La oferta en la frontera: el ‘chofereo’ desde Pisiga Choque a zonas urbanas

Hay choferes que se ofrecen a manejar los chutos desde Pisiga Choque hasta algunas zonas del occidente boliviano. El pago está entre 2.000 a 3.500 bolivianos, dependiendo del tipo de vehículo.

Los vehículos chutos son guardados en garajes de viviendas en la frontera. Foto. APG
Los vehículos chutos son guardados en garajes de viviendas en la frontera. Foto. APG

Fuente: El Deber

Jhoncitho Contreras ofrece sus servicios en una página de Facebook que se dedica a la venta de automóviles indocumentados. Es un perfil falso, pero tiene un número de celular. “Yo te lo puedo ‘choferear’ desde Pisiga Choque hasta donde desees, pero mejor si es en La Paz nomás”, dice el chofer. Su trabajo es introducir por vías ilegales el vehículo chuto y llegar hasta algún punto urbano del occidente. Dice que tiene contactos en La Paz que pueden llevar el motorizado hasta Santa Cruz de la Sierra.

“Se choferea de Pisiga Choque a Eucaliptus, Patacamaya, Challapata, Caranavi y Oruro. Referencias inbox”, dice el anuncio de Jhoncitho. Se le escribió un mensaje privado y lo primero que pregunta es qué tipo de auto hay que introducir desde la frontera con Chile.



El chofer pide que el vehículo llegue a Pisiga Choque, que es una población chilena cerca de la frontera con Bolivia. Se le asegura que el modelo es una vagoneta Land Cruiser. De inmediato brinda un número de teléfono móvil. Pide que se lo llame por WhatsApp.

“¿Está llegando sola la Land Cruiser o con otros autos más?”, pregunta el chofer, quien dice que radica en la ciudad de Oruro. Se le responde que solo viene el motorizado. Vuelve a preguntar. “¿Y por qué no te lo están llevando a tu destino? ¿Dónde vives?”, dice. Se le dice que, en La Paz, pero que no habría problema con dejar la vagoneta en Oruro.

Preguntas del chofer

Sobre su primera pregunta se le dice que el trato que se hizo en Iquique con el vendedor fue solo hasta la frontera. El chofer solo pide que el vehículo llegue a Pisiga Choque, que él llegará a la zona el fin de semana. “Yo iré viernes y te puedo entregar tu vagoneta el sábado en Oruro”, promete.

Luego se le consulta el precio y se queda callado por un buen momento. “Si quieres ya nomás podemos cerrar en 3.000 bolivianos. Ahora hay mucho control y tenemos que ir por muchas vías”, dice el conductor, quien aclara que él se encarga de la gasolina.

Se le hace una contrapropuesta y acepta: está conforme con Bs 2.500, pero insiste en que la vagoneta llegue a Pisiga Choque.

Pisiga Choque es un pueblo chileno dominado por mafias bolivianas que introducen al país vehículos chutos y mercadería de contrabando. El poblado, que está a 3.000 metros de la frontera entre Bolivia y Chile, tiene todas sus casas con amplios garajes y todos llenos de motorizados que llegan en los camiones “cigüeña” desde Iquique. Los automóviles permanecen guardados hasta aparezca un comprador o llegan con previa coordinación.

El recorrido se inicia en Iquique. El comprador, por lo general, vive en el lado boliviano en poblaciones como Pisiga Bolívar, Sabaya o Huachacalla. Esta persona contacta a un enlace que hace la compra del vehículo en Iquique y lo transporta hasta Pisiga Choque en un “camión cigüeña”.

El conductor dice que lo mejor es que el comprador llegue a Pisiga Choque para entrar con él a Bolivia. “A veces piensan que podemos robar el auto, es mejor que nos veamos allá (en la frontera)”, dice. Luego se le dice que se lo llamará luego y cuelga molesta.

Fuente: El Deber