Una universitaria todavía está internada y 5 van a consulta


CINCO JÓVENES SALIERON DE UTI Y SE RECUPERARON. El personal de la Clínica del Seguro de Salud Universitario de Potosí indicó que jamás internaron a más de 80 pacientes en un solo día.

 



Verónica Zapana / Potosi

De las seis universitarias que ingresaron a terapia intensiva, cinco se recuperaron y ya fueron dadas de alta de la Clínica del Seguro Universitario de Salud. Sólo una se quedó internada y su recuperación es lenta.

El personal de salud recordó esos momentos fatídicos del 9 de mayo. “Desde ese día hasta ahora, el 99% de los 84 universitarios que fueron internados fueron dados de alta, incluso cinco de los seis que ingresaron a terapia intensiva. Aún tenemos a una que ya fue operada y se recupera poco a poco”, informó el jefe médico del nosocomio, Walter Jorge Daza.

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Aseguró que la joven venció la unidad de terapia intensiva y pasó a sala común. Ahora está en franca recuperación. “En realidad, todas los casos se manejaron como una encefalopatía hipóxica al principio, es decir que supuestamente tenían una lesión neurológica a nivel del cráneo secundaria a privación del oxígeno respirable. Pero esta paciente debutó con un sangrado debajo de la capa que cubre el cerebro y por eso fue operada”, dijo. Por eso fue sometida a la cirugía para evacuar el sangrado. “Ella tendrá el alta en unos días más”.

Eso sí, de acuerdo con el médico, la mayoría llegó al hospital con hematomas y por eso su recuperación fue rápida.

Aclaró que cinco pacientes todavía acuden al establecimiento de salud para el seguimiento respectivo y para cumplir con algunos exámenes. “Aún estamos autorizando estudios de encefalopatía y electrocardiogramas, entre otros”, indicó.

El 9 de mayo, los estudiantes de la Universidad Autónoma Tomás Frías convocaron a los universitarios a una asamblea estudiantil para registrar a las frentes con el objetivo de elegir al nuevo ejecutivo de la Federación Universitaria Local, pero debido a las discusiones un grupo lanzó una granada de gas lacrimógeno y todos comenzaron a escapar. Los pacientes llegaron con hematomas y dolores en el cuerpo porque por los empujones y el forcejeo de querer salir del coliseo se golpearon y pisotearon entre ellos.

El profesional aseguró que ese día, las salas y los pasillos estaban completamente llenos de heridos por la tragedia.

La enfermera Celia Mamani relató que ese día ella no estaba de turno, pero cuando se enteró del problema en el coliseo universitario tuvo que ir para ayudar a sus colegas. “Al llegar me di cuenta que no había llevado mi credencial. Más bien el jefe médico me hizo entrar”.

Ingresó apenas por la multitud de gente que estaba en la puerta esperando información de los 80 heridos. “Aquí (adentro) las salas estaban llenas, al igual que los pasillos. Pasaban fiscales y miembros del comité cívico pidiendo datos. No sabíamos qué hacer. En mis 20 años de trabajo no vi algo así”, sostuvo.