Los sueños de San Roque: Los chunchos de San Isidro Labrador de Erquiz

Este domingo 15 de mayo se celebra la fiesta de San Isidro Labrador en la iglesia de Erquiz Norte en Tarija, con la participación de chunchos promesantes.

Los sueños de San Roque: Los chunchos de San Isidro Labrador de Erquiz
Procesión de San Isidro Labrador en Erquiz (fotografía: Daniel Vacaflores).

Fuente: El País

El San Isidro de Erquiz es un tipo churo, tranquilo y bonachón. Es uno de los santos de los chunchos tarijeños que mejor me cae. Su mirada afable y su rostro son especiales. Es un tipo al que con gusto visitaría y con el que compartiría el pan. San Isidro labrador es el santo que se encarga de las chacras y de los animales de granja, y los campesinos le tienen un cariño especial. En otras partes de Bolivia lo hacen pasear por los terrenos de cultivo y lo celebran con juegos de tierra. Las competencias de yuntas o las jaladas de cuerda se consideran como bendiciones que todos pueden hacer caer sobre si mismos y sobre la tierra que pisan.



En Tarija lo festejan en el cantón de Erquiz, a la sombra de la cordillera de Sama, todavía con un campo verde y exuberante y con una procesión de chunchos. Es la primera fiesta de chunchos de la época seca y la primera donde sacan a relucir la caña. La iglesia de Erquiz se encuentra en una altura desde donde se observa el valle de Tarija, las montañas de Sella, del Monte y de la Gamoneda, y la ciudad de Tarija perdida hacia el sureste. Las movilidades a Erquiz Norte salen del Mercado Campesino. Cuando uno llega a Erquiz lo primero que debe hacer es entrar a saludar al santo, y de paso saludarla a la virgen de la Merced que es la patrona del lugar.

La gente de las cuatro comunidades que conforman el cantón de Erquiz (Erquiz Oropeza, Erquiz Norte, Erquiz Sur y Erquiz Ceibal) se reúnen en la iglesia a esperar la misa y a compartir entre ellos. En el canchón del atrio se levantan los puestos de comida y las diversiones del día. Ahí se sienta la gente a conversar y a consumir ricos picantes, chanchitos a la olla y otro tipo de placeres gastronómicos de Erquiz. La misa comienza a las once de la mañana. Llega el cura y la gente se mueve a la iglesia a escuchar la misa. Los chunchos van llegando poco a poco, con sus turbantes, sus paños y sus flechas, y se van ubicando en el salón. No es raro ver al chofer del micro recoger su caja del turbante en su último trayecto, para vestirse y llegar a toda carrera a la iglesia.

Luego de la misa los chunchos empiezan a salir en tropel mientras lo van sacando a San Isidro para que lo saluden en el atrio. Los chunchos hacen el kenko (el saludo de los chunchos al santo con su ida y vuelta circular característica de inicio de procesión) y salen a la carretera. El 2017 hicieron la procesión larga hacia Erquiz Ceibal, río arriba, pero el 2021 la procesión fue la procesión corta hacia el cementerio, río abajo. A lo largo de la procesión van soltando camaretas y lanzando petardos de tres tiros para anunciar el paso del santo. Un grupo de más de 30 parejas de chunchos cubren una procesión de casi 100 metros de largo, con quenilleros, tamboreros y cañeros. Los erquiceños tienen una orgullosa tradición de músicos promesantes, y muchos de ellos tocan para la Escolta en la fiesta grande de San Roque. En Erquiz es el primer lugar donde tocó una tamborera mujer. Paola Añez también echó raíces en Erquiz y cada año sale con su caña a acompañar a los chunchos.

La procesión se traslada en el territorio de la comunidad, interrumpe por un rato el tráfico vehicular y va a saludar a los pasantes y devotos. La muchedumbre de devotos y devotas acompañan al santo al final de la procesión, y la banda de la escuela participa como bandita campesina. Ya sé que no cuenta, pero ahí fue la primera vez que vi un grupo de tamboreras, changuitas de no más de 15 años.

Luego vuelven a la iglesia, donde los chunchos le bailan al santo y las personas se hacen pisar por la imagen. A un lado se ubican los músicos promesantes y se turnan para hacer bailar a los chunchos. Todos los chunchos bailan las labores. Las labores o coreografías rituales de los chunchos de Erquiz no son exactamente las mismas que las de los chunchos de la ciudad. Yo siempre he pensado que, si yo fuera chuncho, me iría a una de estas fiestas campesinas para poder bailar las labores con todos los demás chunchos de la fiesta.

Así están un buen rato bailando y bailando, hasta que lo guardan al santo y los chunchos entran a la iglesia a cantarle las alabanzas a San Isidro. Entonces los chunchos se retiran y la gente se queda a celebrar en el atrio. El consumo de alcohol está prohibido en la iglesia, pero luego de un rato las personas empiezan a retirarse y se van a visitar uno de los muchos restaurantes campesinos que se encuentran a lo largo del camino. Mientras los chunchos se cambian y también festejan en grupo en la casa del pasante. Así la fiesta se termina cantando a la sombra de Sama y de los árboles verdes y frondosos de la rinconada de Erquiz, que es una de las zonas más turísticas de la región.