El gerente de la Cooperativa de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt), José Luis Patiño Añazgo, mencionó que siguiendo la línea de trabajo coordinada con el Gobierno Municipal, se definió destinar un equipo técnico para que, bajo la supervisión de la empresa Tectar, comience a operar la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de San Blas.
Gabriel Morales E./Bolinfo/Tarija
Fuente: elPeriódico
Enfatizó que uno de los objetivos más importantes de este proceso, es llegar al mes de diciembre con toda la documentación que respalde cuál será el costo de la operación y mantenimiento de dicho complejo, para presentar una tarifa ante el ente regulador, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS).
“Hace 15 días tuvimos una reunión con el alcalde (Johnny Torres) donde le presentamos el estado constructivo de la planta, cómo está funcionando, también fuimos con la Alcaldía al día siguiente a hacer una inspección y a los cuatro días presentamos una nota formal al alcalde, solicitándole a la empresa el proyecto a diseño final, los planos correspondientes, las modificaciones que fueron aprobadas y todo lo que tiene que ver en documentación técnica, administrativa, legal y comercial, que involucra incluso la tarifa con la que ha sido diseñada la planta”, argumentó.
En ese orden, refirió que al haberse cumplido con la capacitación necesaria, un equipo de Cosaalt irá adquiriendo destreza todas las tareas que actualmente realiza Tectar y llegar a fin de año con todo saneado.
“Con la información que nos pasen, la tarifa de diseño y la actual, nosotros operando dos meses y conociendo los gastos podremos trabajar en una tarifa de acuerdo a la norma”, acotó.
elAPUNTE
Capacidad de tratamiento
El encargado de supervisión interna de la PTAR de San Blas, Ariel Aguirre, explicó que actualmente trabaja a un promedio de 52 litros por segundo mientras que la capacidad total de tratamiento es de 210. Por otro lado, acotó que del 100% del líquido elemento que llega, aproximadamente el 3% a 4% es lodo que, luego de ser tratado, se convierte en un abono orgánico de alta calidad que es “donado” a vecinos, productores o quien lo requiera, el restante es agua tratada que se vierte al río Guadalquivir.