Cuando el trigo ucraniano e indio escasea en los mercados internacionales, el trigo transgénico especialmente diseñado para resistir las sequías desarrollado en Argentina va cobrando sumo interés en nuevos países.
Por Marie-Pierre Olphand
El trigo HB4 aún está en pañales, pero su fama ya se extendió más allá de las fronteras de Argentina, donde nació. Fruto de una investigación realizada por Trigall Genetics a partir de la colaboración de dos grupos francés y argentino -Bioceres y Florimond Desprez-, este primer trigo transgénico de la historia debe su interés a un gen extraído del girasol y que supuestamente le permitiría resistir mejor las sequías.
En las regiones áridas donde el trigo ordinario no puede soportar el calor, esta suerte de primo transgénico podría salvar las cosechas.
Brasil dice sí a la harina de trigo HB4
Argentina ya ha hecho pruebas a gran escala. El rendimiento aún no es espectacular, pero sí lo suficientemente prometedor como para que el país considere plantar el cereal a una escala mayor. Sobre todo porque Brasil dio luz verde a fines de 2021 al uso comercial, a través de la importación de harina de este trigo, puesto que el gigante sudamericano no está aún listo para cultivar el OGM por sí mismo, según explicó a RFI Olivier Antoine, especialista en sistemas agrícolas sudamericanos.
A principios de mayo, Australia, que vive sequías reiteradas, y Nueva Zelanda, se unieron a los dos gigantes latinoamericanos en el registro y homologación del trigo modificado. En el contexto actual de cambio climático y de carrera hacia una mayor autonomía alimentaria, los países del Magreb y Oriente Medio son potenciales clientes de este trigo de nueva generación. En particular Marruecos, que sufrió especialmente la sequía de este año.
Un trigo que aún tiene que probarse a sí mismo
China aún no ha abierto una brecha en la dirección del trigo HB4. Pero dio un primer paso al decir sí a la soja HB4, también desarrollada para soportar altas temperaturas. Todavía es muy pronto para decir si este trigo será un éxito y cómo será recibido por los mercados, según un analista de Intercourtage. Pero si se logra el objetivo, el OGM podría permitir aumentar la producción mundial y bajar los precios. “La mejor calidad del trigo siempre ha sido su precio”, recuerda un experto. Una cualidad perdida desde hace ya varios meses en un contexto inflacionista y de tensión por la guerra en Ucrania.