Arce dice que cuando asumió no había ni un bolígrafo en su despacho y que ahora Bolivia es ejemplo

Un analista indicó que si bien ahora existe estabilidad económica, el costo es muy alto para el país.

En una entrevista matizada por constantes expresiones de apoyo político de su entrevistador, y retransmitida por los medios del Estado y otros afines al gobierno, el presidente Luis Arce Catacora aseguró este sábado que cuando llegó a la Presidencia no había “ni un bolígrafo” en su despacho y que ahora, gracias a su gestión, Bolivia es un ejemplo de buen manejo económico para el mundo, al ubicarse entre los países con menor inflación.

Fuente: paginasiete.bo



“Bolivia es una isla, todos los países tienen problemas serios, económicos, de devaluación, de inflación, de recesión, y nosotros estamos creciendo, tenemos la inflación más baja de la región y del continente y estamos entre los primeros países del planeta en tener la más baja tasa de inflación, que contrasta con todo lo que ese está viendo en el mundo”, afirmó durante la entrevista, en la que el gobierno transitorio de la expresidenta Jeanine Añez dejó al país al borde del precipicio por su mala administración.

“Sabíamos que estaba mal la situación, pero no esperábamos tan catastrófica situación. Cuando ya nos toca conducir, recuerdo que cuando entré el despacho pedí un bolígrafo y no había un bolígrafo para el presidente en ese momento. Eran situaciones muy delicadas que poco a poco fuimos superando”, dijo.

Calificó a esa gestión como “desastroza” en el manejo de la economía y de la pandemia del coronavirus y sus efectos económicos. Aseguró que revertir esa situación fue posible gracias a la reposición del modelo económico, social y productivo que había frenado la anterior administración.

“Hay que imaginarse una gran rueda de acero, y sólo con el esfuerzo de empujar teníamos que mover esa rueda”, ejemplificó.

La pasada semana, entrevistado por Página Siete, el analista financiero Jaime Dunn consideró que si bien existe estabilidad macroeconómica con baja inflación, este indicador tiene un costo muy alto que se refleja en el déficit fiscal elevado y en la reducción de las Reservas Internacionales Netas (RIN). “Para mantener la inflación el país debe subvencionar e importar carburantes y alimentos más caros”, puntualizó.

Y, para financiar el déficit fiscal se necesitan recursos, generando mayor endeudamiento interno, lo que se refleja en el crecimiento de este indicador.

La deuda interna que en diciembre de 2021 cerró con un saldo de 95.253,2 millones de bolivianos, hasta mayo de este año se elevó a 98.859 millones de bolivianos, según datos del Viceministerio del Tesoro.

Entre tanto, la deuda externa en 2021 cerró con un saldo de 12.697,7 millones de dólares de acuerdo con el Banco Central de Bolivia (BCB).