En casi dos años de gestión del presidente Luis Arce, desde noviembre de 2020, se trabajó en la reactivación y la reconstrucción de la economía para recuperar los sitiales de crecimiento económico que se tenía hasta antes de la crisis de 2019 y la pandemia del COVID-19 (marzo de 2020), cuando el país estaba gobernado por Jeanine Áñez, a quien el oficialismo apunta de haber asumido “malas decisiones” en materia económica y sanitaria.

Este 6 de agosto, Bolivia recuerda 197 años de independencia y el gobierno de Arce cumple 21 meses desde que asumió la administración del Estado. Después de ser elegido presidente en octubre de 2020, afirmó entonces a medios que “salir de la crisis, para retomar el nivel de crecimiento, nos va a demandar entre uno y medio y dos y medio años. Va a ser un trabajo duro”.

Omar Yujra, exviceministro de Pensiones y Servicios Financieros durante el gobierno de Evo Morales (2006-2019) y actual diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), afirma que desde que Arce asumió el poder se aplicaron políticas, a través del Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo (MESCP), primero, para reactivar la economía y “mover los indicadores económicos hacia el lado positivo” y, segundo, para reconstruir las “empresas públicas de proyectos que fueron paralizados y destrozados en 2020”.

Inicialmente se reactivó la oferta y la demanda interna; se otorgó el Bono contra el Hambre de Bs 1.000, que benefició a 4.015.364 personas de entre 18 y 60 años que no recibían remuneración salarial hasta septiembre de 2020.

Luego, a través del Presupuesto General del Estado (PGE) 2021, se impulsó nuevamente la inversión pública a $us 4.011 millones, recursos que permitieron la reactivación de las obras que fueron paralizadas en la anterior gestión. Además, según el asambleísta, la recaudación tributaria empezó a subir, las diferentes actividades económicas también empezaron a recuperarse.

TRIBUTOS. Esas medidas y otras que se aplicaron permitieron que Bolivia concluya en 2021 con una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 6%. Asimismo, en el ámbito social se trabajó arduamente con la adquisición de las vacunas contra el COVID- 19 y se redujo la tasa de mortalidad. Ese trabajo permitió que las diferentes actividades económicas en el país empiecen a fluir con normalidad.

“En suma, los diferentes indicadores están volviendo a tener cifras positivas, tanto en lo económico como en lo social. En lo social, la extrema pobreza ha disminuido en dos puntos (porcentuales) y la hemos bajado hasta el 11%, y la tasa de desempleo también ha disminuido al 4%”, remarca el legislador, en entrevista con La Razón.

Hay otros números que demuestran esta recuperación. La tasa de desempleo abierto urbano en el país se redujo de 11,6%, en julio de 2020, a 4,2% en mayo de 2022, es decir que se registró un descenso de 7,4 puntos porcentuales (pp) durante el periodo señalado. La pobreza moderada bajó de 39% en 2020 a 36,4% en 2021, en tanto que la pobreza extrema rebajó de 17,7% a 11,1% en el periodo mencionado, retornando a la senda de la reducción de este indicador luego de su deterioro durante 2020.

Esto permite que, a la fecha, se tenga una estabilidad y una certidumbre de la economía, a diferencia de otras naciones de la región que muestran situaciones de crisis a causa de la vigencia de la pandemia y los efectos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que comenzó el 24 de febrero y que elevó el precio de los hidrocarburos y de los alimentos.

“En este momento, en la economía nacional hay certidumbre y hay estabilidad y eso está siendo reconocido no solamente a nivel nacional, sino también a nivel internacional”, resalta Yujra.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en entrevista con La Razón subrayó que se empieza a sentir el progreso de la economía en varios sectores, con la mejora del empleo, de la producción, también el sector externo que muestra “buenos números” y a junio se registra una balanza comercial positiva, que no se había visto desde hace varios años.

“Muchos elementos no son suerte, no es casualidad, sino que está aumentando la producción, el empleo, los salarios, las recaudaciones tributarias. La economía está recuperándose, se está reconstruyendo de manera adecuada con una meta de estabilidad de precios: si no hay estabilidad de precios, este crecimiento se puede entorpecer y hasta paralizar. Las medidas que vamos tomando permiten que esto siga recuperándose”, complementó Montenegro.

Además, ratificó que Bolivia mantendrá estable el tipo de cambio. “No vemos ninguna razón de cambiar la paridad con la moneda norteamericana, lo que haría, más bien, un cambio abrupto a eso sería que la inflación se dispare”, indicó la autoridad.

LOGROS. Desde ese despacho, se destaca el crecimiento de las exportaciones al primer semestre del año, que llegaron a $us 6.964 millones y que más del 50% corresponde a la industria de manufacturas, seguido por hidrocarburos y minería, mientras que el superávit comercial alcanzó a $us 1.220 millones y se observa un incremento del 32%.

También se resalta que Bolivia registró una inflación acumulada de 1,58%, la tasa más baja de la región, mientras que Argentina presentó una inflación de 29,3% y Venezuela 23,9%, entre los indicadores más altos. Con las políticas de estabilización de precios, el país mantiene bajos y estables los precios de la canasta familiar. Eso no es todo, para este año, en el Presupuesto General del Estado (PGE) se proyectó una inflación acumulada de 3,3%.

Producto de las políticas de reconstrucción de la economía, la creación de empresas aumentó de 4.565 a marzo del año pasado, a 5.078, a marzo de este año. Entre 2006 y 2019 se crearon en total 263.171 nuevas empresas que aprovecharon la estabilidad y el crecimiento económico registrado en esos años.

Las recaudaciones tributarias aumentaron de Bs 24.979 millones a junio del año pasado, a Bs 30.941 millones a junio de la actual gestión, es decir que se registró un incremento del 24%. Para este año, el Gobierno programó una inversión pública de $us 5.015 millones, la mayor parte a infraestructura y proyectos productivos y obras de infraestructura para dinamizar la economía con la ejecución de obras de gran impacto económico y social. Asimismo, otro puntal del plan es la industrialización con sustitución de importaciones.