El brasileño destacó el sistema local por su capacidad de respuesta “célere” en materia de violación a los derechos humanos.
Durante su visita en Bolivia, el exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrão, elogió a la justicia boliviana y dijo que es un defensor de este sistema, porque tiene muchas ventajas.
“He estado siendo un defensor público en el ámbito internacional del sistema de justicia de Bolivia, porque efectivamente creo que tiene muchas ventajas y tiene particularidades que son únicas en la experiencia de la construcción, no solamente en la administración de la justicia, sino también en búsqueda y en el acceso a la justicia para las personas”, afirmó durante su intervención en el panel “El derecho a la información en los sistemas de justicia en el marco de los Derechos Humanos”, organizado ayer en Sucre.
Dijo que es un defensor público, ya que en la actualidad “está de moda”, tanto en el ámbito nacional como internacional, criticar al sistema de justicia de Bolivia, su necesidad de reforma y de profundizar su independencia.
En su intervención en el panel que fue organizado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de la capital incluso dijo que resalta el sistema de justicia en Bolivia por su capacidad de respuesta “célere” en materia de violación a los derechos humanos.
“Obviamente que siempre hay desafíos y hay que perfeccionar, hay aspectos que mejorar, como los temas normativos, pero son desafíos para todos nuestros estados y países de Latinoamérica, en la cual estamos enfrentando un conjunto de resquicios, provenientes de nuestros pasados de haber sido una región colonizada con temas de genocidios indígenas”, señaló.
Destacó que el sistema de justicia de Bolivia tiene la capacidad de “responder a las más graves violaciones de los derechos humanos”, y señaló que hay países en los cuales este tipo de delitos no tienen respuesta.
Por ejemplo, citó que en 2019 en Bolivia se vivió una “alteración constitucional” por una crisis política “muy profunda” y se tiene que resaltar cómo la población fue capaz de recuperar su democracia en un corto tiempo, en un proceso legítimo y en paz.
Dijo que, comparado con otros países, cuando ocurre un proceso de transición, este tarda mucho tiempo y hasta provoca el derrame de sangre de vidas humanas. Además, que para que la gente sea escuchada y encuentre justicia, también debe pasar otro periodo largo, pero en el caso de Bolivia ya se escuchó y atendió a las “víctimas”.