Aunque pocos son perceptibles, los movimientos telúricos son frecuentes en el país, sobre todo en la franja occidental y Cochabamba, los sectores con mayor amenaza. Cada jornada, al menos dos temblores se registran en el territorio nacional.

“Por lo menos tenemos dos sismos al día, pero es a profundidad y con magnitudes moderadas, de dos a tres, que no son percibidas por las personas. Estos sismos tenemos todos los días y están localizados entre Oruro y Potosí, sobre todo en el lado fronterizo”, explicó el director del Observatorio San Calixto, Gonzalo Fernández, en entrevista con LA RAZÓN.

De acuerdo con los reportes de esta institución, que hace un monitoreo constante de los movimientos telúricos, en mayo de esta gestión se registraron un total de 124 sismos, de los cuales 69 se presentaron en Potosí, 28 en Cochabamba, 17 en La Paz, seis en Oruro y cuatro en Santa Cruz.

Además, los sismos se dividen por su profundidad en cuatro tipos: de fuentes superficiales, intermedias, profundas y lejanas.

“Los superficiales tienen profundidades de 0 a 75 kilómetros, son los más peligrosos; por ejemplo, el sismo de Aiquile del 22 de mayo de 1998, que fue destructivo (…). Todos estos sismos superficiales se deben a la deformación natural de la corteza terrestre (…). Estos sismos están localizados en su mayoría entre Cochabamba, el norte de Chuquisaca, Santa Cruz, también están La Paz, Oruro y Tarija”.

Los sismos intermedios tienen profundidades de entre 100 y 350 kilómetros. Éstos son los que se registran con una frecuencia de al menos dos al día, sobre todo en la zona fronteriza.

En los de fuentes profundas el movimiento se encuentra a una profundidad de entre 500 y 700 kilómetros de la superficie, aunque pueden ser impredecibles.

“En junio de 1994 cambió uno de estos sismos la forma de estudiar la sismología, esto debido a que no se creía que había sismos de esa profundidad; sin embargo, pasó en el norte de La Paz y se logró percibir en superficie, con una intensidad modificada Mercalli de tres, vale decir, que hemos visto oscilar algunos objetos en nuestras casas y departamentos”.

Este tipo de sismos se presenta en Tarija, Chuquisaca y Santa Cruz.

CARACTERÍSTICA

El último tipo es el de fuentes lejanas, el más reciente fue registrado el 26 de mayo de este año, cuando el evento fue percibido por la población de regiones como La Paz.

“Estos sismos de fuente lejana tienen la característica de que si la magnitud es superior a 5 o 6 tenemos la tendencia a sentir las ondas, en el territorio nacional suelen amplificar su onda en lugar de atenuarse, debido a la calidad de suelos que tenemos”, dijo Fernández.

Al occidente le afectan los sismos con epicentros en el sur de Perú y el norte de Chile; mientras que al sur del país, como Tarija y Yacuiba, los del norte argentino.

Aunque no todos son percibidos por las personas, desde el Observatorio se llama a la población a tomar sus recaudos y no confiarse, un evento intenso se puede producir en cualquier momento.

“Todos los sismos son importantes”, recalcó el director. El Observatorio San Calixto realiza un monitoreo constante del país.

CRONOLOGÍA

  • 1581 En este año se tiene registrado el primer movimiento telúrico relevante en el país, su epicentro fue Potosí.
  • 1909 Ese año, en el municipio de Sipe Sipe se sintió un terremoto de considerable magnitud, dejó 15 fallecidos.
  • 1947 La Paz fue epicentro de un terremoto que superó los 6 grados Richter, que destruyó viviendas.
  • 1948 Chuquisaca fue el más afectado por un terremoto de 6,1 grados Richter, que dejó tres fallecidos.
  • 1994 Un sismo de 8,2 Richter sacudió a Bolivia el 9 de junio de 1994 y permitió descubrir una cadena montañosa.
  • 1998 El 22 de mayo de 1998 se registró el sismo de Aiquile, el más intenso que vivió el país. Dejó más de 50 muertos.
  • 2022 El movimiento perceptible más reciente fue el 22 de mayo, se sintió sobre todo en La Paz y Cochabamba.
  • Mayo En mayo de este año, el Observatorio San Calixto reportó 124 sismos, la mayoría fue en Potosí.

Hay probabilidad de un ‘terremoto destructor’; falta plan preventivo

Aunque el país lleva más de dos décadas sin un terremoto de intensidad, eso no quiere decir que nunca vuelva a pasar. Los estudios del Observatorio San Calixto han identificado que los eventos considerables se registran cada 30 o 35 años, el último del país fue en 1998, o sea, el próximo podría ser en entre seis y 11 años.

“Tenemos la probabilidad de tener un terremoto destructor.

El último sismo destructor que tuvimos fue el de Aiquile, de 1998, ese sismo tiene una tendencia, no estoy prediciendo, una probabilidad de repetirse en 30 a 35 años, pero no sabemos cuándo, solo hay una ventana de tiempo y esa nos puede decir que se va a activar”, dijo a LA RAZÓN el director del Observatorio San Calixto, Gonzalo Fernández.

El sismo de Aiquile se registró en mayo de 1998 y provocó la muerte de al menos 50 personas. Su epicentro fue en el municipio de ese nombre, ubicado en el departamento de Cochabamba. Todo el eje central del país sintió el movimiento, que ocurrió alrededor de la medianoche del viernes 22 de mayo. Los municipios de Aiquile, Totora y Mizque fueron los más afectados por este terremoto que tuvo varias réplicas.

Ahora, 24 años después, el país todavía no ha generado los mecanismos necesarios para enfrentar un movimiento de similar o peor intensidad. “Lamentablemente no (está preparado) y es una parte que el Observatorio está trabajando e invirtiendo, en la prevención sísmica, que se debe abordar antes, durante y después de un terremoto. Hemos elaborado en nuestra página web un manual y plan familiar (…). Lamentablemente la cultura sísmica en el país es menospreciada”.

SIMULACROS

La Unidad de Bomberos es una de las que genera también material e información preventiva para que familias e instituciones estén preparadas para enfrentar un terremoto.

“Se debe generar un plan de emergencias, primero para detectar y determinar los riesgos; segundo para generar simulacros en que cada integrante de la familia tenga un lugar seguro al registrarse un movimiento telúrico, buscar lugares seguros como al lado de un sillón, una mesa o algún objeto que resguarde su seguridad física”, afirmó a LA RAZÓN el comandante de Bomberos Antofagasta La Paz, teniente Hans Barbolín.

Recomendó realizar simulacros al menos una vez al mes y preparar mochilas de emergencia, con insumos esenciales.