¿Cómo recibirá Ruanda los migrantes procedentes de Reino Unido?

Con Laure Broulard, corresponsal en Kigali

Manifestación frente al Ministerio del Interior contra los planes del Gobierno británico de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda, en Londres, el 13 de junio de 2022.
Manifestación frente al Ministerio del Interior contra los planes del Gobierno británico de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda, en Londres, el 13 de junio de 2022. REUTERS – HENRY NICHOLLS

Los tribunales británicos rechazaron este 13 de junio los últimos recursos contra la deportación a Ruanda de inmigrantes llegados ilegalmente al Reino Unido. Un proyecto muy controvertido y criticado por los activistas de derechos humanos, la ONU, la Iglesia Anglicana e incluso el Príncipe Carlos.  Se espera que el primer vuelo salga hoy del Reino Unido con sólo una decena de solicitantes de asilo a bordo. ¿Qué ocurrirá cuando lleguen a Kigali?



La llegada de los emigrantes al aeropuerto de Kigali se producirá en ausencia de los medios de comunicación, puesto que el gobierno ha prohibido oficialmente el acceso a los periodistas para no atentar contra la intimidad de los recién llegados.

A continuación, serán conducidos al Hope Hostel, un establecimiento de Kigali que acaba de ser renovado y que tiene capacidad para 100 personas. A partir de ahí, los inmigrantes tendrán teóricamente derecho a ir y venir como quieran y a moverse por la capital ruandesa.

¿Una nueva vida?

Serán alojados en un hotel, a expensas del gobierno británico, mientras se tramita su caso, es decir, mientras las autoridades ruandesas determinan si pueden obtener el estatuto de refugiado en Ruanda, si quieren volver a su país o solicitar asilo en otro país.

Los que no reúnan los requisitos para el asilo ruandés podrán, no obstante, obtener un permiso de residencia y permanecer en Ruanda. Todos ellos tendrán, por tanto, teóricamente, derecho a iniciar una nueva vida en Kigali…

Sin embargo, el proyecto preocupa a ONG como Human Rights Watch, que este fin de semana ha enviado una carta al ministro británico del Interior en la que afirma que Ruanda no puede considerarse un país seguro debido a las numerosas violaciones de los derechos humanos.