El director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Humberto Arandia, informó este miércoles que el presidente Luis Arce todavía analiza su carta de renuncia y aseguró que su decisión, asumida por problemas de salud, no está relacionada a algún problema asociado al Censo de Población y Vivienda.

“Tomando en cuenta de que (estoy con) una baja médica temporal, en este momento el Presidente se encuentra analizando (mi renuncia); el reemplazo de una MAE (Máxima Autoridad Ejecutiva) no es un procedimiento que se pueda hacer de la noche a la mañana, (entonces) está pendiente y es una decisión específica del Presidente”, dijo Arandia en una conferencia de prensa en la que apareció acompañado de su equipo de colaboradores.

El Censo 2022 está previsto para el 16 de noviembre y la renuncia de Arandia, que había sido presentada a principios de mayo y que recién anoche se conoció de manera pública, generó una serie de especulaciones, principalmente, entre los actores de la oposición política.

Sin embargo, “el Censo no es una persona, yo soy solamente la cabeza de una institución que tiene por detrás un equipo profesional de primer nivel; (por tanto) destacar de manera clara y enfática (…) que bajo ningún aspecto voy a permitir que se melle la dignidad de esta institución indicando que esta renuncia está basada en problemas asociados al Censo”, agregó.

El funcionario garantizó a la población en general que el Censo está en marcha y afirmó que contrariamente a lo que señalan algunas personas, del ámbito político de la oposición, con falta de empatía de lo que es un problema de salud, el INE ha continuado con su trabajo rumbo al Censo.

“Es más, ya comenzó la actualización cartográfica, las socializaciones continuaron, la boleta se encuentra literalmente concluida; entonces, dar la garantía plena a la población (…) que el Censo no corre ningún riesgo; como INE nosotros garantizamos que este proyecto (…) va a continuar avanzando bajo estándares internacionales y el cumplimiento estricto de parámetros técnicos”, insistió.

Finalmente ratificó que se trata de un trabajo técnico “que no merece bajo ningún punto de vista una interpretación política”.