Adiós a Guerra, el intensivista boliviano que viajó por el mundo y dio todo por el Gastro

EL RECONOCIDO MÉDICO JUAN ANTONIO GUERRA GARCÍA FALLECIÓ EL LUNES A SUS 68 AÑOS. El profesional fue director del Instituto Gastroenterológico durante los últimos seis años. No cerró las puertas del hospital en días críticos de la pandemia y atendió a los pacientes. Dio su vida por la medicina.

Verónica Zapana

Quebrada. Así se escuchó la voz de los amigos del intensivista Juan Guerra, un destacado médico que murió el lunes en La Paz. El profesional viajó por el mundo para capacitarse e implementar esos conocimientos en su casa: el Instituto Gastroenterológico del complejo hospitalario de Miraflores.



“Estamos muy dolidos, se nos fue uno de los grandes maestros y miembro de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (Sbmcti)”, dijo el ahora sucesor de Guerra en el cargo de la presidencia de esa organización, Patricio Gutiérrez.

El doctor Guerra fue su maestro y contó que el médico fue su guía en la especialidad y residencia médica en el Hospital Obrero. “Tengo la suerte de que cuando terminé la residencia, él me llamó para formar parte del Gastro. Me dio trabajo, gracias a él tuve un plato de comida”, dijo.

Al igual que Gutiérrez, muchos profesionales recuerdan a Guerra como el maestro que dio su vida por la medicina.

“El doctor era una persona que nos guiaba, que nos enseñaba y compartía sus conocimientos con sus residentes para realizar nuevas técnicas. Era como nuestro papá”, dijo el médico Javier Loza.

Guerra dedicó gran parte de su vida al Instituto Gastroenterológico Boliviano Japonés. Fue su director durante los últimos seis años. “En ese hospital, antes, la sala de terapia intensiva era un ambiente de recuperación del paciente, pero él transformó esa unidad y la volvió en una de las más grandes de todo el Complejo”, indicó Gutiérrez.

Logró la implementación de todos los avances tecnológicos en el Gastro, como la monitorización de terapia invasiva y los estudios especiales. Además, fomentó que se realicen los procedimientos dentro de la unidad, es decir que el intensivista ayude a otros especialistas a resolver los problemas del paciente. “Por eso, los pacientes entraban a quirófano junto con el intensivista y salían con él”, dijo Patricio Gutiérrez.

Añadió que esos grandes cambios en la medicina se lograron gracias al trabajo de Guerra. Resaltó que el entonces director del Gastro fomentó la capacitación de su personal y de los profesionales de su rama. “Hemos hecho seis congresos internacionales con los mejores profesores de diferentes áreas. Especialistas en cerebro, pulmones y riñones llegaron a Bolivia para enseñar a especialistas”, aseguró.

El presidente de la Sbmcti, Joel Gutiérrez, relató que tuvo una entrañable amistad con Guerra desde 2014, cuando ambos asistieron al congreso de Medicina Intensiva en Seúl (Corea del Sur). Luego viajaron a otros cursos en Toronto (Canadá), Estados Unidos, Dubái, México y Australia, entre otros.

Guerra nació en Camiri (Santa Cruz) hace 68 años, pero se crió en la ciudad de La Paz, en su querido barrio de Villa San Antonio. Estudió medicina en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Hizo su año de provincia en Chapare. Se fue a Buenos Aires, Argentina, para cumplir su sueño: la especialidad en terapia intensiva.

En ese país trabajó durante muchos años, pero extrañaba su tierra, por lo que decidió retornar a La Paz. Ingresó casi en paralelo al Obrero y al Gastro.

Dejó el Obrero porque fundó la sala de terapia intensiva en Cossmil. Era tanto su amor a la medicina que prefirió sacrificar la posibilidad de tener una familia. “Para él su familia eran sus colegas y sus pacientes, quienes salían agradecidos del hospital”, dijo Gutiérrez.

Para el personal del Gastro, Guerra era muy humilde y cariñoso. “Los pacientes iban donde él para abrazarle y agradecerle. Él se quedaba con esa satisfacción de haber cumplido”, dijo.

En la pandemia, Guerra fue el único director que no cerró las puertas del Gastro a los pacientes con covid. “Se enfrentó a esa enfermedad”, dijo Gutiérrez.

En 2021 Guerra juró como presidente de la Sbmcti filial La Paz. En ese cargo reactivaron el libro científico Enfermo Crítico y era miembro del cuerpo editorial. El lunes se fue sin ver la tercera edición y dejando un enorme vacío entre sus pacientes y amigos.