Seis años después del peor ataque en París desde la Segunda Guerra Mundial y tras 10 meses de proceso, los 20 acusados conocieron sus condenas, que van desde los dos años de prisión a cadena perpetua sin libertad condicional.
Fuente: Radio Francia Internacional
Las penas reclamadas contra los 20 acusados van desde los 5 años de prisión hasta la cadena perpetua sin libertad condicional para Abdeslam y dos ex altos cargos del EI, que se dan por muertos en Siria o Irak.
La lectura del veredicto tuvo lugar en un Palacio de Justicia abarrotado, por la presencia de supervivientes y de familiares de víctimas, así como de numerosos periodistas.
Comentando el veredicto, Nancy Valle, la madre de un chileno instalado en Francia que fue asesinado junto a su mujer en el atentado de la sala de espectáculos Bataclan el 13 de noviembre, declaró a nuestro enviado especial Raphael Moran: «No sé si era lo que esperaba, pero la justicia ha operado, ha dado su veredicto y hay que aceptarlo. Para mi la verdad es que el castigo nunca va a ser suficiente, pero hay que aceptarlo. Han sido diez meses en que he estado presente la mayoría del tiempo, esperando la justicia para mi hijo que lo mataron de manera tan injusta. Por eso digo, para mi nunca el castigo va a ser suficiente.»
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Abdeslam recibió la mayor pena, aplicada únicamente en cuatro ocasiones en Francia, pese a los esfuerzos de su defensa por presentarla como una «pena de muerte social» y asegurar que renunció a hacerse explotar la noche del ataque.
Para la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT), el principal acusado, detenido en Bélgica el 18 de marzo de 2016 cuatro días antes de los atentados de Bruselas (32 muertos), intentó activar su cinturón de explosivos.: «Tiene las manos manchadas con la sangre de todas las víctimas», aseguraron los representantes del ministerio público.
Del comando de diez terroristas kamikazes, solo Salah Abdeslam se encuentra en vida, los nueve restantes murieron, sea al activar sus cinturones explosivos, o bajo los disparos de las fuerzas del orden.
Comentando la conducta de los acusados, la española Cristina Garrido declaró a RFI: «Que pidan perdón no me vale de nada porque asesinar a 130 personas no tiene ningún perdón. Yo no los voy a perdonar mientras viva, me da igual que ellos quieran excusarse, que digan que no sabían lo que iban a hacer, que no eran conscientes, para mi no tiene ninguna validez su palabra»
La cadena perpetua «real» se aplica en muy pocos casos en Francia. Solo se ha decretado en cuatro ocasiones desde su instauración en 1994, para condenados por matar a niños, tras violarlos o torturarlos.
Con AFP