Pintemos de rojo amarillo y verde


 

 

¿Qué diferencias existen entre la forma de gobierno y el Estado? Es lo que la mayoría de los bolivianos no conocen y confunden su esencia. En resumen: El Estado es la organización política de la sociedad, mientras que el gobierno tiene como objetivo lograr el cumplimiento de los fines del Estado.



¿Qué función tiene un Estado? Las funciones de estado se realizan, básicamente, a través de actos de derecho público emitidos por los órganos legislativo, ejecutivo y judicial; a estos órganos corresponde la función legislativa, administrativa y jurisdiccional, respectivamente. Las funciones del Estado son las acciones propias del Estado, participativas del poder político y desarrolladas, en principio por sus órganos esenciales y solo excepcionalmente por terceros, sujetas a la regulación directiva del ordenamiento jurídico y terminativamente ordenadas a la satisfacción del bien común.

El Estado es un modo de organización que permite la vida en sociedad y comprende a una población, en un territorio determinado y con un gobierno que lo administra. Desde el punto de vista jurídico, el Estado es la organización de derecho que ejerce un gobierno a través de las instituciones públicas y de una legislación democrática.

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El Estado como organismo hace uso del poder al servicio de sus ciudadanos con el objetivo de que prime el bien común. La autoridad del Estado es legítima, siempre y cuando, comprenda y coordine la voluntad soberana de sus ciudadanos, quienes deben elegir al gobierno de manera democrática.

Ahora bien, ¿qué son las políticas de gobierno? Y ¿de qué manera estas pueden afectar al Estado? Son acciones de gobierno las que se plantean cuando un nuevo presidente y su equipo ministerial asumen la responsabilidad de la administración del Estado, este gobernante de turno, presenta a sus electores y a los ciudadanos que hacen parte del pueblo que componen la sociedad de este Estado, un plan de gobierno que involucra:  estar en los planes nacionales, estatales y municipales de desarrollo y llevar un sello distintivo de la administración correspondiente. O sea, para nada apoderarse del Estado, que es lo que están intentando hacer los masistas hace más  de 15 años.

Esta teoría fundamental para garantizar la existencia de cualquier Estado en armonía, paz y progreso, son melladas por el abuso de un poder desmedido en las distintas estructuras que tiene un gobierno autoritario, que no respetan la primacía de los ciudadanos y que se convierten en sistemas de dictaduras o totalitarismos, que vuelven al Estado un instrumento ilegítimo de poder, manejado por una minoría de la sociedad. Para evitar ese abuso, es que resulta necesaria la división e independencia de poderes.

El Estado debe cumplir determinadas obligaciones para con los ciudadanos. Y es en estas obligaciones que los bolivianos en general nos damos cuenta de la intencionalidad del gobierno cuando hace todo lo contrario. Entre las principales que un Estado pregona, están las siguientes:  

Garantizar la seguridad pública, cuyo fin es la protección de la integridad física y derechos de las personas y sus bienes, preservando las libertades, el orden y la paz pública, para el establecimiento de la seguridad ciudadana. En este caso el gobierno lo que menos pretende es que la ciudadanía tenga seguridad pública, judicial, policial, etc. Por demás están los ejemplos de haber convertido a la institución policial en un antro de delincuentes, abusadores, mafiosos, auteros, contrabandistas, etc. A cambio de protección, dádivas coimas y cargos jerárquicos sin cumplir los requisitos indispensables y lo más descarado, en una institución netamente de interés político para su mantenimiento a lo largo de los años. El Derecho sobre los bienes privados también es una constante amenaza, en lugar de orden, el gobierno prefiere el caos para esconder todo tipo de corrupción y abuso de los bienes públicos y recursos.

Garantizar el derecho al sufragio universal, es lo que menos le importa al gobierno actual. Saben ellos que son minoría en Bolivia, pero son mayoría en la corte electoral. Ya hicieron fraude y esa experiencia les servirá para mejorar algún otro proyecto reñido con las elecciones transparentes que un Estado Democrático debería tener.

Garantizar el funcionamiento de la justicia con base en la Constitución, esta obligación del Estado, la han hecho desaparecer por completo. La Justicia en Bolivia es masista y gira en torno a la conveniencia del poder político para amedrentar, extorsionar y acallar al oponente; encubrir todos sus actos de corrupción, asesinatos, narcotráfico, protección a los narcos y, sobre todo, el lavado y legalización de recursos ilícitos adquiridos por funcionarios jerárquicos, policiales, militares, jueces y fiscales.

Garantizar la libre circulación de sus ciudadanos dentro del territorio, es otra obligación del Estado, sin embargo, ya el ciudadano común y corriente, se acostumbró a no contar con este derecho, ya que a cualquier organización social (invento masista) cuando se les canta las pelotas, bloquean y no dejan circular a nadie.

Garantizar el derecho a la salud, educación y trabajo, quien podrá decir que esta obligación se cumple al 100 por ciento. En el último tiempo, los políticos, lo único que hicieron, fue aprovechar todos los recursos de emergencia que hubo a causa del COVID, para realizar negocios millonarios, sean estos de respiradores, vacunas, barbijos, etc. Educación en el país casi no existe, los niños y jóvenes actuales tienen una calidad educativa bajísima y el gobierno masista no quiere y no se anima a calificarla a nivel internacional.

Es por todos estos y más  motivos, que nunca debemos confundir los términos de Estado y Gobierno, son términos muy diferentes, pero sí, guardan relación. La diferencia básica es que el Gobierno forma parte del Estado. Por esta razón, sus características, funciones y miembros no son los mismos. En primer lugar, debes saber que el Estado se compone de tres elementos fundamentales: población, territorio y Gobierno y que el mismo lo convierte en un país soberano, reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno propios.

Y el Gobierno, es el “Órgano superior del poder ejecutivo de un Estado o de una comunidad política, constituido por el presidente y los ministros o consejeros” Por lo tanto, el Gobierno es un conjunto de instituciones e individuos que se encargan de administrar y dirigir un Estado, luego de llegar al poder por cierto mecanismo determinado; en el caso de Bolivia, por voto popular.

Todos los Estados tienen unas características generales, que son las que permiten que se identifique bajo este nombre: Tiene carácter atemporal, es decir, se mantiene en marcha independientemente del Gobierno de turno; Tiene un Gobierno que lo dirige. En el caso de Bolivia, posee presidente, gobernadores y alcaldes elegidos por voto popular; Tiene un territorio definido y una población habitándolo, que goza de soberanía; Tiene derechos y deberes ante las entidades internacionales; Es reconocido y mantiene relaciones con otros Estados externos… En simples palabras, Bolivia es un Estado, y para que entienda el presidente Arce Catacora y sus ignorantes masistas, el Estado no se pinta de azul, sus colores son los que dicta la Constitución, su dinero es de todos los bolivianos, las obras se las hace con la plata del pueblo y no del partido político del gobierno… ¡Están completamente equivocados si piensan que se les va a permitir abusar de lo que le pertenece a un pueblo, a una región o a  un municipio!!!

Como quien dice, mientras existan aquellos que NO les gusta la política, simplemente, estos son los que serán gobernados por aquellos que si les gusta. Y es de esta manera, que muchas veces la falta de valentía, de carácter y de cambio, de mentalidad, es la que decide el futuro de un país y de su pueblo. Ya que nunca se ha visto hacer literatura, política y futbol con buenos sentimientos

Nos equivocamos una vez, pues errar es de humanos, pero culpar a otras personas por lo que sucede, eso es política pura. Recuerden siempre que para la política el ciudadano es un medio; para la moral es un fin. Y la revolución del futuro que tenemos que buscar, es que tiene que triunfar la moral y los principios sobre la política corrupta que este gobierno instituyo.

Tenemos que dejar de pensar, que la moral no puede ser política, ya que cuando esto pase, los políticos corruptos desaparecerán y la política nuevamente se convertirá en el arte de captar en un provecho colectivo, como portavoz, la pasión de los otros.

Mientras tanto, presidente, tiene que tener la vocación política, y no la de empleado público, para cuando su mundo, desde su punto de vista, se desmorone, por las estupideces que dice o las mezquindades de su tiempo con quienes producen, para darse cuenta de que la vocación política nace no se aprende; que el liderazgo es un don no una herencia; que las estupideces dichas generan enemistades y no adeptos; que ser presidente es ser responsable y no guitarrista.

Lo único cierto, es que su gobierno tiene dos caras. La que expone a los ojos de aquellos incautos que concentra pagándoles y la que transita en los bastidores de poder de la Casa Grande del Pueblo, a la que los ciudadanos llaman el “chiquero azul de la corrupción”

Alberto De Oliva Maya