Las autoridades departamentales y regionales de Tarija buscan recursos económicos para hacer funcionar el proyecto desde el año 2015, pero hasta la fecha no consiguen ese objetivo y la desesperación crece en los productores.
Fuente: elpais.bo
La Planta Procesadora de Cítricos en el municipio de Bermejo departamento de Tarija cumplirá ocho años sin funcionar está gestión y está en riesgo de quedar obsoleta y como un elefante blanco, porque los productores de cítricos se cansaron de esperan el funcionamiento de la fábrica y comenzaron a reemplazar sus cultivos de naranja, limón, lima y toronjas, con la producción de papá, soya, maní y hortalizas.
Miles de familias productoras de cítricos que se dedicaron hace 8 años a la ampliación de la frontera agrícola en la provincia Arce, con el sueño de aportar con la materia prima a la planta, hoy en día se cansaron de esperar la promesa de todos los años de las autoridades departamentales y regionales de implementar el proceso de industrialización en esa región, y decidieron otra vez apostar por la diversificación productiva señaló, Evelyn Cary, productora de cítricos en el municipio de Bermejo.
El cambio de la matriz productiva de cítricos de las familias campesinas de la provincia Arce por otros rubros agrícolas más rentables, llevaría definitivamente a dejar sin funcionar la planta procesadora y el proyecto millonario quedaría obsoleto y convertido en un elefante blanco como la procesadora de alimentos en el municipio de Entre Ríos, señaló la representante del sector en Bermejo, Janeth Vidaurre.
Cabe recordar que unas de las razones que en su momento las autoridades regionales y departamentales para retrasar el funcionamiento de la planta en esa región, fue por la escasez de materia prima, argumentando que se necesitan por lo menos unas 10 mil hectáreas para la transformación, porque la fábrica tiene una capacidad de procesar unas 40 a 50 mil hectáreas de cítricos.
Los productores aseguran que pasaron ocho años desde la conclusión del proyecto y las observaciones técnicas que realizaron las autoridades a la procesadora, y que ahora la realidad es otra, porque de 1.500 hectáreas que producían hace 6 años, hoy la producción de críticos supera las 3.000 hectáreas con la ampliación de la frontera agrícola sostuvo Vidaurre.
Por otro lado, los campesinos de Bermejo mostraron su preocupación por el riesgo de que el 60 por ciento de la producción de cítricos se quede en campo está gestión, situación que se atribuye a la falta de mantenimiento de caminos para sacar la producción, además, tampoco existe los mercados suficientes para comercializar la cosecha. Mientras tanto, la planta procesadora de esa materia prima sigue sin funcionar y la maquinaria que está sin uso y en pleno deterioro.
La planta de cítricos del municipio Bermejo que inicio su construcción el año 2012 y se instaló el año 2015 con una inversión de 76 millones de bolivianos, está sin funcionar por más de ocho años por falta de servicios básicos, equipamiento y otros trabajos complementarios que no terminan de concretar las autoridades por falta de presupuesto.
La planta requiere más de Bs 10 millones para funcionar
Las autoridades departamentales y de la Subgobernación de Bermejo estiman que para andar a funcionar la planta de cítricos en la provincia Arce, se requiere al menos una inversión de 10 millones de bolivianos, con la finalidad de llevar la red servicios básicos hacia la industria que está emplazada en la comunidad de El Nueve de Bermejo y la implementación de otros servicios básicos que faltan en la infraestructura.
El subgobernador de Bermejo, Franz Gutiérrez, explicó que la situación de la planta de cítricos es preocupante, porque existen una serie de trabajos complementarios que realizar y equipar, sin embargo, su plan es ponerla en marcha este año con el apoyo de las autoridades departamentales, pero también se requerirá de capitales privados, porque el costo de funcionamiento es elevado.
Los productores de cítricos solicitaron a la Asamblea Legislativa Departamental (ALD) realizar una nueva inspección a la planta, para evidenciar que la obra está culminada y se exija a las instituciones públicas buscar recursos necesarios para el funcionamiento del proyecto.