En los últimos 17 años, los cultivos de la hoja de coca subieron en 31% en el trópico de Cochabamba y 11% en los Yungas de La Paz, según datos de los informes anuales que difunde la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (UNODC).

Según los reportes de ese organismo internacional, en 2003 en los Yungas de La Paz había 16.200 hectáreas de cultivo de coca y en el Chapare, 7.300 hectáreas; en 2020, la cantidad subió a 18.302 hectáreas y 10.600 hectáreas, respectivamente (ver infografía).

“Ese aumento es gracias a un padrinazgo del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS); pero también porque ellos son más unidos que nosotros”, afirmó el vicepresidente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz, José Cuyuña. Percibe que en Bolivia se consume más la “coca yungueña”.

“Todos saben que es más para el consumo la coca de los Yungas, la hoja es mediana y es más cómoda para acullicar; la mayor parte de la coca chapareña va al narcotráfico porque su hoja es grande, gruesa y dura, hasta lastima la lengua”, insistió el dirigente.

En entrevista con La Razón, el ejecutivo de la Federación Yungas del Chapare, Florencio Vallejos, negó las acusaciones y aseguró que erradican los cultivos excedentarios en su región, acción que coordinan con la Unidad de Desarrollo Económico y Social del Trópico de Cochabamba (Udestro), que depende del Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral.

“Internamente, con control social no dejamos que haya libre cultivación de la hoja coca”, dijo el dirigente. Mencionó que hay 46.200 productores en esa región.

“Comercializamos la hoja de coca, tenemos nuestro mercado en Sacaba y vendemos a Santa Cruz y Chuquisaca”, remarcó Vallejos. Comentó que la libra de “coca chapareña” está a Bs 12 y Bs 13; y antes de 2019, “reconocemos que en tiempos de Evo Morales” estaba hasta Bs 25 y Bs 30.

Según el dirigente del Chapare, “algunas federaciones brindan mejor coca que la de La Paz”.

Cuyuña sostuvo que hay aproximadamente 32.000 socios en Adepcoca; respecto del costo de la hoja de coca, coincidió con Vallejos en que bajó; ahora venden a Bs 20 y Bs 25, aunque fluctúa porque “el precio no es fijo”; pero, antes de 2019, la libra de “coca yungueña” incluso llegó hasta Bs 70.

“La superficie de cultivo de arbusto de coca en Bolivia siguió aumentando en 2020, creciendo en 15%, a 29.400 hectáreas (…) y continuó excediendo el nivel oficial máximo permitido de 22.000 hectáreas en las zonas autorizadas del país”, señaló la UNODC en junio.

Ese mes, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dijo que ese año gobernó la expresidenta Jeanine Áñez y los datos muestran “la incapacidad de ese régimen para realizar la erradicación, dedicándose únicamente a la persecución y criminalización de los productores de hoja de coca”.

En 2003, el Gobierno reportó 10.100 hectáreas de cultivos de coca excedentaria; en 2019, la cifra llegó a 9.205 y en 2020, la cantidad fue de 2.177. Y hasta julio de 2022 se llegó a 3.881 hectáreas.

CONFLICTO.

Mientras, las pugnas en la Adepcoca siguen. A finales de junio, la facción del dirigente cocalero Arnold Alanes, considerado afín al oficialismo, instaló un mercado en Villa El Carmen y la de Freddy Machicado solicitó al Gobierno cerrar ese espacio porque —dijo— solo el de Villa Fátima es “legal”.

El viceministro de Coca, Arlem Benjamín Lovera, dijo que la norma no precisa una dirección exacta, deslindó responsabilidades en la creación del tercer mercado y culpó a la división de cocaleros.

Esta semana, más de una veintena de socios de la Adepcoca fueron aprehendidos en los enfrentamientos con la Policía; la mayoría ahora está con detención domiciliaria; también hay un herido que perdió el antebrazo. Y los vecinos de la zona claman para que ya no existan más protestas.