Pícaros eran los de antes…

Antes la vida en Bolivia era simple. Había gente que trabajaba, mientras los milicos se hacían ricos haciendo lo que siempre hacen o sea, nada.
No había una vieja que no los quiera de yernos.

Daban golpes de Estado cada fin de semana y hasta ministros de Educación fueron algunos.



Pero un día volvió la democracia…
Y pa´ variar, apareció un viejito de boina que dijo que en cien días arreglaría las cagadas que los milicos se mandaron en décadas.

El ayudante del viejito era un tipo ambivalente, maestro del discurso retorcido que nada decía. Con los años lo apodaron «el gallo».

Ese par de incapaces, nos sumieron en la peor crisis de la historia, una época donde ibas a la venta a comprar 10.000 pesos de pan y traías cinco molletes del día anterior…

Pero claro.

El gallo pelechó cuando las cosas se pusieron feas y lo dejó solingo al viejito pa´ que se lo coman los buitres…
A ese capítulo de mi vida la llamo, «el tiempo de la U.D.P.»

Y claro…

Después vino la runfla de gobernantes, un tiempo donde hubo incapaces de toda índole, políticos sin vergüenza que se hicieron millonarios sangrando al país.
Adenistas, miristas y emerristas aliados con otros partiduchos más chicos, entre todos se turnaban para el desfalco sin límites.

A esa época de mi vida la llamo, «el paraíso neoliberal».

Pero a pesar de todo…
– Esos pícaros, de pícaros no pasaban.
– Esos pícaros, nunca pretendieron quedarse en el poder de por vida.
– Esos pícaros, no modificaron la Constitución para sus nefastos fines.

Es cierto.
– Esos pícaros, robaban hasta garrafas; se llevaban hasta el agua de los floreros, pero nunca hicieron persecuciones políticas.
– Esos pícaros, eran picaros que solo robaban, pero eso sí; nunca dividieron, ni enfrentaron a la sociedad boliviana con odios raciales…

Definitivamente:
– Pícaros eran los de antes, los que solo nos robaban.

Pero ahora…
– Los pícaros de ahora, hasta ejecutan policías y la Policía, bien gracias.
– Los pícaros de ahora queman buses, intentan volar plantas de gases, avasallan, desconocen las leyes, se cagan en las normas internacionales, manipulan las elecciones, meten presos a quien les mira feo y ni piensan en irse al acabar su mandato.

En fin…
«Pícaros, eran los pícaros de antes.»
-me dijo el gordo rodamiento, mientras se devoraba tres riquísimas hamburguesas Holy Cow…

El ESCRIBIDOR.