígena, barcazas chinas y otros casos de corrupción y que perjudicaban al oficialismo fue casi nula. Una figurita pintada en la pared, casi cómplice. El MAS la quiere para perseguir alcaldías y gobernaciones opositoras”, dijo.

Bazán lamenta que los parlamentarios del MAS no están preparados para buscar consensos. “Llevan un año imponiendo las leyes, levantando la mano para llegar a la mayoría, no hay calidad de debate en la Asamblea. Están acostumbrados a imponer. Ahora, cuando no pueden hacer por los dos tercios veremos si tienen capacidad de comprender el concepto de democracia, entendido como una inclusión de las minorías en el debate. Más, cuando la oposición alcanza el 48% de la composición del Legislativo”.

Su colega Miguel Roca comenta que “hay que institucionalizar el Estado. Impuestos, Aduana, BCB, YPFB, Contraloría, Procuraduría, y otras con los dos tercios que el MAS ya no tiene. Ahora carece de esa hegemonía, el pueblo se los negó. Si quieren seguir subyugando a los poderes, adelante, pero sáquense la máscara. Lo ocurrido con el defensor es solo el comienzo”, advirtió.

El diputado del MAS Juan José Jáuregui destacó que al instrumento político le faltan nueve votos para alcanzar los dos tercios. Por lo tanto, su estrategia es esperar que la oposición se siga dividiendo para obtener esa cantidad de votos, que le garanticen aprobar todo lo que se viene en este año, y el siguiente, pese a no tener los anhelados dos tercios de la votación.