Evo saludó y agradeció a García-Sayán por su informe, esas palabras mutaron y ahora lo acusa de intromisión

Entre febrero y junio el expresidente cambió de opinión respecto del delegado internacional. De darle la bienvenida pasó a decirle que quiere someter a la justicia boliviana
Marco Antonio Chuquimia

De los elogios al ataque. Así mutó el discurso del expresidente Juan Evo Morales en su percepción  del trabajo que realizó el relator especial para la Independencia de Jueces y Abogados de las Naciones Unidas, Diego García-Sayán. Todo quedó registrado en la cuenta personal de Twitter y permite contar cómo empezaron los cambios.

El 14 de febrero, mientras el país recordaba la invasión de Chile a Antofagasta, Morales se ocupaba de ese asunto en su cuenta, pero también del arribo del relator especial de Naciones Unidas para la Independencia de Jueces y Abogados, el peruano Diego García-Sayán.

Ese día el texto de su tuit fue de salutación y “recomendaba” las reuniones que debía realizar:

Una semana después lanzaba su primer dardo y mostraba su “extrañeza” por las reuniones que sostenía el delegado internacional con los actores de los conflictos de 2019.

El relator había planteado encuentros con los opositores en La Paz, a Morales le pareció que las familias de heridos y fallecidos, “tenían más derecho” a esas reuniones.

“Con mucha extrañeza comprobamos que el @UNIndepJudges recibe las mentiras y justificaciones de políticos de derecha protagonistas del golpe de Estado de 2019, antes que los testimonios de huérfanos, viudas, padres y madres de hermanos que fueron asesinados en el golpe”, publicó.

La presencia de García-Sayán en Bolivia provocó una inusitada “catarata” de publicaciones de Morales sobre la investigación que se realizaba. El 21 de febrero, luego de que dos militares se acogieran a proceso abreviado dentro del juicio en su contra, fue la oportunidad para que Morales dijera que de ese modo se confirmaba que hubo golpe de Estado en 2019.

“Agradezco al Relator @UNIndepJudges por haber escuchado a algunos representantes de las víctimas de las masacres, ejecuciones extrajudiciales, torturas, detenciones ilegales y persecuciones de exgobernantes de facto que ahora dicen sufrir inexistentes violaciones a sus derechos”, fue uno de los cuatro tuits de ese día.

El 22 de febrero concluyó la visita de García-Sayán a Bolivia, con un informe preliminar sobre el estado de la justicia en Bolivia y detectó que existe injerencia y corrupción en la justicia; sin embargo, el Gobierno tomó esas recomendaciones como “insumos” para la reforma judicial y minimizó el caso de la ex-presidenta Jeanine Áñez.

Dos días después, el 24 de febrero Morales dijo que el relator ya conocía la situación del juicio y que los acusados fracasaron en su afán de victimizarse.

Finalmente, luego que el mismo Morales admitiera que ‘maquinó’ el juicio ordinario contra la expresidenta, el 14 de junio el relator de NNUU dijo sentirse preocupado por esa revelación y abogó porque Áñez se someta a un juicio de responsabilidades, independientemente de cómo haya asumido la Presidencia.

Al día siguiente, Morales preparó una batería de publicaciones, cinco en total, en las que lanzó todo tipo de críticas al relator al que saludaba hace cuatro meses.

Le dijo que sus publicaciones favorecían a sus enemigos políticos;  que representaban un apoyo “a los golpistas”; también le recriminó por “intervencionista”; protector de sus enemigos; y que borraba con el codo lo que había firmado con la mano.