Seis violentos asesinatos en 15 días revelan la mano del narcotráfico en Bolivia

No son hechos aislados y se relacionan con el “modus operandi” del sicariato que se establece en Bolivia ligado a venganzas, ajuste de cuentas, deudas y la intención enviar mensajes de advertencia para sembrar miedo, según expolicías y analistas.

  • El automóvil donde fueron encontrados los cuerpos de tres personas asesinadas, en Ivirgarzama. | Los Tiempos

Wilson Aguilar

Seis asesinatos ligados al narcotráfico se perpetraron en el país en menos de dos semanas. Lo ocurrido en Porongo, Santa Cruz, e Ivirgarzama, trópico de Cochabamba, no son hechos aislados y se relacionan con el “modus operandi” del sicariato que se establece en Bolivia ligado a venganzas, ajuste de cuentas, deudas y la intención enviar mensajes de advertencia para sembrar miedo, según expolicías y analistas.

Para el coronel en servicio pasivo de la Policía y exmiembro de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) Fernando Mercado, los niveles de violencia extrema que se registraron con la ejecución en Porongo e Ivirgarzama, son una muestra de que los “cárteles de la droga están asentados en Bolivia”.



“Los cárteles están plenamente establecidos en Bolivia, no solamente uno; son varios. Otra cosa es que no se quiere difundir. Están encubriendo situaciones graves. Lo que sucedió no es un crimen sencillo: ir, planificar, matar y meterles en la maletera. Esto es más profundo y se están minimizando hechos que después vamos a tener que lamentar”, dijo.

En tanto, Jorge Santistevan, abogado y excoronel de Ejército, aseguró que “lo que está pasando es que en el país todos o casi todos los estamentos están contaminados por el narcotráfico. Autoridades políticas, autoridades públicas y autoridades policiales están ligadas en mayor o menor grado con el negocio de la droga”, aseguró.

Otros analistas van más lejos y plantean que el “grado de criminalidad al estilo Sinaloa, al estilo Medellín, al estilo Cali, definitivamente ya está en el país”.

Cárteles 

El investigador Manuel Morales sostiene que en Bolivia existe el cártel Chapare, que tiene sus propias particularidades.

“Tiene otras connotaciones, otra forma de organizarse, otra forma de producir. Parecería ser una cooperativa social, donde se dedican a garantizar materia prima que luego va a ser insertada en redes ilícitas para la producción de cocaína. Estamos en un Estado narco que fomenta el narcotráfico, que lo protege a través de una serie de actividades”, manifestó.

Criminalidad

El analista Franklin Pareja, en Otro Formato, señaló que en Bolivia hay un “submundo” que todos conocen, pero que pareciera ser que desde las esferas oficiales hasta ahora ignoran la problemática, se hacen de “la vista gorda”.

“La forma en la cual se han suscitado los últimos hechos donde se acribillan de rodillas a los policías denotan que las peores prácticas, la impunidad y sobre todo la criminalidad osada ya está en Bolivia, y eso no es una cosa novedosa. En Bolivia ya se han asentado mafias de Colombia, de México, de Rusia, de Italia (…). La criminalidad se ha disparado exponencialmente”, sostuvo.

Puntualizó que el “grado de criminalidad al estilo Sinaloa, al estilo Medellín, al estilo Cali, definitivamente ya están en el país”.

“Son esas mafias las que están presentes y una actividad, particularmente de narcotráfico, que tiene la posibilidad de campearse”.

Parte de todo

El abogado y excoronel de Ejército Santistevan dijo que el narcotráfico se campea en la sociedad porque se le permite.

“Comparten con ellos sabiendo lo que hacen. Es lo que ocurre con (Misael) Nallar, la sociedad comparte con ellos como una acción natural, normal, las autoridades están ligadas a ese negocio de alguna manera. Entonces, estamos al límite de convertirnos en un Estado narco”, indicó.

Las ejecuciones aumentan 

El coronel de Policía en servicio pasivo Fernando Mercado dijo que lo acontecido con los policías y los civiles en los últimos días se podría replicar en estamentos o esferas altas del poder, es decir, coroneles, generales, políticos.

“De aquí a un tiempo, no se van a extrañar de que aparezca un coronel, un general o más arriba aparezca ejecutado por compromisos serios (…). Estamos tomando muy a la ligera esta situación”, dijo.

Agregó que el haber trabajado en la Felcn le permite establecer que “se está tornado peligrosa esta situación del narcotráfico, toda vez que avanza a pasos agigantados y que no estamos muy lejos de ser México

Bolivia, “un Estado narco o está a poco de serlo”

Analistas afirman que Bolivia es o está al límite de ser un “Estado narco”, ilícito que es protegido desde las altas esferas del poder.

“Es importante hacer notar que no va a haber voluntad política para arreglar esto, porque todo está contaminado, así que el Estado narco puede ir más allá. Para ser un Estado narco estamos al límite, lo único que falta es que la sociedad esté involucrada en el consumo, primero y segundo es cuando ya el dinero, la fortuna que poseen los narcotraficantes tienen capacidad para poner candidatos políticos, es decir, diputados, senadores, alcaldes. Cuando eso llegue al Estado, eso va a ser grave, no va a haber poder que lo controle, no va a haber institución policial, militar, no va a haber nada”, dijo el abogado Jorge Santistevan.

Sin embargo, el investigador Manuel Morales sostiene que Bolivia ya es un “Estado narco”.

“Un Estado narco que narrativamente dice luchar contra las drogas, pero que subrepticiamente la alienta, crea condiciones para su desarrollo, sea que algunos de sus funcionarios se beneficien directa o indirectamente”, dijo.

Puso como ejemplo, que datos oficiales señalan que entre el 6 o 7 por ciento de la hoja legal del Chapare va al mercado, y existiría un 94 por ciento de esta hoja  que no va al mercado.

“La actividad del narcotráfico está muy ligada al poder y eso sale a luz”, indicó.