Bolivia tiene una «endeble institucionalidad» y el MAS no logró construir una nueva

Manuel Mercado y Daniel Espinoza debatieron respecto a la desconfianza en las instituciones, la falta de respeto en las leyes y la idea de siempre tener acceso a una «parcela de poder», en una sociedad en la que los patrones de poder no han cambiado, aunque sí los «rostros» y los «nombres».

Conversatorio Mercado-Espinoza
Manuel Mercado y Daniel Espinoza en las oficinas de ANF. Foto: ANF

 

Fuente: ANF



El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en estos 15 años en la administración del Estado no ha logrado construir una nueva institucionalidad que reemplace a la «endeble» que se había levantado durante décadas, en cambio, se mantienen los «patrones y parcelas de poder», sostiene el abogado Daniel Espinoza y el comunicador Manuel Mercado.

Ambos compartieron en el conversatorio de ANF que es necesario centrar la atención en algunos de los criterios relevantes que permiten un análisis más concreto sobre si en Bolivia existe una institucionalidad robustecida o deteriorada, específicamente la confianza, el respeto a las normas, el acceso a la justicia y al poder.

Mercado manifestó que en estos últimos años lo que se hizo “es democratizar y volver más accesible la injusticia, no hemos logrado consolidar, es decir, darle continuidad y darles coherencia a las leyes (…), no hemos logrado construir lo que se tenía que construir con el proceso de cambio que es una nueva institucionalidad, no era desinstitucionalizar o destruir la anterior institucionalidad, sino construir una nueva y ahí, yo creo que como país estamos muy rezagados. No hay una nueva institucionalidad que se hubiera construido en estos 14 o 15 años, creo que no, aún no”.

“Entonces tenemos un problema de construcción de nueva institucionalidad, es decir construir confianza, construir respeto a las normas, construir valores en la sociedad, más allá del tema político y más allá del tema del partido. Entonces, es un tema importante porque si no confiamos en ninguna institución y no confiamos en nuestras leyes ¿Cómo vamos a convivir?, es un tema que va mucho más allá del tema político”, insiste.

¿Por qué el MAS con 15 años en la administración del Estado no pudo cambiar esa institucionalidad que era cuestionada, porque había sido una construcción del “neoliberalismo”? Mercado argumenta que «esa institucionalidad tan limitada, tan interesada» se ha ido construyendo durante décadas, es el caso de la Justicia que en su criterio está más cerca del siglo XIX.

Bolivia es el país donde todos “quieren quedarse con un pedazo de lo público”, es decir, hay un sentido de “apropiación” de la salud, de la justicia, de las vías del contrabando, de las zonas de producción agrícola, de las áreas madereras, de los espacios de estacionamiento, “todo el mundo quiere quedarse con un pedazo de la economía, de las instituciones del país, argumenta.

“No hay un sentido real de lo común. Entonces, todo esto viene a explicarnos que no es fácil cambiar, no pasa solamente por la voluntad ni siquiera por la fuerza que pueda tener una organización un movimiento o un instrumento político, pasa por un compromiso de toda la sociedad para empezar a respetar ciertos marcos normativos”, sostiene el comunicador.

El jurista introduce la idea de “parcelas de poder” que pueden ser desde las relaciones interpersonales hasta las parcelas de poder muy grandes, que no han cambiado con el tiempo porque “han permeado la voluntad política”, incluso “han logrado permear” el denominado proceso de cambio.

Pero, además, lo que se hizo es “renovar patrones antiguos” o “canales antiguos”, añade Espinoza, ejemplifica que en el pasado en la extinta Corte Nacional Electoral, hoy Tribunal Supremo Electoral, hubo la “banda de los cuatro”, cooptado por algunos partidos políticos, pero con el tiempo no se han modificado estos patrones del manejo institucional.

Pueden haber cambiado las “caras”, el nombre de las instituciones, “pero sigue siendo la misma práctica de intentar aprovecharse de los contactos que uno tiene para cooptar la mayor cantidad de poder y poder gobernar mucho más tranquilos”, dice.

Cree que las instituciones evolucionan o involucionan, solo para poner un ejemplo, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) tiene directores interinos hace más de 12 años, “esto es lo más claro de vulneraciones a la institucionalidad”, es decir, dar certidumbre a las entidades y por ende a la ciudadanía.

Manuel Mercado interpreta que al parecer el MAS no había sido el “satán” de la institucionalidad porque a pesar de las acusaciones de manipulación de la Justicia, la Policía, las Fuerzas Armadas, entre otras, volvió a ganar las elecciones de 2022. Entonces, plantea que pareciera que el tema de la institucionalidad no es una prioridad en ciertos sectores, aclara que no es que no sea importante.

“La institucionalidad no es necesariamente la reinstitucionalización estatal una prioridad de la sociedad”, explica, en ese sentido dice que si para el Estado y una parte de la sociedad no prioriza la construcción de una nueva estatalidad se podría entender el por qué hay una institucionalidad “tan endeble”.

Lo que también puede ser «muy peligroso» avanzar en un espacio en el cual la sociedad «tenga que confiar únicamente en la buena voluntad de algunas personas porque ante un vacío de institucionalidad, de valores de normas, de instituciones o sea que nos permiten tener un orden social», porque la gente busca seguridad en un ambiente cada vez de mayor incertidumbre.

El poder, la confianza y el respeto en las leyes

La falta de confianza y respeto en las normas y leyes; el deseo por acceder al poder y tener control sobre una “parcela de poder” y el acceso a la justicia, son características que están debilitando la institucionalidad en Bolivia.

La institucionalidad es una condición indispensable para el ejercicio de la democracia y los derechos; asimismo, tiene que ver con la independencia y separación de poderes y con el apego a las normas con respeto a los procedimientos, dice Espinoza.

Mercado, amplia esta visión, sostiene que tiene que ver con el conjunto de factores, muchos de ellos, subjetivos que permiten el relacionamiento en una sociedad de manera ordenada, organizada, y obviamente, están muy vinculados con las instituciones que son la parte más concreta de esos principios y valores.

El abogado sostiene que es fundamental el enfoque en los principios democráticos, aunque considera que en el país hay un “problema serio” de mayor indefensión en el ejercicio pleno de los derechos humanos y desconfianza en las instituciones.

Ambos coinciden que los acuerdos sociales surten efecto en tanto la gente respete las normas, las instituciones y las autoridades, de lo contrario la fuerza del poder se impone a la fuerza de la ley y del derecho.

Por lo tanto, Mercado es corresponsabilidad de la sociedad el cumplimiento de las reglas y las leyes, “pero una sociedad en la cual la fuente del derecho no está en la ley sino en el poder, en la fuerza, naturalmente no va a tener buenos niveles de institucionalidad”.